Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Agitada comisión tras las revelaciones sobre Montejurra: «El carlismo nunca ha sido franquista»

Miembros del Partido Carlista han exigido en una sesión celebrada en el Parlamento navarro «verdad, justicia y reparación» tras las informaciones que apuntan que el Estado reventó la cita de Montejurra 76 para desprestigiar al carlismo oficial, muy crítico con el franquismo y el emérito.

José Lázaro Ibáñez Compains, secretario general del Partido Carlista, muestra una pancarta en el Parlamento navarro con los nombres de los mercenarios que participaron en la denominada ‘Operación Reconquista’
José Lázaro Ibáñez Compains, secretario general del Partido Carlista, muestra una pancarta en el Parlamento navarro con los nombres de los mercenarios que participaron en la denominada ‘Operación Reconquista’ (Iñigo URIZ | FOKU)

Lo ocurrido el 9 de mayo de 1976 en Montejurra no fue «un enfrentamiento de dos facciones carlistas», sino un plan urdido por «un sector de las cloacas del Estado» que «se puso la boina roja» y reventó la cita anual del carlismo por ser contraria a Juan Carlos de Borbón y proclive al socialismo de Carlos Hugo Borbón-Parma. Así lo ha relatado José Lázaro Ibáñez Compains, secretario general del Partido Carlista, en una comisión celebrada en el Parlamento de Nafarroa en la que ha pedido «verdad, justicia y reparación» tras los nuevos documentos revelados que confirman que el Estado reventó aquella cita anual para defender al rey español.

«El régimen del 78 tiene las manos manchadas de sangre y los votos también. Lo que se nos ha hecho es una canallada que no tiene nombre. En la puta vida ha sido el carlismo franquista», ha señalado, visiblemente emocionado, Lázaro Ibáñez Compains, que ha acudido a la comisión acompañado de Jesús María Aragón, secretario general del partido en Nafarroa, José Joaquín Urra y Dolores Goldaraz.

Según ha recordado el secretario general del Partido Carlista, «la versión oficial que se quiere dar y que se ha instalado en la sociedad española» es que hubo «un enfrentamiento de dos facciones carlistas», algo que ha calificado como «falso», tal y como demuestra la documentación revelada por una fuente anónima. A su juicio, la única organización que tenía capacidad de movilización en aquella época era el Partido Carlista. «¿Acaso la otra facción eran los mercenarios fascistas? ¿O el grupo de militares que estaban junto con los mercenarios?», se ha preguntado.

Además, ha afirmado que Juan Carlos de Borbón «está detrás de esta operación» para «destruir al partido, algo que en gran parte consiguieron». «El mismo Franco dice que éramos un movimiento anti-régimen, y el mismo régimen franquista nos rechazaba por ser un movimiento sedicioso», ha apuntado Ibáñez.

Tras Montejurra 76, Ibáñez ha recordado que en 1977 se les prohibió concurrir a las elecciones, y ha afirmado que «muchos jóvenes carlistas» pidieron armas al partido, pero este les dijo que no. «Parte de esa juventud se pasó a ETA y a Terra Lliure. ¿Cuántas familias se destrozaron por aquel crimen de Estado? Yo estuve a punto de dar el paso», ha relatado entre lágrimas, antes de mostrar una pancarta con los nombres de los mercenarios que participaron en aquella operación.

Peticiones

De esta manera, Aragón ha solicitado a la Dirección General de Paz y Convivencia del Gobierno de Nafarroa actualizar el informe ‘El Terrorismo desconocido. Atentados terroristas de extrema derecha en Navarra (1975-1985)’ para contextualizar la situación del carlismo en ese periodo, como propuso el historiador Manuel Martorell.

Además, solicita «un reconocimiento público y la reparación que corresponda» al Partido Carlista, además de reconocer por parte del Gobierno de Nafarroa «la aportación del carlismo a la lucha y concienciación antifranquista durante la dictadura». 

El Partido Carlista solicita además «poner en marcha las medidas necesarias para incluir la explicación de tales acontecimientos» en las actividades del Departamento de Educación.

Así, exige señalizar el monolito dedicado a los dos muertos en Montejurra, Aniano Jiménez y Ricardo García Pellejero, ubicado junto al Monasterio de Iratxe como un lugar de la memoria. Y tras todo lo que se ha conocido, creen además que se «debería cambiar la orientación del Museo del Carlismo de Lizarra», ya que las referencias a los acontecimientos de Montejurra «no es la verdad de lo que ocurrió».

También consideran conveniente que el Parlamento navarro acoja la exposición ‘Contra la dictadura y por la unidad democrática. La lucha del carlismo antifranquista en el 50 aniversario de los organismos unitarios’. Además, instan al Gobierno de Nafarroa a organizar jornadas de estudio donde se analice la actuación política del carlismo durante la dictadura con la participación de historiadores.

Valoración de los grupos

Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha denunciado que Montejurra 76 fue «una operación organizada desde el Estado para atribuir al Partido Carlista una imagen de división y violencia totalmente ultraderechista que no se correspondía con la realidad.

«El tema se archivó con la amnistía decretada por Suárez, el sumario terminó archivado y Manuel Fraga se libró de declarar. Hubo que esperar hasta el 5 de noviembre de 2003 para que se reconociera a estas dos personas como víctimas del terrorismo. Hay una ley navarra para que desde que el Gobierno se aborde este tema», ha remarcado.

El parlamentario de Navarra Suma Iñaki Iriarte ha manifestado su «condena a los asesinatos» y ha reconocido que estos documentos demuestran que «fue una agresión orquestada desde muy arriba» y evidencian que «la imagen mutilada que se ha dado del carlismo es incorrecta porque lo simplifica demasiado» siendo este un movimiento «mucho más plural y profundo».

Desde el PSN, Inma Jurío ha mostrado su deseo de que «logren el reconocimiento judicial por parte de los poderes públicos que les restaure de alguna manera» si pueden ser amparados por la Ley Foral de reparación a víctimas de la extrema derecha, si bien ha discrepado con los ponentes defendiendo que sí existen tendencias carlistas tendentes al franquismo.

El representante de Geroa Bai Jabi Arakama ha lamentado que los documentos hayan tenido que llegar de manos de una filtración anónima y ha urgido a que se modifique la Ley de Secretos Oficiales del Estado, puesto que «las víctimas y el conjunto de la sociedad» tienen «derecho a conocer la verdad en su totalidad como primer paso para avanzar en la justicia y la reparación».

También desde IE Marisa de Simón ha aludido a la «necesidad de abordar una reforma de la Ley de Secretos de Estado que nos permitiría acceder a mucha documentación» para aclarar no solo lo acontecido en Montejurra, sino durante toda la guerra, dictadura y la denominada Transición.