El plante de las árbitras amenaza el inminente inicio de la Liga F

Las colegiadas reivindican una mejora de sus condiciones laborales y anuncian que no arbitrarán ningún partido de la nueva competición, que arranca mañana. El colectivo arbitral depende de la Federación Española, contra la que arremete la LPFF.

Las colegiadas de Primera protestan por sus condiciones laborales.
Las colegiadas de Primera protestan por sus condiciones laborales. (CTA)

Otra sombra se cierne sobre la Liga F. Las colegiadas de Primera División han anunciado su «decisión unánime» de no dirigir ningún encuentro de la Liga mientras no mejoren sus condiciones laborales.

Aseguran que «en el contexto de una nueva competición profesional, consideramos que el arbitraje femenino debe tener unas condiciones mínimas para el ejercicio de nuestra actividad dentro de la competición profesional. No es concebible que el estamento arbitral sea el único que quede al margen de un crecimiento que consideramos tan justo como necesario». En una nota pública añaden que «deseamos prestar el mejor servicio posible al fútbol y eso pasa necesariamente por tener unas condiciones laborales mínimas asimilables a las del estamento arbitral de la competición profesional masculina, lo que implica poder disponer de unas condiciones laborales asimilables que nos permitan dedicar el tiempo necesario imprescindible que requiere estar en una competición profesional».

La cuestión en este caso es a quién perjudica el plante de las árbitras y de quién es la responsabilidad de su situación. Porque los clubes pagan, y cada año más, pero la Federación Española, de la que dependen las colegiadas, gestiona. Y los números son significativos. En la temporada 20/21, los clubes de Primera pagaban unos 2.500 euros por partido en tasas arbitrales, que la temporada pasada ascendieron a 3.300. Sin embargo, árbitras, asistentes y cuartas árbitras cobraban entre 85 y 350 euros por encuentro dirigido. La diferencia, unos 2.000 euros, para la Federación Española por «gastos de gestión».

El comunicado oficial del Comité Técnico de Árbitros en el que las colegiadas anunciaban el plante fue publicado en la página web de la Federación Española. Y, teniendo en cuenta los antecedentes, las sospechas sobre la utilización de Luis Rubiales de este conflicto para obstaculizar el inicio de la Liga F están extendidas.

Propuesta y enfado de la LPFF

No es de extrañar el enfado de los clubes de Primera, que cruzan los dedos para que mañana pueda comenzar la competición, tal y como está previsto, y que esperan que hoy mismo intervenga el Consejo Superior de Deportes para desencallar la situación.

En un comunicado público, la Liga Profesional de Fútbol Femenino arremete contra la Española, recuerda los pasos que ya había dado para mejorar las condiciones de las árbitras y advierte de medidas legales si los partidos no pueden disputarse por ausencia de colegiadas.

En su nota, el ente tilda esta situación de «nuevo episodio de bochorno, nuevamente liderado por el Presidente de la RFEF Luis Rubiales», de quien la LPFF considera que «vuelve a utilizar a la mujer como ariete para conseguir su único objetivo, destruir el fútbol femenino español e impedir que el fútbol profesional femenino crezca de la manera que lo está haciendo».

Asegura la organización que el colectivo arbitral «está siendo engañado» por Rubiales y su equipo directivo , explica que entre los diferentes aspectos que vienen negociando ambas entidades en los últimos tiempos se encuentran las condiciones económicas del colectivo arbitral y denuncia que, «lamentable, aunque no sorpresivamente», ni siquiera ha habido respuesta por parte de la Española a la «importante propuesta» realizada hace dos días por la LPFF, por la que «el equipo arbitral pasaría a cuadruplicar sus emolumentos, priorizando un acuerdo inminente sobre las condiciones de las árbitras y ofreciendo negociar el resto de aspectos relacionados con la función arbitral para la próxima semana».

En la Liga Profesional se sospecha que el colectivo arbitral ni siquiera «ha debido ser informado de dicha oferta», por lo que invita «a las arbitras a sentarse directamente con la LPFF para que puedan conocer de primera mano la oferta y continuar las negociaciones directamente con ellas».

Concretamente, por lo que ha podido saber Naiz, la propuesta de la LPFF pasaba por pagar esos 3.300 euros directamente a las colegiadas (1.650 para la árbitra principal, la mitad para sus asistentes) y además hacerse cargo de los desplazamientos, sin que la Federación Española pudiera meter mano en ese dinero. Ni siquiera ha habido respuesta y se intuye que ni siquiera se ha informado a las árbitras para que estalle un nuevo conflicto.

La LPFF anuncia, por último, que los clubes «siguen con su planificación deportiva y planes de viajes previstos y comparecerán en los días y horas fijadas para la disputa de sus encuentros de la Jornada 1, como es su obligación, y como también lo es de los equipos arbitrales oficialmente designados por el Comité Arbitral esta misma semana. En este sentido, desde la LPFF se quiere recordar que la función arbitral es una función pública delegada, por lo que, si por cualquier motivo la jornada no llegara a disputarse, desde la LPFF y sus Clubes se iniciarán todas las acciones legales, disciplinarias y de daños y perjuicios, contra todos aquellos y aquellas que incumplieran sus funciones o hubieran participado en, o instigado a tal incumplimiento».