Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

El policía municipal que acabó con la nariz rota en Curia lanzó un puñetazo primero

Nuevas imágenes sobre los incidentes del día 7 en Curia apuntan a que el policía municipal que fue agredido lanzó un puñetazo a los asistentes antes de recibir el golpe que le fracturó la nariz. 

Cinco de las ocho personas detenidas o llamadas a declarar los días previos por la Policía municipal y la española han pasado esta tarde a disposición de la Juez de Instrucción Número 3, Mari Paz Benito, por los altercados de la calle Curia durante la parte final de la procesión del día de San Fermín. La jueza ha enviado a uno de ellos a prisión, mientras que ha decretado libertad con cargos para los otros cuatro.

El traslado de la investigación a la juez ha coincidido con la aparición de nuevos vídeos que ponen en entredicho la versión más extendida de los hechos y que confirmarían la mantenida por NAIZ desde el primer momento.  

El nuevo vídeo, difundido por la web Ahotsa.info, muestra cómo el policía municipal  lanzó un puñetazo a los asistentes al acto, que habría sido respondido instantes después por alguno de ellos, bien en forma de réplica a la agresión, bien como ademán defensivo.

En cualquier caso, lo que demuestra la secuencia de imágenes es una cronología donde la agresión –que es real y la hubo– arrancó de inicio por parte del policía que resultó malparado en el lance tras lanzar un puñetazo que difícilmente puede tener cabida dentro de una correcta intervención policial.

A expensas de lo que dé de si la investigación que ha quedado en manos del juzgado, las nuevas imágenes apuntan que la narración de los hechos realizada por este medio fue la más veraz, pues en ella se apuntaba a un grave error de seguridad como el origen de los incidentes al término de la procesión.

Ese intercambio de golpes entre público y asistentes –pues el puñetazo del agente de la nariz rota no es el único que fue registrado por las cámaras y existe al menos otro puñetazo en la cara de un agente extremeño a otra persona– hizo que el cordón policial que debía proteger a la Corporación se quedara estancado al inicio de la calle Curia.

De este modo, el alcalde y los concejales avanzaron sin protección alguna durante más de la mitad de la calle, más allá de su escolta personal que iba vestida de paisano. A pesar de esta desprotección, no se produjeron agresiones en este tramo.

Las ocho personas procesadas están acusadas de desórdenes y atentado.