Tyre Nichols murió tres días después de que la Policía de Memphis lo detuviera por presunta conducción imprudente con su moto el 7 de enero. Los agentes lo detuvieron en una parada de tráfico y usaron la fuerza para arrestarlo, según ha informado la cadena CNN.

Demetrius Haley, Desmond Mills Jr, Emmitt Martin III, Justin Smith y Tadarrius Bean, despedidos de la Policía de Memphis la semana pasada, se enfrentarán a cargos de homicidio intencional sin premeditación, agresión con agravantes, secuestro con agravantes y mala conducta.

Estos cinco exagentes, también de origen afroamericano, se incorporaron a la Policía de Memphis en los últimos seis años. Su detención prepara el terreno para la publicación en la tarde de este viernes de las imágenes de vigilancia y de las cámaras corporales de su interacción con Nichols, que según las autoridades locales podrían desencadenar la violencia en la ciudad.

Los abogados de la familia de Nichols han relatado que fue duramente golpeado, citando un video que la familia pudo ver a principios de esta semana. En una rueda de prensa celebrada ayer jueves, en la que se anunciaron los cargos penales, el director de la Oficina de Investigación de Tennessee, David B. Rausch, dijo que las acciones de los agentes eran «absolutamente atroces».

Un vídeo «profundamente perturbador»

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha anunciado que habrá una investigación sobre lo ocurrido, y ha señalado que las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales están trabajando de forma coordinada.

Garland ha indicado en una rueda de prensa que no ha visto el vídeo sobre la paliza que mató al joven, pero sí ha explicado que ha sido informado de su contenido, que es «profundamente perturbador».

Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, ha confirmado que ha visto el vídeo y ha reconocido estar «en shock» por las imágenes.

Garland y Wray han pedido que las movilizaciones convocadas para denunciar la muertes del joven sean pacíficas.

«Modelo a seguir»

En la misma línea se ha pronunciado el padrastro de Tyre Nichols, Rodney Wells, que ha insistido en que los allegados quieren «paz. No queremos ningún tipo de alboroto, no queremos ningún tipo de disturbio. Queremos protestas pacíficas. Eso es lo que quiere la familia, eso es lo que quiere la comunidad».

Asimismo, se ha mostrado «muy satisfecho» con los cargos imputados a los agentes, acusados de «asesinato en segundo grado».

En este sentido, el abogado Ben Crump ha hecho hincapié en la premura con la que se ha procedido a la detención de los implicados. «No es la primera vez que vemos a agentes de Policía cometiendo delitos y ejerciendo una fuerza brutal excesiva contra personas negras en Estados Unidos que estaban desarmadas, pero nunca hemos visto una justicia tan rápida como esta», ha apuntado.

«Este es el modelo a seguir para que cualquier agente, ya sea negro o blanco, rinda cuentas», ha añadido, incidiendo en que no importa si los oficiales eran negros, hispanos o de cualquier otra etnia. «Es el modelo policial el que está en cuestión», ha subrayado. 

Rowvaugh Wells, la madre de Tyre Nichols, por su parte, ha reclamado justicia para su hijo. «Esto no debería haber sucedido», ha manifestado, y ha dicho que, pese a que no ha visto el vídeo, «lo que he escuchado es horrible, muy horrible».