«El derbi es muy importante para nosotros y nuestra gente; eso hace que salgamos con más ganas»
Tras dos derrotas a domicilio, Bilbao Basket vuelve a Miribilla, donde recibe a las 21.00 a Saski Baskonia, en un gran derbi que cierra la sexta jornada. Ludde Hakanson indica lo que es sentir el calor de su grada. «No sé en qué porcentaje ayuda, pero es muchísimo y hace que sea más fácil», admite.

«Este grupo se parece cada vez más a un equipo», dijo Jaume Ponsarnau sobre Surne Bilbao Basket después de derrotar a Valencia Basket. Sin embargo, los siguientes dos partidos, lejos del calor del Bilbao Arena, trajeron consigo dos derrotas dolorosas. No tanto por perder, sino porque los hombres de negro bailaron al son de la música que tocaron tanto Granada como Río Breogán, dos rivales en principio «de la misma liga» que los bilbainos, ese famoso objetivo de terminar «entre los 16 primeros».
«Fueron dos malos partidos, pero que ya están analizados. Al equipo se le ve con ganas y más después de haber hecho ya unos cuantos buenos entrenamientos». Son palabras de Ludde Hakanson, uno de los «veteranos» de la escuadra bilbaina, que las ha pasado de muchos colores con esta camiseta y que, por tanto, no se preocupa más de lo necesario de cara al derbi de este domingo ante Saski Baskonia, un duelo que cerrará la sexta jornada liguera a partir de las 21.00.
«En las dos derrotas se ha dado la combinación de un mal día nuestro y uno muy acertado por su parte. Salieron muy agresivos con su público y durante muchos minutos no tuvimos respuesta. Cuando jugamos lejos de Miribilla, hay que aprender a jugar con esa tensión ambiental», incide a NAIZ el base sueco, que sabe que el retorno a casa les da un poco más de chance, sea quien sea el rival que se plante delante.
«No sé cuál es el porcentaje que nos da nuestro público, pero nos da muchísimo y por tanto es más fácil. Y ahora toca el Baskonia, pero para el futuro, es obligatorio encontrar esa tensión y esa agresividad también cuando jugamos fuera de casa», opina.
Buscando el equilibrio
«Nos toca ahora el Baskonia. Un rival super duro y un derbi que siempre apetece ganar», insiste Hakanson, pero con un ojo puesto en ese equilibrio de mejorar uno mismo al tiempo que vigila al rival.
«Como es normal, todos los rivales nos analizan y buscan por un lado atacar nuestras debilidades y por el otro, tratan de impedir que les hagamos daño con nuestros recursos. Esta semana hemos estado analizando mucho el trabajo que han hecho con nosotros en los dos últimos partidos para frenarnos», indica Hakanson, por un lado.
«Por algo la Liga ACB es la más fuerte de Europa. Si en una semana te funciona algo, el rival busca cómo hacerle frente ya la siguiente jornada. Si al principio anotábamos más fácil desde fuera y nos costaba encontrar a los interiores, ahora estamos conectando cada vez mejor con los pívots. Es cuestión de analizar tu juego y buscar la mejoría», apunta.
«En el derbi habrá que estar a gran nivel los 40. Esa es una de las cosas que vemos de observar a nuestro rival»
Por otra parte, el armador sueco también indica que «nos estamos fijando a su vez en el Baskonia, por lo que esta semana nos hemos estado preparando para competir los 40 minutos. Si en Lugo o en Granada jugamos bien solo 20 o 25 minutos, en el derbi habrá que estar a gran nivel los 40. Esa es una de las cosas que vemos de observar a nuestro rival».
Si en las primeras jornadas, como bien indica Hakanson, los exteriores bilbainos hicieron mucho daño a los adversarios con sus tiros, lo cierto es que en los partidos de Granada y Lugo, con los la tripleta creadora –Smith, Alonso y el propio Hakanson– sumando un 3 de 25 en triples. El jugador nórdico no quiere que nadie se vuelva loco en ese sentido, ya que indica que «lo importante es conseguir los buenos tiros, porque es más fácil acertar cuando los tiros son buenos».
«Aparte de que el rival te vigila mejor, hay días en los que los tiros no entran. Por ejemplo en Lugo, pude hacer un montón de tiros de los que me encantan y suelo anotar. ¡Pero no entraban! Para eso se analizan los partidos y se entrena, porque todo el mundo quiere que, a la siguiente, esos tiros que no entraron, vuelvan a ser canasta. No hay que volverse loco, sobre todo mientras sigamos consiguiendo tener buenos tiros», reclama.
Es más, el base sueco subraya que, «en los dos partidos conseguimos ponernos cerca del rival. No logramos remontar, pero eso significa que el equipo no baja los brazos. Es verdad que hay que ser más regulares, pero el equipo demuestra que sabe competir. Y ahora contra el Baskonia, es lo que tenemos que hacer», remacha.
Mala racha
Lo cierto es que la última victoria de Bilbao Basket en Miribilla data de octubre de 2019, un 79-75 en un partido del que solo repiten en el bando de los hombres de negro Emir Sulejmanovic –duda hasta última hora– y el lesionado de larga duración Tomeu Rigo. De hecho, el pasado mes de marzo, fecha en la que se disputó el último derbi hasta ahora del Bilbao Arena, los gasteiztarras, entrenados por aquel entonces por Neven Spahija, pasaban por encima de los vizcainos por 62-90, siendo tal vez el peor partido de los hombres de negro en el tramo final liguero y uno de los pocos grandes partidos de los baskonistas lejos de casa la pasada campaña.
Al respecto, Ludde Hakanson hace honor al dicho y prefiere hacerse el sueco. «No recordaba ya el partido y, la verdad, prefiero no recordarlo porque me importa cero. Perdimos, vale, pero lo que importa es el derbi siguiente, en el que queremos competir por ganar».
«Más que la profundidad, es superimportante saber en cada momento lo que se tiene que hacer, dependiendo de quién está en la cancha»
En este arranque liguero, uno de los puntos fuertes de los dos equipos es que han demostrado tener cierta profundidad de banquillo, lo que ha permitido a sus entrenadores llegar al fin al de partido, en el contexto de marcadores igualados, con las primeras unidades más frescas de piernas y de ideas. Hakanson, atendiendo a lo que ofrecen el banquillo de Bilbao Basket, indica que «más que la profundidad, es superimportante saber en cada momento lo que se tiene que hacer, dependiendo de quién está en la cancha y luego decidir quién sigue en función de cómo esté jugando. Así, en los últimos minutos han jugado unos, o en otras ocasiones han estado otros... es una de las cosas positivas del equipo».
El precedente más cercano en el tiempo entre bilbainos es, por otro lado, el de la reciente Euskal Kopa, un partido en el que Hakanson –ni Darius Thompson, por parte baskonista–, pudieron jugar. El duelo se lo llevaron los de Joan Peñarroya por un apretado 87-91 en un partido de pretemporada todavía, pero que demostró a dos equipos competitivos y motivados.
«Cualquier partido entre estos dos equipos es especial. Lo es para nosotros y lo es para nuestra gente, que siempre va a querer ganarle al Baskonia. Eso hace que en cada partido se salga con muchas ganas a la cancha. Además, no creo que estemos ahora en una mala racha de resultados, pero aquí se juega para ganar, y ojalá llegue la victoria el domingo», termina.

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