Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

GHK plantea desviar hacia Mompás las aguas que contaminan la regata de Arkaitzerreka

Después de dos vertidos tóxicos documentados en la regata de Arkaitzerreka, los responsables de la incineradora de Zubieta quieren redirigir las aguas que pasan bajo la instalación al colector del Añarbe y de ahí al emisario de Ulia, previo paso por una depuradora de Loiola, que no está preparada.

Aspecto de las aguas que salían de la incineradora a mediados del pasado julio y que se vertían en la regata de Aitzerreka.
Aspecto de las aguas que salían de la incineradora a mediados del pasado julio y que se vertían en la regata de Aitzerreka. (ERRAUSTEGIAREN AURKAKO MUGIMENDUA)

A mediados del pasado julio, el día 13, una persona que paseaba por la zona fotografió y grabó, a la salida de un colector que pasa por debajo de la incineradora de Zubieta y que en ese punto se une con la regata de Arkaitzerreka, que el agua vertida tenía un tono rojizo y bajaba llena de espuma.

Unos días más tarde, la plataforma GuraSOS acudió a los juzgados ante «una posible filtración de lixiviados u otras sustancias». A pesar de las imágenes, el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) descartó que dicho vertido tuviera como origen la incineradora.

A finales del mismo mes se tuvo conocimiento de que la Fiscalía de Gipuzkoa había abierto una investigación para aclarar el origen del vertido. Un análisis llevado a cabo por el Ayuntamiento de Usurbil concluía que esa agua contenía altos niveles de amonio, cloruro y diversos metales altamente contaminantes.

A principios de agosto, NAIZ publicaba que dos informes diferentes que estaban en manos del Gobierno de Lakua, elaborados por multinacionales especializadas como SGS e Idom, corroboraban que las aguas subterráneas de Zubieta presentaban altos niveles de elementos tóxicos desde que la planta de quemado de residuos comenzó a funcionar en periodo de pruebas.

GHK trató de desacreditar la denuncia, hablando de «supuestas informaciones», a pesar de que los documentos oficiales de ambas empresas, de reconocida trayectoria en este ámbito, fueron puestos en formato PDF para que los pudiera descargar cualquier persona.

GHK reconoce el «incidente de vertido»

De este modo se ha llegado al día de hoy, jueves 3 de noviembre, tres meses y medio después de las primeras imágenes, cuando GHK tiene convocada para esta tarde una asamblea para informar sobre «las medidas correctivas y preventivas adoptadas» respecto a un «incidente de filtrado de lixiviado».

Así aparece en el orden del día, a pesar de que según su primera reacción dicho incidente no tuvo lugar. Añade la convocatoria que fue un vertido «sin afección ambiental», a pesar de la rotundidad de los diferentes análisis químicos.

En una comparecencia llevada a cabo esta mañana, la plataforma GuraSOS ha revelado que las «medidas correctivas» planteadas por GHK a URA, la Agencia Vasca del Agua, para dar salida a esas aguas que son recogidas por el tubo subterráneo –denominado dren– y que terminan primero en Arkaitzerreka y luego en el Oria, consisten en redirigirlas al colector de saneamiento del Añarbe.

De ahí pasarían a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del barrio donostiarra de Loiola, antes de fluir al mar a través del emisario de Mompás, ubicado en el monte Ulia y cerca de la playa de Zurriola. En el expediente que se halla en las oficinas de URA se concreta que las obras de redirección tendrían una duración de dos meses y un presupuesto de 369.087 euros.

Sin equipamiento en Loiola

Joseba Belaustegi, portavoz de GuraSOS, ha subrayado que la EDAR de Loiola no cuenta con el equipamiento técnico necesario para «desactivar los elementos contaminantes del vertido de la incineradora», por lo que estas sustancias tóxicas llegarían a la costa sin el necesario tratamiento. Incluso podrían afectar de forma negativa a la propia instalación y a las personas que trabajan en ella.

Concretamente, Mompás cuenta con dos emisarios para verter al mar el agua depurada. Por un lado, el emisario terrestre y, por otro, el emisario submarino de Mompás, que se encuentra a 50 metros de profundidad y se adentra hasta 1.200 metros de la costa.

Belaustegi ha añadido que ninguna de las diferentes autorizaciones ambientales con las que cuenta la planta de Zubieta permite ese tipo de vertidos. Sí existe una autorización para verter en el colector del Añarbe, pero siempre que sean aguas residuales de vertido doméstico o similares: fecales, cocinas, duchas… No desde luego sustancias como «cloruros, cobre, zinc o fenoles, componentes que fueron detectados en el análisis encargado por el Ayuntamiento de Usurbil».   

El portavoz de GuraSOS ha adelantado que esta plataforma convocará una movilización para el próximo domingo 27 de noviembre en Donostia. La próxima semana se concretarán los detalles.