Las autoridades de Turquía han pospuesto de forma «indefinida» la reunión trilateral con Suecia y Finlandia para abordar la adhesión de ambos países a la OTAN tras la polémica por una serie de protestas en Estocolmo en las que se han quemado efigies del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, e incluso ejemplares del Corán.

Así, Turquía ha solicitado la cancelación de este mecanismo trilateral, previsto para impulsar la membresía de estos dos países como parte de la Alianza Atlántica. Estaba previsto que estas conversaciones, que se remontan a agosto de 2022, tuvieran lugar en febrero, según informaciones del diario 'Daily Sabah'.

Las tensiones han aumentado durante las últimas semanas a medida que Turquía ha condenado que Suecia permitiera la realización de las protestas frente a la Embajada turca en el país, y ha seguido acusando a Estocolmo de permitir que seguidores del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) lleven a cabo protestas contra Turquía.

Desde que presentaron la solicitud oficial de adhesión en mayo de 2022 en plena guerra de Ucrania, Suecia y Finlandia han tratado de hacerse con la aprobación turca para unirse al bloque. Sin embargo, Ankara ha pedido una serie de garantías, especialmente a Suecia, relacionadas precisamente con disidentes y refugiados kurdos. Así, ha acusado al país nórdico de «dar cobijo a terroristas».

Sin embargo, a lo largo del último mes se ha incrementado el apoyo por parte de la opinión pública sueca a grupos kurdos, lo que ha provocado un aumento de la tensión entre los dos países, algo que parece poner en peligro las conversaciones.

Finlandia, a lo suyo
La situación ha llevado incluso al Gobierno finlandés a poner sobre la mesa la posibilidad de seguir adelante en el proceso de adhesión sin Suecia. Este mismo martes, el ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, ha reconocido por primera vez que ambos países deben replantearse la estrategia de avanzar juntos si fuera necesario. «Tenemos que estar preparados para reevaluar la situación», ha manifestado.

Suecia sostiene que ha cumplido todos los compromisos suscritos en dicho pacto, pero Erdogan ha advertido de que, tal y como están las cosas, el Gobierno sueco no puede esperar el aval definitivo a la adhesión a la OTAN.