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Las elecciones en Dinamarca dejan una difícil negociación con Los Moderados como clave

El nuevo partido Los Moderados se encuentra en una posición de árbitro tras las elecciones parlamentarias e Dinamarca, donde el bloque de centro izquierda de la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, parece haber perdido la mayoría. La negociación se prevé complicada.

El ex primer ministro y líder de Los Moderados, Lars Loeke Rasmussen.
El ex primer ministro y líder de Los Moderados, Lars Loeke Rasmussen. (Claus BECH | AFP)

Los centristas del nuevo partido Los Moderados se encuentran en una posición de árbitro tras las elecciones parlamentarias de este martes en Dinamarca, donde el bloque de centro izquierda de la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, parece haber perdido la mayoría, según proyecciones basadas en resultados parciales.

Con 16 o 17 escaños de los 179 del Parlamento danés, el nuevo partido Los Moderados del ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen, aparece como hacedor de reyes detrás del bloque encabezado por Mette Frederiksen (84 u 85 escaños) y el bloque que aglutina a la derecha y a la extrema derecha (74 o 75 escaños), según estimaciones difundidas por la televisión pública DR y TV2.

«No es rojo o azul, es sentido común», ha señalado. Løkke Rasmussen la noche de su éxito, prometiendo «construir puentes».

«La primera ministra quiere un gobierno grande, porque quiere volver a ser primera ministra. Es posible, pero de lo que estamos seguros es que Dinamarca debe tener un nuevo gobierno», ha añadido el protagoonista de un notable regreso tras haber sido primer ministro y ministro en dos ocasionesl(2009-2011 y 2015-2019).

Acreditada con apenas un 2% de intención de voto hace dos meses, su formación superaría finalmente el 9%, tras haberse negado durante la campaña a incorporarse a uno de los dos bloques tradicionales.

La ausencia de una mayoría clara promete largas negociaciones y una posible recomposición de la vida política danesa, tras los llamados de Frederiksen hacia la derecha desde el inicio de la campaña.

Según las proyecciones de los primeros resultados, la reelección de la líder socialdemócrata parece ser la opción más probable, pero no se puede descartar el surgimiento de un nuevo primer ministrode derecha.

Los socialdemócratas tendrían una posición fuerte con alrededor del 28% de los votos, frente al 25,9% en la votación anterior en 2019.

Difícil negociación

De confirmarse los resultados, «estamos ante una situación difícil para futuras negociaciones», ha opinado Thorkild Holmboe-Hay, dirigente del partido socialdemócrata.

«Superficialmente, parece que hay áreas en las que puedes comprometerte, pero debes tener mucho cuidado en las discusiones con el Løkke Rasmussen, que es un hábil táctico».

Los resultados de Groenlandia y las Islas Feroe, que probablemente den dar tres escaños a la izquierda y uno a la derecha, también pueden resultar cruciales.

El adelanto electoral fue motivado por la 'crisis de los visones': un partido minoritario que apoyaba al gobierno  había amenazado con derrocarlo si no convocaba elecciones para garantizar la confianza de los votantes después de la decisión, que luego fue declarada ilegal, de sacrificar la enorme cantidad de visones para combatir el coronavirus.

La inflación en su nivel más alto en 40 años, los altos precios de la energía y el sistema de salud han dominado la campaña.

Ultraderecha antiinmigración

En un país que ha defendido la migración rigurosa durante más de veinte años, incluso dentro del Partido Socialdemócrata de Frederiksen, la elección también ha estadeo marcada por una agitación dentro de las formaciones antiinmigración populistas de derecha, divididas en tres partidos rivales.

El Partido Popular Danés (DF), influyente desde hace mucho tiempo, que saltó por encima del 20% hace solo unos años, ha caído a alrededor del 2,5-2,9%, su peor resultado desde que ingresó al parlamento en 1998.

Ha sido un nuevo partido fundado por la exministra de Inmigración, Inger Støjberg, los Demócratas de Dinamarca, el que ha logrado mayor éxito, con un 9,4% y 17 mandatos.

Desde finales de la década de 1990, la extrema derecha ha tenido una influencia significativa en la política danesa.