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Todas las personas que ejercen la prostitución en Irun tienen cargas familiares

El Ayuntamiento de Irun ha publicado un informe en el que analiza la prostitución en la localidad. La mayoría son mujeres cis migradas y con cargas familiares.

El Ayuntamiento de Irun ha realizado un estudio sobre la prostitución.
El Ayuntamiento de Irun ha realizado un estudio sobre la prostitución. (Getty Images)

El Ayuntamiento de Irun ha realizado un informe sobre la prostitución en el municipio que pone de manifiesto las actitudes machistas que sufren las mujeres que ejercen esta actividad y las dificultades que encuentran para empadronarse y poder acceder a derechos como la obtención de la tarjeta sanitaria. Los datos expuestos dejan un claro perfil: mujeres cis, migradas y con cargas familiares.

La falta de derechos hace que las mujeres sean víctimas de múltiples discriminaciones, lo que aumenta su «vulnerabilidad, estigma y exclusión social», precisa el estudio, elaborado junto a la asociación Arrats, entidad que lleva más de 20 años acompañando a las personas que ejercen la prostitución en Gipuzkoa.

Y es que el 22% de las personas que ejercen la prostitución en Irun no consigue empadronarse, lo cual les impide el acceso a la TIS, a recibir atención en Lanbide o a poder abrir una cuenta en el banco. En total, el porcentaje de personas que ejercen la prostitución que no ha conseguido tramitar la tarjeta sanitaria asciende al 27%.

La delegada de Igualdad de Irun, Miren Echeveste, ha presentado los resultados del informe, encargado por el consistorio irundarra, con el objetivo de recoger las inquietudes de las personas que ejercen la prostitución en la localidad y dar una mejor respuesta a su realidad. «Sabemos que son altamente vulnerables, que tienen cargas importantes y que necesitan un mejor acceso a las ayudas que prestamos desde las instituciones», ha señalado.

Edades y perspectivas

Si bien la mayoría de personas que ejercen la prostitución son mujeres cis, hay un 7% de mujeres transexuales y un 2% de hombres que también lo hacen. Pese a lo que se tiende a pensar, más de la mitad son mayores de 31 años y el 3% supera los 66 años de edad.

Según el estudio, la mayoría de personas que ejercen esta actividad en Irun procede de América Latina y todas ellas afirman tener cargas familiares de algún tipo. Del texto se desprende que más de la mitad de las personas que ejerce la prostitución se siente juzgada y que el 48% «cambiaría de trabajo» frente al 49% que «no lo haría».

En cualquier caso, todas coinciden en manifestar «las dificultades» que tienen con clientes que tienen «actitudes machistas». En cuanto a las propuestas de mejora en la atención a las personas que ejercen la prostitución en Irun figura la puesta en marcha de un protocolo para garantizar el padrón social, la elaboración de dípticos para profesionales y clientes contra la violencia machista o la formación de profesionales para disminuir el estigma que sufre el colectivo.