NAIZ
México

México investiga la destrucción deliberada de una obra de Frida Khalo a manos de un millonario

El empresario Martin Mobarak habría quemado de forma deliberada una obra de Frida Kahlo. Según diversos medios se trata del dibujo ‘Fantasmones siniestros’, valorado en 10 millones de dólares. Su acción, aduce, fue para digitalizar la obra y venderlo como NFT, también conocido como 'cripto arte'.

El dibujo 'Fantasmones siniestros' siendo quemado en la acción llevada a cabo por Martin Mobarak.
El dibujo 'Fantasmones siniestros' siendo quemado en la acción llevada a cabo por Martin Mobarak. (Frida.nft)

El empresario y millonario Martin Mobarak habría quemado de forma premeditada una obra de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) de la que era propietario para, según ha explicado él mismo, digitalizarlo, generar 10.000 piezas y venderlo como NFT, también conocido como ‘cripto arte’. Agrega que busca transformar el mundo del arte digital.

Aún está por confirmarse de qué dibujo se trata, pero diversos medios especializados apuntan a que se trataría de ‘Fantasmones siniestros’, un dibujo que al autora mexicana firmó en 1944. Esta pieza, al igual que toda su obra, está declarada monumento artístico y, en consecuencia, está especialmente protegida.

La acción en la que Mobarak destruye lo que todo apunta es una obra única, ha dado la vuelta al mundo, y escandalizado a propios y extraños. Ahora, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) de México ha confirmado de que está recabando «toda la información necesaria, a fin de establecer con certeza» de que se trató la presunta destrucción de una obra original de la pintora mexicana.

También ha recordado que existe un decreto por el que se declaró monumento artístico toda la obra de la artista mexicana.

Según diversas publicaciones, el dibujo ‘Fantasmones siniestros’ (1944), valorado en 10 millones de dólares (unos 10.405.827 euros) fue quemado por el empresario Martin Mobarak, para convertir la obra en 10.000 NFTs exclusivos, (‘Non-Fungible Token’), también conocidos como 'cripto arte'.

Aunque las notas publicadas en diarios mexicanos se dieron a conocer días atrás, la incineración de la obra se llevó a cabo el pasado 30 de julio en la ciudad de Miami, Florida.

Mobarak se presenta a sí mismo como un filántropo y transformador de NFT. A su vez, es fundador de la iniciativa Frida.NFT, un portal donde indica que, con la transformación digital, el arte de la mexicana será compartido en todo el mundo. Según habría afirmado, las ganancias las invertirá en revolucionar el arte digital, en la caridad y en la salud.

Jugosos beneficios y reacción de las instituciones

Según estimaciones de Mobarak, los NFT se comprarán a través de ETH (Ethreum), una criptomoneda con un valor de 1.416 euros y cada NFT se venderá por 3 ETH, con lo cual, espera recaudar unos 41 millones de euros.

Además, se apuntó que entre las instituciones que saldrán beneficiadas por esta acción están la Casa Museo Frida Kahlo, el palacio de Bellas Artes y la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Ante ello, el Inbal de México negó en un comunicado que recintos de este Instituto, como el Palacio de Bellas Artes y/o el Museo del Palacio, vayan a recibir donación alguna por parte de dicho coleccionista, como lo ha dicho públicamente.

Recordó que el Banco de México es fiduciario en el Fideicomiso Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, «en su calidad de titular de los derechos patrimoniales de las obras». Y dijo que hasta la fecha, «no ha recibido solicitud y no ha emitido autorización de reproducción sobre la obra referida».

Precisó que el Inbal en todo momento «acatará lo establecido» en los términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, su Reglamento y del Decreto «por el que se declara monumento artístico toda la obra de la artista mexicana Frida Kahlo Calderón». Incluyendo la obra de caballete, la obra gráfica, los grabados y los documentos técnicos que sean propiedad de la nación o de particulares, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 18 de julio de 1984.

El Inbal recordó que en México «la destrucción deliberada de un monumento artístico constituye un delito en términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos».