El cineasta José Antonio Hergueta ha iniciado el rodaje de ‘Caleta Palace’, un documental ficcionado centrado en el bombardeo de Málaga durante la guerra del 36, la toma de la ciudad en 1937 y la masacre de civiles que pasó a ser conocida como La Desbandá, una crónica macabra cuyo número de víctimas mortales no está claro; se cree que pudieron ser entre 5.000 y 10.000 las personas masacradas por las tropas franquistas mientras huían hacia Almería por la costa.

La película recoge testimonios reales de periodistas que siguieron estos episodios y supervivientes que los relataron. A ellos se suman los testimonios ficcionados de actores como Miguel Rellán, Nadia de Santiago, Pepe Viyuela o Pedro Casablanc.

‘Caleta Palace’ utiliza imágenes actuales y de archivo para narrar las reacciones al golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936, los bombardeos aéreos o las operaciones ejecutadas por el CTV italiano que se estrenó en combate en una operación que fue denominada como ‘liberación de Málaga’.

El 18 de julio de 1936 Málaga escenificó el caos y la atrocidad y, desde sus atalayas, un puñado de testigos de excepción contemplaron el horror. Los siete meses que transcurrieron hasta la caída de Málaga, Mercedes Formica, Gamel Woolsey, Gerald Brenan, Arthur Koestler y André Malraux, entre otros, reflejaron este episodio en algunas de sus obras y el director y productor José Antonio Hergueta ha retomado aquellos relatos para ilustrar ‘Caleta Palace’.

A estos nombres también se suman los del capitán Luis Bolín, la fotorreportera noruega Gerda Grepp, el italiano Bonaventura Caloro o el principal narrador, Sir Peter Chalmers-Mitchell, zoólogo escocés al que interpreta el actor Miguel Rellán.

Esta propuesta tuvo su origen en el cortometraje ‘Paraíso en llamas’ –también dirigido por Hergueta– y que en 2021 fue nominado al Goya a Mejor Cortometraje Documental y logró el Premio Carmen del cine andaluz en su categoría. Se trata del quinto largometraje que dirige el cineasta, en cuya trayectoria destacan los documentales ‘Operación Úrsula’ (2006) y ‘El último magnate’ (2010), basado este último en el magnate vasco Horacio Echevarrieta.

Crónica de un horror

‘Caleta Palace’ tiene, además del largometraje, una vocación transmedia al incluir la producción de otros formatos como una serie sonora en formato podcast, una exposición interactiva y una adaptación teatral. Algunas de estas manifestaciones incorporan a más personajes que dejaron huella en Málaga durante la guerra como el famoso cónsul mexicano, Porfirio Smerdou, la soldado soviética Elizabeta Parshina, el empresario norteamericano Edward Norton, el fotógrafo alemán Walter Reuter o el escritor –entonces aviador– André Malraux.

Según nos revela su sipnosis, «al llegar a Málaga a finales de enero de 1937, la joven fotógrafa noruega Gerda Grepp –Ana del Arco– queda impactada. El ideal revolucionario por el que salió de Oslo y dejó después Madrid se transforma en angustia al ver condenadas la ciudad y la revolución. Grepp acompaña al escritor húngaro Arthur Koestler –Pedro Casablanc–, cuyo olfato para una buena historia le conduce a la primera capital republicana que puede caer desde que el golpe militar se convirtió en guerra civil. Koestler es también agente del Komitern con la misión de informar sobre los efectivos italianos que Franco pretende estrenar en Málaga. Mussolini busca una hazaña militar para lucirse. Koestler y Grepp son acogidos por Sir Peter Chalmers-Mitchell –Miguel Rellán–, un librepensador escocés de origen aristocrático que ha ubicado en el barrio residencial del Limonar su retiro dorado. Este trío se cruza con otros personajes extraordinarios, en su mayoría extranjeros con vocación y hasta renombre literarios. Del otro lado, en las filas franquistas, hay otros dos narradores: el capitán Luis Bolín –Miguel Hermoso–, implicado en el golpe y responsable de la oficina de prensa de Queipo de Llano, que ha jurado matar a Koestler, y el soldado Bonaventura Caloro –Pepe Viyuela–, periodista del CTV italiano».

El resto, forma parte de la tragedia. La Desbandá, que se produjo entre el 6 y 8 de febrero de 1937 y que tuvo como protagonistas a entre 100.000 y 150.000 personas que salieron con lo puesto de Málaga, a pie en su mayoría, y que en la carretera 340 en dirección a Almería, se convirtieron en objetivo de los bombardeos de buques y aviones alemanes e italianos.