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Chile rechaza un proyecto minero que amenazaba una reserva natural única en el mundo

El proyecto minero y portuario Dominga ha sido rechazado por el Gobierno de Chile este miércoles, dado que amenaza la supervivencia de una reserva natural única en el mundo. Según la Ministra de Medio Ambiente, ha sido una decisión «robusta, trazable y basada en evidencia».

La decisión ha sido celebrada en las calles de Santiago de Chile.
La decisión ha sido celebrada en las calles de Santiago de Chile. (Javier TORRES | AFP)

El Gobierno chileno ha rechazado este miércoles, por su impacto en el medio ambiente, la construcción del proyecto minero y portuario Dominga, que estaba previsto construir en una rica reserva marítima en el norte del país, única en el mundo.

«De forma unánime, este Comité de Ministros decidió acoger las doce reclamaciones y, por lo tanto, queda con una evaluación desfavorable el proyecto minero portuario Dominga», ha anunciado la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.

«Estamos seguros de que aquí se tomó una decisión robusta, trazable, basada en evidencia técnica», ha dicho Rojas, al comunicar la decisión unánime del Consejo de Ministros del Gobierno del presidente izquierdista Gabriel Boric, que ha rechazado este proyecto que contemplaba una inversión de 2.500 millones de dólares, más de 2.300 millones de euros.

La decisión del Gobierno chileno coincide con el polémico desalojo en la localidad alemana de Lützerath, donde más de 1.500 policías desalojaron a los activistas medioambientales que hacían frente a la ampliación de una mina de carbón. Unos incidentes con amplio eco internacional.

Uno de los ecosistemas más importantes

El proyecto de la compañía Andes Iron, que incluye una mina y un puerto, se ubica a 16 kilómetros de la comuna de La Higuera, en la región norteña de Coquimbo, y cerca del Archipiélago de Humboldt, que resguarda uno de los ecosistemas más importantes del mundo y donde vive el 80% de la especie de pingüinos homónima.

«Han sido más de quince años de vivir bajo amenazas, primero con la casi instalación de tres termoeléctricas a carbón, luego el puerto Cruz Grande y ahora Dominga, ya estamos cansados y necesitamos vivir tranquilos sabiendo que estamos protegidos de industrias de alto impacto», ha declarado a medios locales Lucía Ossandón, presidenta de la comunidad indígena Changa Juana Vergara y Familia, en La Higuera.

La polémica entorno a este proyecto creció en 2021 cuando salpicó al expresidente derechista Sebastián Piñera (2010-2014; 2018-2022), quien apareció vinculado a eventuales irregularidades en la compraventa de la minera, según reveló una investigación de los llamados ‘Pandora Papers’.

Quienes defienden el proyecto aseguran que este traerá crecimiento y desarrollo económico a La Higuera, una de las comunas más pobres de Chile, ubicada a 500 kilómetros al norte de Santiago.

«La protección al medioambiente no es una traba al desarrollo, sino que es una condición del desarrollo (...) Quienes son de la zona y nos están escuchando, decirles que no están solos, como Gobierno los vamos a apoyar», ha insistido por su parte el ministro de Economía, Nicolás Grau.

Organizaciones ambientalistas y locales han celebrado este miércoles el rechazo al proyecto. «Esperamos que a este rechazo del Gobierno se sume la declaración de un área protegida para todo el archipiélago de Humboldt y sus alrededores que permita blindar definitivamente este ecosistema de la ambición y corrupción que rodeó la creación este proyecto», ha manifestado el director de Greenpeace Chile, Matías Asun.

Por su parte, Gabriel Molina, de la Asociación de Pescadores y Mariscadores de Los Choros, ha mostrado su deseo de que «de una vez por todas, esta empresa se vaya de nuestro territorio. Ya ha causado demasiado daño, nosotros queremos continuar con nuestro trabajo sustentable y seguir siendo los líderes en producción pesquera artesanal del centro-norte de Chile».

La empresa recurrirá

Sin embargo, aunque el rechazo por la instancia ministerial es un nuevo varapalo para el proyecto, que lleva una década tratando de conseguir los permisos, la compañía puede recurrir la decisión en los tribunales, y así lo hará.

La compañía Andrés Iron ha asegurado en un comunicado que «no nos sorprende» la decisión del Gobierno y que el proyecto «no solo cumple, sino que supera todos los estándares y se alinea a los principios establecidos por el Gobierno para el desarrollo sostenible de proyectos industriales y mineros en materia de protección del medio ambiente».