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Washington

La Fiscalía de EEUU acusa a cuatro policías por la muerte a tiros de Breonna Taylor

La Fiscalía de Estados Unidos ha imputado este jueves a cuatro agentes y exagentes por supuestamente violar los derechos civiles de Breonna Taylor, joven afroamericana que murió por disparos en marzo de 2020 durante una operación antidrogas en su casa, donde no había estupefacientes.

Fotografía tomada el 9 de agosto de 2020, cuando un grupo de manifestantes se reunieron en Times Square, Nueva York, para protestar por la muerte de Taylor.
Fotografía tomada el 9 de agosto de 2020, cuando un grupo de manifestantes se reunieron en Times Square, Nueva York, para protestar por la muerte de Taylor. (David Dee DELGADO | GETTY-AFP)

El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, ha anunciado este jueves, en una rueda de prensa, las imputaciones contra agentes y exagentes del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (Kentucky) en relación con la muerte de Breonna Taylor, que tenía 26 años de edad.

«Esos supuestos delitos incluyen ofensas de derechos civiles, conspiraciones ilegales, uso inconstitucional de la fuerza y ofensas de obstrucción», ha detallado.

El Ministerio de Justicia ha acusado a Joshua Jaynes, Kelly Goodlett y Kyle Meany de violar los derechos civiles de Taylor por utilizar una declaración jurada que sabían que era falsa para tener una orden de registro de su casa y llevar a cabo la redada que resultó en su muerte.

Esos tres agentes «buscaron una orden de registro en la casa de la señora Taylor a sabiendas de que no había un motivo para la búsqueda», ha dicho Garland.

La muerte de Taylor, el 13 de marzo de 2020, se produjo meses antes de la del también afroamericano George Floyd a causa de brutalidad policial, que desencadenó la mayor ola de protestas y disturbios raciales en EEUU desde la década de los sesenta del siglo pasado.

Un registro basado en información falsa

La redada se produjo en el marco de una operación antidrogas, donde los policías solicitaron órdenes de registro para varios domicilios.

En el caso de la vivienda de Taylor, Garland ha explicado que los imputados afirmaron «falsamente» que allí habían llegado unos paquetes relacionados con la red de narcotráfico: «Alegamos que los acusados sabían que la declaración jurada en apoyo de la orden de registro contenía información falsa y engañosa, y que omitía información material».

Una vez la redada se puso en marcha, los agentes irrumpieron en la vivienda de Taylor, donde la mujer estaba con otra persona, su novio, que «poseía legalmente un arma de fuego» y que pensó que los policías eran intrusos que estaban intentando robar, por lo que abrió fuego contra ellos, según el relato del fiscal general.

«Inmediatamente, dos agentes dispararon un total de 22 tiros en el apartamento –ha añadido–. Uno de los disparos alcanzó a la señora Taylor en el pecho y la mató».

El cuarto imputado es Brett Hankison, quien, según el fiscal general, supuestamente «se movió de la entrada a un lado del apartamento y disparó diez disparos más a través de la ventana y la puerta corredera de cristal, ambas cubiertas con persianas y cortinas».

Hankinson «ha sido acusado de dos ofensas de derechos civiles, que alegan que hizo voluntariamente un uso excesivo de la fuerza», ha comentado Garland.

En marzo pasado, Hankinson fue exculpado por un jurado de Louisville, que lo declaró no culpable de varios cargos, como el de poner en peligro la vida de los vecinos de Taylor cuando disparó su arma reglamentaria a ciegas durante la redada.