Imanol Intziarte

EH Bildu plantea un modelo turístico que no merme la calidad de vida de los y las donostiarras

¿Cuántos turistas puede soportar Donostia sin que ello afecte negativamente a la calidad de vida de la ciudadanía donostiarra? Es la cuestión que pone sobre la mesa EH Bildu, que ha presentado una batería de medidas para poner coto al continuo crecimiento de los últimos años.

Markel Ormazabal, concejal de EH Bildu en Donostia.
Markel Ormazabal, concejal de EH Bildu en Donostia. (EH BILDU)

El Ayuntamiento de Donostia se encuentra inmerso en la actualización del Plan Director de Turismo 2017-2021. En ese contexto, EH Bildu ha comparecido este jueves para poner sobre la mesa una batería de medidas que permitan un cambio de modelo, al entender que el crecimiento actual «no es en absoluto sostenible» y de seguir así«la calidad de vida de los y las donostiarras saldrá muy
perjudicada».

El concejal soberanista Jon Markel Ormazabal ha recordado que su formación se abstuvo en el Plan 2017-2021, ya que se proponía alcanzar «un desarrollo turístico equilibrado y sostenible», si bien no se explicitaban planes concretos.  

Posteriormente, tras el duro golpe que supuso la pandemia para este sector, la Sociedad de Turismo elaboró un plan de acción para el período 2021-2022 en el que se abogaba por «una nueva hoja de ruta que implica un cambio radical del modelo de desarrollo, un cambio radical en las prioridades y formas de vida de muchas comunidades (...)».  

Ormazabal ha lamentado que, con el retorno a la normalidad, todo esto «se ha quedado en mera ‘literatura’». Según los últimos datos del Eustat, hasta mayo el número de turistas creció en un 10% respecto a 2019, las plazas turísticas han crecido un 47% desde 2016 y la tendencia sigue al alza, con numerosos establecimientos en vías de abrir sus puertas.  

Capacidad de carga turística

Entre las medidas propuestas por EH Bildu destaca la elaboración de un informe sobre la «capacidad de carga turística», de la ciudad en general y de ciertos barrios en particular, que determine el número de visitantes diurnos y pernoctaciones que se pueden recibir sin comprometer la calidad de vida de los y las donostiarras. Dichos indicadores serían consensuados entre grupos poíticos, vecinos y vecinas de las zonas afectadas y agentes del sector.

La coalición también aboga por modificar las ordenanzas necesarias para la declaración de ‘zonas saturadas’ de nuevos barrios, además de la Parte Vieja y el muelle; y por la creación de grupos de trabajo en esos barrios de gran afluencia para tomar decisiones sobre movilidad, gestión de flujos, comunicación, patrimonio…

Además, Ormazabal ha destacado «la necesidad de un plan B», ya que la pandemia ha dejado al descubierto «la alta vulnerabilidad de este sector» como buque insignia para la generación de empleo.