Iñaki Berazategi

‘Txirrita’, un poeta de 150 kilos

Hace unos meses, mientras buceaba en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Madrid, encontré en un viejo número de la revista madrileña ‘Estampa’ esta curiosa entrevista-reportaje –que aquí os adjunto- con José Manuel Lujanbio, el legendario ‘Txirrita’, que no tiene desperdicio.

Una de las imágenes que ilustra la entrevista de ‘Estampa’.
Una de las imágenes que ilustra la entrevista de ‘Estampa’. (ESTAMPA)

Por la fecha de su publicación (3 de abril de 1936) se trata, posiblemente, de la última entrevista que hicieron al bertsolari de Ereñozu antes de su muerte, acaecida dos meses más tarde, el 3 de junio de 1936. Ese mismo año, Txirrita había alcanzado el zénit de su gloria como bertsolari tras proclamarse ganador del Campeonato de Euskadi, el último que se celebró antes de la Guerra Civil.

Además de por las declaraciones de Txirrita, el reportaje contiene varios elementos que lo convierten en una pieza periodística tan poco común como estimable. Su rareza viene dada por tratarse de un trabajo escrito en castellano, algo que aún hoy -no digamos en 1936- es excepcional, pues no suelen ser muchos los periodistas que, expresándose en castellano, se interesan por las distintas manifestaciones de la cultura popular euskaldun.

La excepcionalidad de esta pieza periodística se ve acentuada por el hecho de que fuera una publicación madrileña la que dedicara varias páginas, con notable despliegue fotográfico, a dar cuenta de un personaje y una actividad que debían resultar singulares en extremo para los lectores de una revista como ‘Estampa’.

También resulta notable que el periodista autor del reportaje -José R. Ramos, una de las firmas habituales de ‘Estampa’- parece saber muy bien de lo que escribe. Su nombre aparece entre los colaboradores del quincenal donostiarra ‘¡Alerta!’, cuyo primer número se publicó en febrero de 1932, durante el primer año de vida de la II República. En la lista de colaboradores de ‘¡Alerta!’ aparecen junto a él numerosos periodistas donostiarras de la época, por lo que, a falta de otros datos sobre la vida y la trayectoria profesional de Ramos, cabe suponer que o era guipuzcoano -y posiblemente euskaldun- o bien ejerció el periodismo durante algún tiempo en la capital guipuzcoana.

Existe una coincidencia que me gustaría señalar entre esta entrevista con Txirrita y la última que le hicieron a Gabriel Aresti. Ambas fueron publicadas en castellano y en sendas revistas madrileñas. La de Txirrita en ‘Estampa’, dos meses antes de su muerte, y la de Aresti, a título póstumo, en julio de 1975 en la revista ‘Triunfo’, una de las principales referencias periodísticas del antifranquismo de los años setenta del pasado siglo.

Desde su condición de escritor erudito y estudioso del bertsolarismo, Aresti utilizó con frecuencia en su obra poética la métrica y las formas musicales empleadas por los bertsolaris y tuvo elogiosas palabras para Txirrita, al que ponía como ejemplo de poeta popular, capaz -más allá de su habilidad para la rima- de conmover y emocionar al público con sus versos.

El reportaje, titulado ‘Un poeta de 150 kilos’, es el tercero de una serie de cuatro que ‘Estampa’ publicó bajo el epígrafe genérico de ‘Campeones vascos’. Estos campeones eran, además de Txirrita, el aizkolari Keixeta -el mismo cuya fotografía, hacha al hombro, sirvió para ilustrar la portada del primer disco en solitario de Kortatu- el harrijasotzaile Kortajarena -capaz de levantar a pulso la piedra cuadrada de ciento nueve kilos y medio- y Patxi Bollos, un personaje rabelesiano, miembro de la sociedad antiguotarra Istingorra, «el hombre que se comió 236 croquetas y después cenó…», según reza el titular del reportaje.

Idiosincrasia de los personajes

Aunque en los reportajes, entre ellos en el de Txirrita, se hacen concesiones a cierta imagen arquetípica de los vascos (forzudos, capaces de proezas físicas sin igual, comilones y bebedores…) no puede decirse que estos «campeones vascos» quedaran en mal lugar o fueran ridiculizados, ya que el autor supo captar muy bien la idiosincrasia de los personajes entrevistados, particularmente la de Txirrita, cuyos logros como poeta popular no resultan empañados en ningún momento por el reconocimiento de otros aspectos más problemáticos o discutibles de su personalidad.

El lenguaje utilizado por el autor de los reportajes es el propio de la época. Hoy nos puede parecer un tanto recargado y artificioso, no exento de cierto tono sensacionalista, pero era muy acorde con los parámetros periodísticos entonces en boga.

En el reportaje no se indica quién fue el autor de las magníficas fotografías que lo ilustran. Esto también era bastante común en el periodismo de entonces, incluso en publicaciones como ‘Estampa’ que, al igual que otras publicaciones similares de la era republicana (‘Crónica’, ‘Mundo Gráfico’, ‘Mundo Nuevo’…) hacían de la información gráfica uno de sus principales soportes.

Aunque se trata de una simple conjetura, no resulta descabellado suponer que el autor de las imágenes que ilustran el reportaje sobre Txirrita pudo haber sido Indalecio Ojanguren. Algunas de las fotografías más conocidas del bertsolari fueron hechas por este reputado fotógrafo eibartarra, cuyos trabajos eran asiduamente publicados tanto por la prensa vasca de la época como por periódicos madrileños de gran tirada como ‘ABC’, ‘Ahora’ o el deportivo ‘As’, que pertenecía a la misma empresa editora que ‘Estampa’.