Maite Ubiria

Négawatt desgrana 50 propuestas para rebajar en dos años un 10% del consumo energético

El grupo Négawatt, que trabaja con empresas y expertos en la planificación de la transición energética, ha presentado este martes un informe que detalla 50 medidas cuyo impacto contabiliza de forma detallada y que corroboran que es posible reducir en un 10% el consumo en dos años.

19 grados, propuesta de temperatura para las calefacciones que se incluye en el informe.
19 grados, propuesta de temperatura para las calefacciones que se incluye en el informe. (Sina SCHILDT | AFP)

El Gobierno francés presentará el 6 de octubre su plan de sobriedad energética para afrontar un invierno que conjuga con restricciones en el consumo. La asociación Négawatt, que trabaja desde hace años junto a empresas, expertos y organizaciones no gubernamentales en la preconización de propuestas de ahorro y eficiencia energética, ha puesto este martes sobre la mesa una batería de 50 medidas cuya eficacia tasa con exactitud y que hace de esa búsqueda de un menor consumo de energía un objetivo más estable.

El informe viene a corroborar que, actuando de forma rápida, coordinada y en todos los sectores implicados, es posible alcanzar y hasta superar ese ahorro del 10% en el consumo de energía que el Gobierno de Emmanuel Macron ha venido fijando como objetivo a alcanzar.

El informe estima que las medidas para atajar «el derroche energético» pueden permitir un ahorro importante en dos sectores de fuerte consumo, como son los de la vivienda y servicios, aunque asegura que es la movilidad y transporte el segmento en el que cada medida que se adopta permite una suma mayor de ahorro en menos periodo de tiempo.

El informe plantea programar la calefacción a 19 grados durante el día y reducirla en dos durante la noche o en estancias vacías

En vivienda, explica Négawat, todo plan de ahorro para por incidir en tres consumos: calefacción, agua caliente y aparatos electrodomésticos.

En el primero preconiza programar la calefacción a un máximo de 19 grados durante el día y reducir esa temperatura en dos grados durante la noche o en estancias vacías.

Ponerse ropa de abrigo en casa

El informe estima que una baja de uno o dos grados en el termostato equivale a un consumo cifrado en 23.500 GWh, «lo que permite economizar del 8 al 16% del consumo de calefacción».

Bastaría con que entre el 30 y 40% de los hogares siguieran esa consigna de no más de 19 grados para en dos años alcanzar esa reducción del 10% (entre 7.000 y 9.500 GWh).

Con que entre el 7 y el 10% de los hogares siguieran el consejo de bajar en dos grados más la temperatura por la noche, se alcanzaría un 3% suplementario de ahorro, según calcula Négawatt.

Retomar hábitos como utilizar prendas más abrigadas en invierno (jerseys, camisetas de interior o batas) permitiría aportar un plus de ahorro en consumo energético de entre el 4 y el 6%, estima el informe, que insiste en que «estas medidas se preconizan para viviendas en las que no hay personas que precisan de temperaturas más calientes por motivos de edad, por su estado de salud o porque sirven para el teletrabajo».

Respecto al agua caliente, se propone colocar mecanismos de ahorro de consumo en la grifería y reducir la potencia al ducharse.

En lo que afecta a los electrodomésticos, el informe plantea aplicar medidas de sobriedad tanto a la hora de elegir la forma de cocinar como a la hora de usar la lavadora o el lavavajillas.

Comprobar que por la noche quedan apagados todos los aparatos, incluida la box de internet o la televisión, aparece también en la lista, junto a sus respectivos cálculos de ahorro.

Más frescos, menos carne

La cocina es fuente de consumo, y por lo tanto de eventual ahorro. Siempre que se adopten prácticas alimentarias que incluyan menos congelados, más frescos y menos carne. Y de acordarse de apagar el horno antes de que se acabe de cocinar el alimento o de tapar la cacerola o la sartén.

Bastaría con que entre un 10 y un 15% de los hogares adoptaran algunas de estas prácticas para alcanzar ese 10% de ahorro. Un 15% de ahorro suplementario procedería del apagado nocturno de electrodomésticos, se estima en el informe. En esa tarea, los multienchufes y los programadores de apagado pueden ser buenos aliados para bajar la factura.

Ello no puede obviar el hecho de que para bajar los precios el Gobierno de Emmanuel Macron tiene mucho más que decir que la ciudadanía de a pie. De momento, prefiere recurrir a sufragar vía Presupuesto al escudo tarifario -máximo de subida en la factura de electricidad y gas en 2023- mientras descarta implantar el impuesto especial a los «superbeneficios» de grandes empresas, incluidas las del sector energético.

Coto al exceso de iluminación exterior

Siguiendo con la calculadora de Négawatt, en lo que afecta a edificios comunitarios o públicos su informe plantea actuaciones a mayor escala para limitar la iluminación tanto interior como exterior o directamente recomienda apagar los paneles publicitarios.

También plantea medidas para regular la temperatura a la baja en comedores colectivos o en instalaciones deportivas ( -1 grado en el agua de las piscinas).

Si el sector de vivienda implica el 30% del consumo, el terciario o de servicios consume un 16%, según las cifras a escala hexagonal barajadas por Négawatt que en su informe insiste en la necesidad de que existan «personas responsables» que se ocupen de que se apliquen las medidas de ventilación, iluminación o uso de agua caliente con fines de sobriedad en esos edificios o servicios comunes en los que «las elevadas horas de no ocupación facilitan la adopción de medidas de regulación o simple apagado de maquinas que consumen energía inútilmente». Algo que vale para la máquina de café o para el ventilador para secarse las manos en el lavabo.

110 km/h en autopistas y a 30 km/h en zonas urbanas

El sector del transporte representa el 29% de los consumos en el Estado francés, pero su incidencia a la hora de mejorar cifras es muy rápida. Basta con levantar el pie del acelerador.

También elegir el tren frente al avión para los desplazamientos no internacionales, como proponen desde hace años las organizaciones ecologistas o los grupos que trabajan por la extensión de los trenes de noche, para dar alternativas sociales a los trayectos más largos.

En cuanto al vehículo, el informe de esta asociación plantea la reducción de 130 a 110 la velocidad máxima en autopistas y a 30 km/hora en núcleos urbanos, para ahorrar en carburantes y en emisiones.

Compartir vehículo es otra de las recetas, además de aconsejar a las empresas que faciliten que se trabaje en el punto más próximo al domicilio

El despliegue de líneas o trayectos precisos que permitan compartir el vehículo es otra de las recetas que baraja Négawatt, además de aconsejar «que las empresas con instalaciones en diversos lugares faciliten que los trabajadores se desplacen a trabajar a aquellas que estén más próximas a su domicilio».

El informe se centra, en todo caso, en aconsejar un apoyo público tanto al transporte público colectivo como a la movilidad «a pie o en bicicleta» más decidido, por lo que solicita medios y campañas de sensibilización ajustadas a las perspectivas reales de los ciudadanos.

«Las acciones para economizar energía no se dirigen por igual a todo el mundo ni pueden implicar niveles similares de compromiso», aclara Négawatt, que estima que «son necesarias políticas estructurantes en materia de renovacion energética e inversiones en infraestructuras de transporte colectivo y en favor de movilidades alternativas».

El organismo se declara a la espera de conocer los planes del Gobierno francés y, a partir de ahí, se compromete a «seguir midiendo la eficacia» de las medidas que se incluyen en los planes de sobriedad y eficiencia energética.