
En más de una ocasión se ha dicho que Nicolas Cage es un género cinematográfico en sí mismo y que su personalidad múltiple despierta tanta curiosidad que no tardaría en llegar una película que aprovechara sus muchas facetas, algunas de ellas aún sin explorar, delante de una cámara. Y el primero en ponerle el cascabel al gato es Tom Gorrican, un cineasta primerizo que consigue llamar la atención con su segundo largometraje: ‘El insoportable peso de un talento descomunal’ (2022).
Nicolas Cage se presta encantado al juego, a sabiendas de que no desentraña nada y de que todo forma parte de una gran broma cinéfila. Una comedia metanarrativa llena de guiños a su filmografía, al combinar sus películas más alimenticias con las de autor, pasando por las que le podían haber convertido en una estrella de Hollywood, en lugar de ser el actor de culto que es.
Y, precisamente, el guion se nutre de la locura de sus fans, imaginando que uno de ellos es millonario y le contrata para una fiesta privada para alegría de su manager, dado que Cage está arruinado. La metaficción hará que actúe como agente infiltrado para espiar a su anfitrión, que no es el honrado empresario que aparenta ser.
¿Hace de Nicky, Nick Cage o Nicolas Kim Coppola?
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