Ainara Lertxundi
GARAren edizio taldeko kidea / Miembro del equipo de edición de GARA

Exigen en Donostia vías legales y seguras para evitar más muertes de migrantes en el mar

La celebración este año del Día Mundial del Refugiado viene marcada por una nueva muerte en el río Bidasoa. Hoy en Donostia, una manifetación convocada por 18 organizaciones ha denunciado esta nueva tragedia, al tiempo que ha exigido vías seguras y legales para las personas que huyen y piden asilo.

La manifestación ha partido al mediodía del Aquarium donostiarra.
La manifestación ha partido al mediodía del Aquarium donostiarra. (Ainara Lertxundi)

La cita ha sido a las 12.00 en el Aquarium donostiarra. La primera parada a escasos metros, frente al busto de Aita Mari, junto a quien han colocado un ramo de flores.

«Las mujeres y hombres que formamos Salvamento Marítimo Humanitario, siguiendo el ejemplo de Aita Mari, vamos a buscarles y prestarles auxilio en el mar. Somos testigos de la violencia que se ejerce sobre estas personas, de cómo en las fronteras exteriores europeas se incumple el principio de acceso seguro y no devolución. Vemos cómo activamente los estados de la Unión Europea, España, Grecia e Italia, fundamentalmente, impiden el acceso de estas personas a la solicitud de asilo al que tienen derecho. Podemos comprobar cuán efectivos son los esfuerzos de intercepción y devolución a países donde no se respetan los derechos fundamentales, enmascarados en falsas labores de salvamento que, en realidad, son una caza de personas refugiadas sin importar que en dichas intercepciones haya víctimas mortales», ha denunciado el presidente de SMH, Iñigo Mijangos.

«Avergonzados e indignados, vemos cómo se trata a estas personas como criminales y se justifica una gestión inhumana, injusta y claramente dolorosa. Vemos cómo las mujeres quedan atrapadas en redes de prostitución y siendo víctimas son tratadas como culpables de delitos que ni siquiera existen. Los ciudadanos y ciudadanas europeas no nos dejamos engañar por las operaciones de blanqueo de la política racista de la agenda migratoria de la Comisión Europea. La gestión del flujo de personas huyen de la guerra en Ucrania ha puesto en evidencia la capacidad de respuesta de la UE, respuesta que se ha negado a otros pueblos como el afgano, el yemení, somalí, sirio, palestino… Estas personas son las que nos encontramos en el mar, la ruta más mortal, porque no encuentran otra manera de huir», ha remarcado.

Mijangos ha criticado «la cobardía de políticos y gestores mediocres cortoplacistas que algún día, en este mundo o en otro, tengan que rendir cuentas de estos crímenes y de las miles de víctimas que tienen sobre sus espaldas».
La siguiente parada ha tenido lugar en Portaletas, en el puerto donostiarra, donde se ha desplegado una gran pancarta simulando un muro que los participantes en la marcha han cortado y roto tras recordar que el pasado año «2.126 personas murieron en la frontera Sur de España» y han acusado a las políticas migratorias de ese «drama humanitario».

Nos dijeron que con la caída del muro de Berlín desaparecía el último obstáculo para la libre movilidad en Europa. Mentira. Desde entonces han construido más muros y más peligrosos. La externalización y militarización de las fronteras impide a estas personas acceder a vías legales y seguras de migración y las obliga a usar rutas cada vez más peligrosas, especialmente para las mujeres», ha subrayado en la lectura de un comunicado Joxe Iriarte.

Denuncia del elevado gasto militar

A continuación, se han dirigido a la escultura en memoria de las víctimas del franquismo, junto al Palacio Goikoa, donde miembros de Bakegintza antimilitarista han pedido que los gastos militares se destinen «a gastos sociales» y han denunciado que «cada minuto muere en el mundo una persona» como consecuencia de los conflictos armados y al año 900.000 menores de cinco años, según datos de Save the Children.

«No debemos olvidar que las guerras y los conflictos violentos son los principales causantes de que esto ocurra. Los conflictos son la causa de la falta de seguridad alimentaria. Además de la guerra de Ucrania, por desgracia, existen muchos conflictos y guerras más: Etiopía, Afganistán, Burkina Faso, República Democrática del Congo, Yemen, Siria…, han recordado.

Han rechazado también el elevado gasto militar a nivel mundial. «Cuanto más elevado es, mayor armamento y más conflictos», ha remarcado. «La guerra empieza aquí, en fábricas como las de Aperribay, armas que pueden causar daño, muerte y desolación a multitud de personas inocentes».

La marcha ha continuado por la Parte Vieja hasta la plaza de la Constitución, mientras era recibida entre aplausos por las calles de este barrio donostiarra. Allí desde SOS Racismo e Hiritarron Harrera Sarea se ha apoyado la Iniciativa Legislativa Popular para solicitar la «regularización» de las personas migrantes en situación irregular.

Después, los manifestantes han ido a la plaza Sarriegi, en la que ZEHAR ha censurado que el año pasado «el 90% de las peticiones de asilo fueron denegadas» y ha exigido «asegurar el acceso a los mismos derechos a todas las personas independientemente de su lugar de origen».

Tras pasar por el Boulevard, donde se ha criticado que el Gobierno español «desoye» al pueblo saharaui, para el que «hasta ahora eran todo palabras de libertad y sin condiciones» y ahora está sometido a una «represión constante. Seamos refugio. Acogida no discriminatoria, libertad para el Sahara», han reclamado.

«Combatir discursos discriminatorios y xenófobos»

La movilización ha finalizado en el Boulevard donostiarra con la lectura de un manifiesto suscrito por las 18 organizaciones participantes en el que se pide que se garantice que las personas migrantes y refugiadas puedan llegar al Estado español y a Euskal Herria «sin poner su vida en riesgo, facilitando vías legales y seguras de acceso al procedimiento de asilo».

También han exigido «combatir discursos discriminatorios y xenófobos, adoptando medidas prevención y monitoreo y garantizar el diseño e implementación efectiva de planes de integración, convivencia, igualdad y no discriminación en todos los niveles de la administración desde un enfoque comunitario y con la asignación presupuestaria necesaria».