
La Corte Suprema de Estados Unidos ha ordenado este martes al Gobierno del presidente Joe Biden mantener en vigor de forma cautelar el Titulo 42, la norma sanitaria que permite la expulsión inmediata de migrantes en la frontera.
El Supremo, en una decisión tomada con el voto a favor de cinco jueces frente a cuatro en contra, ha accedido así a la petición de fiscales de 19 estados de congelar la suspensión del Título 42 mientras se dirime en los tribunales el futuro de esta norma.
El alto tribunal escuchará en febrero los argumentos de estos estados y del Gobierno federal.
La frontera entre México y Estados Unidos sigue estos días llena de migrantes a la espera de que el Supremo resolviera, después de que este Tribunal ya dictara de forma cautelar la suspensión del levantamiento de esta norma, que estaba previsto para el 21 de diciembre.
Ahora, el Supremo mantiene la medida de forma indefinida, al menos hasta después de escuchar los argumentos de las partes.
Un grupo de fiscales de 19 estados, incluyendo Texas, fueron los que provocaron que el Supremo tuviera que pronunciarse. Alegaban que la suspensión provocaría «un daño masivo e irreparable» en materia migratoria.
2,7 millones de expulsiones aceleradas
La norma está en vigor desde que el expresidente Donald Trump la aprobara en marzo de 2020 para expulsar de inmediato a los migrantes sin antender las circunstancias indivduales ni posibilidad de recurso legal y sin garantizar el retorno al país de origen.
Desde entonces ha permitido la expulsión acelerada de más de 2,7 millones, según datos del International Rescue Comittee.
Solo se preven algunas excepciones para deteminadas nacionalidades, como el caso de los ucranianos tras la invasión de Rusia o para los menores no acompañados.
Organizaciones de derechos humanos y expertos consideran que se trata de una violación de las leyes internacionales y, sobre todo, estiman inhumano impedir a un potencial demandante de asilo formular su petición.
A su juicio, la normativa no hace sino animar a los migrantes a atravesar la frontera de forma clandestina, y correr cada vez más riesgos cruzando desiertos o ríos donde ponen en peligro su vida.
La Casa Blanca acusó el domingo al gobernador de Texas, Greg Abbott, de poner en peligro la vida de los migrantes, después de que llegaran varios buses fletados a la puerta de la residencia oficial de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y que habrían sido enviados supuestamente por Abbot.
Por su parte, el Gobierno de Texas –uno de los estados que ha pedido al Supremo que mantenga esta norma– ha reforzado la seguridad de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso para evitar la entrada de migrantes en medio de la controversia legal por la política migratoria.

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