Alcalde se pasea concentrado antes de una nueva jornada de trabajo.
Alcalde se pasea concentrado antes de una nueva jornada de trabajo. (Miguel RIOPA | AFP)
Barbas, preparado.
Barbas, preparado. (Miguel RIOPA | AFP)
Hasta Napoleón tiene su kiliki en Iruñea.
Hasta Napoleón tiene su kiliki en Iruñea. (Miguel RIOPA | AFP)
Concejal.
Concejal. (Miguel RIOPA | AFP)
Concejal ya entre el gentío.
Concejal ya entre el gentío. (Miguel RIOPA | AFP)
El poco espacio que dejan las silletas, aprovechado para girar.
El poco espacio que dejan las silletas, aprovechado para girar. (Ander GILLENEA | AFP)
Joshepamunda, tras tres años sin salir.
Joshepamunda, tras tres años sin salir. (Idoia ZABALETA | FOKU)
Caravinagre, haciendo amigas.
Caravinagre, haciendo amigas. (Idoia ZABALETA | FOKU)
Sidi abd El Mohame, en la plaza del Castillo.
Sidi abd El Mohame, en la plaza del Castillo. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)
Selim-pia Elcalzao, otro de los eternos.
Selim-pia Elcalzao, otro de los eternos. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)
Braulia es la favorita de los más txikis.
Braulia es la favorita de los más txikis. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)
NAIZ
Iruñea

Gigantes, kilikis y cabezudos, esos que aguantan los 9 días de fiesta

Gigantes, kilikis y cabezudos son las verdaderas estrellas de la fiesta. Cada día acumulan a miles de fieles a sus faldas. Tres años de paréntesis no han apagado el fuego de esa religión. Es más, la llama parece más viva que nunca.

Hasta Napoleón tiene su kiliki en Iruñea.
Hasta Napoleón tiene su kiliki en Iruñea. (Miguel RIOPA | AFP)

Se dice de los navarros que son cabezones. Quizá de ahí viene el fervor por los cabezudos. Hace falta ser cabezón para aguantar nueve días de fiesta. Hace falta ser gigante, kiliki o cabezudo para aguantar nueve días en las calles iruindarras.

La locura del 6 y 7 de julio, los miles de personas que toman Iruñea durante los primeros días o el fin de semana, se va disipando a partir de la segunda semana. Esa es la sensación en la capital navarra desde el lunes. Sin embargo, hay un evento que sigue aglomerando a las masas. La comparsa de gigantes, kilikis y cabezudos.

Bajo el sol y los 35 grados que golpean Iruñea estos días, cientos de txikis corren delante de Caravinagre o de Patata. Otros, más temerosos, se acercan a dar la mano a los japoneses, el alcalde o el concejal. Y, los más precavidos, se limitan a disfrutar de los gigantes a hombros de ama o aita. Perdón, a hombros de amatxi o aitatxi, que aita y ama se han tomado fiesta mientras Joshepamunda, Braulia y compañía siguen dando el callo.

Esos verdaderos héroes de la fiesta navarra se pasean impolutos, a pesar del paso de los días, no como el resto de iruindarras, cuya ropa y rostro muestra el duro avance del calendario. Pero para estar en perfectas condiciones, uno debe prepararse. Y en la galería que encontramos sobre estas líneas podemos ver a alguno de ellos entre bambalinas.