El Barcelona retiene la Supercopa sin exhibiciones pero sin dudas (0-3)

Las catalanas han tenido que tirar de paciencia y puntería para doblegar a una Real que se ha protegido bien durante muchas fases pero que nunca se ha visto cerca de la victoria. Un doblete de Aitana y un gol en el descuento de Oshoala ha sentenciado la final.

Gaby, retirada en camilla, pugna por el balón con Bronze.
Gaby, retirada en camilla, pugna por el balón con Bronze. (RFEF)

El Barcelona reedita el título de Supercopa para convertirse en el único equipo que la ha conquistado en tres ocasiones. El buen trabajo de la Real ha provocado que las catalanas hayan tenido que tirar de puntería para imponerse con un marcador mucho más ajustado al de sus dos victorias anteriores en el torneo (7-0 en la final de la temporada pasada ante el Atlético, 10-1 hace tres años frente a la propia Real) y eso también le ha permitido mantenerse viva muchos minutos pero nunca se ha visto cerca de la victoria.

La manta nunca es lo suficientemente larga ante el Barcelona. Ni siquiera suele alcanzar, de hecho, cuando se opta por cubrir sólo medio cuerpo. Porque el Barcelona no ha jugado como acostumbra y ha tenido que recurrir al juego en largo bastante más de lo que le gusta pero es prácticamente imposible completar noventa minutos sin que el equipo blaugrana genere alguna ocasión, e incluso sin que marque, con lo que también lo es aspirar a un resultado favorable si no se le responde. Y eso le ha faltado hoy a una Real, que durante el primer tiempo le ha discutido la posesión al campeón y le ha mantenido lejos de Lete presionando arriba pero a la que no le han llegado las fuerzas para extender su trabajo a la parcela ofensiva. Pocas llegadas al área, menos disparos entre los tres palos y apenas alguna ocasión mínimamente clara. Difícil marcar así para cualquier equipo que no tenga la calidad individual del Barcelona, al que, además, tampoco se le ha visto especialmente incómodo. El mismo empeño que ha puesto la Real en protegerse ocupando bien el campo lo han empleado las catalanas en elaborar un fútbol más paciente pero, al final, igualmente efectivo.

Tampoco habrá ayudado a las donostiarras la acumulación de esfuerzos, especialmente en el caso de algunas jugadoras. En un once en el que apenas se han registrado dos cambios –Amaiur y Jensen por Mirari y Franssi– partía Le Guilly, que se perdió el primer partido de 2023 por problemas físicos pero ha enlazado los otros cuatro pero, sobre todo, cinco futbolistas que han sido titulares en los cinco partidos que ha disputado la Real en estos últimos 16 días: Vanegas, la única que además ha completado los cinco; Eizagirre, que sólo se perdió ocho minutos de la semifinal del miércoles; Iris, Bernabé y Gaby, que sólo se había perdido 45 minutos en Valencia y que hoy tampoco ha completado el choque, lamentablemente en este caso por lesión. La venezolana se ha retirado en camilla a media hora del final tras lastimarse el tobillo derecho en una acción fortuita.

Para entonces su equipo ya perdía por dos goles ante un rival que tampoco había refrescado su once en exceso –tres cambios, uno de ellos forzoso por la sanción de Irene Paredes, expulsada en la semifinal– y quizá por eso tampoco ha podido lanzar esas oleadas ofensivas con las que acostumbra a sentenciar los partidos. Aunque ha sido mayor la responsabilidad de una Real que cerraba bien los huecos y que incluso ha firmado la primera ocasión del partido, forzando un córner que Amaiur ha cabeceado fuera en el segundo palo.

Aunque no acababa de encontrar su sitio, acercándose el cuarto de hora, el Barcelona ha empezado a probar caminos para inquietar a Lete. Ha encontrado rápido el bueno. Se ha ido Geyse de Vanegas, abriéndose un poco y desequilibrando la defensa, lo que ha permitido a Aitana llegar desmarcada para ajustar un disparo raso al palo y anotar el 0-1.

Si ganar al Barcelona es difícil, voltearle un marcador es prácticamente imposible pero la Real no ha querido darse por enterada y ha seguido aplicando su plan. El problema es que lo ha hecho con resultados similares: las donostiarras seguían llegando con cuentagotas y escaso peligro y, aunque no ha ampliado distancias, su rival se ha visto mucho más cerca del gol en sus también escasas ocasiones. Y eso que Lete ha sido una de las mejores, si no la mejor, de su equipo.

Con todo, la Real llegaba viva al descanso. No le ha durado mucho más porque el Barcelona ha vuelto mejor de vestuarios. No ha querido arriesgarse ni esperar demasiado para sentenciar el choque y ha entrado al campo con un puntito más de intensidad. Y de nuevo con la capacidad de definir a la primera. Bien Geyse entrando al área con un caño a Tejada y dejando el balón atrás y bien Aitana, que ha sabido tomar el testigo de Alexia a todos los niveles, y que también ha hecho el 0-2, ajustando ahora un disparo raso desde el semicírculo del área.

El palo ha evitado que Mariona hiciera el tercero casi de inmediato y la Real, reanimada con la entrada de Franssi, ha tenido después algunas buenas ocasiones. Pero la final ya había acabado. El Barcelona se ha ido sintiendo cada vez más cómodo, con el tiempo y la presión corriendo de su lado, y otro pequeño acelerón en la recta final le ha permitido amenzar con el tercero, que ha acabado llegando en el descuento. Lo anotaba Oshoala cabeceando un centro de Bronze.

Se cumplían, en definitiva, los pronósticos pero también se confirmaban los pasos adelante de una Real que ya no se siente condenado al k.o. antes de saltar al ring.

Real Sociedad: Lete; Le Guilly, Tejada, Vanegas, Bernabé; Iris Arnáiz, Gemma; Gaby (Andreia, min.68), Eizagirre, Amaiur (Mirari, min.68); y Jensen (Franssi, min.58).

Barcelona: Paños; Bronze, Marta (Laia Codina, min.89), Mapi León, Rolfo; Aitana, Walsh (Pina, min.68), Patri Guijarro; Paralluelo (Crnogorcevis, min.61), Geyse (Oshoala, min.61) y Mariona (Vicky López, min.89).

Árbitra: Frías Acedo (Aragón). Ha amonestado a Paralluelo (41’).

Goles: 0-1, min.13: Aitana. 0-2, min.46: Aitana. 0-3, min.96: Oshoala.

Incidencias: Final de la Supercopa, disputada en el Estadio Romano José Fouto de Mérida con 6.639 espectadores en la grada.