La jornada de hoy se antoja clave en el conflicto abierto en Osasunbidea, aunque el efecto de lo que ocurra quizá no tenga traslación inmediata. El SMN se lanzó a la huelga tras recabar un importante apoyo de los facultativos en las tres asambleas que realizó. Arrancaron fuertes, pero una semana después, la dirección del SMN está reuniendo de nuevo a la plantilla para testear la situación. Y todo apunta a que el entusiasmo con la protesta ha caído de forma sustantiva.

El SMN confiaba en llevar a la primera de las asambleas, convocada ayer en Lizarra, una mejora de la propuesta que le planteó el Ejecutivo el lunes de la semana pasada, dos días antes de que se declararan en huelga indefinida. No lo ha logrado. El Gobierno se le ha plantado, con la esperanza de que el otro carril negociador, abierto con el resto de sindicatos, pueda dar solución al conflicto abierto en Osasunbidea.

La dirección del SMN daba ayer palos de ciego en esa asamblea de Lizarra. Para tratar de exaltar los ánimos, denunciaba una caza de brujas, después de la publicación en este medio de que existen médicos que están cobrando de forma indebida el plus de exclusividad, pues también pasan consulta privada, y señalando un caso concreto.

Además, el SMN está trasladando la posibilidad de abandonar la huelga indefinida durante 24 horas para luego retomarla. Estos médicos volverían a trabajar, precisamente, el miércoles 15, que es cuando está llamada a parar toda la Administración. El llamamiento lo lanzaron los sindicatos de la Mesa General de Función Pública para reclamar que la negociación de los salarios, incluidos los de los médicos, vuelva al cauce establecido.

Mientras todo esto sucede, y a expensas de lo que ocurra hoy en la gran asamblea del Hospital Universitario y en el Hospital de Tutera, el Gobierno sostiene que la adhesión a la protesta que protagoniza el SMN está decayendo muy rápidamente.

Menos de la mitad

El Gobierno nunca concedió un gran apoyo a la huelga. El primer día, el miércoles pasado, cifró por debajo del 10% el número de profesionales que la secundaron. Muy probablemente los minusvaloró, cosa que puede hacer elevando los servicios mínimos.

Pero, aun dando por hecho que la adhesión a la huelga es mucho mayor de lo reconocido, no deja de ser llamativo que las cifras de apoyo estén cayendo de forma tan rápida. Según el Gobierno, los médicos que hicieron ayer huelga son menos de la mitad de los que iniciaron la protesta. En concreto, el vicepresidente Javier Remírez aseguró que solo el 3,67% de la plantilla continúa con esta protesta.

Remírez se negaba ayer a que la excepcionalidad de una subida salarial para los médicos se acompañe de una mejora de las retribuciones de la plantilla, como le exigen el resto de sindicatos. Y, de cara a los médicos, el Gobierno insiste en que la última propuesta es ya «inamovible».

Lo que hay sobre la mesa es una subida salarial de 400 euros, que puede ser discutida en la Mesa General.
Ya por la tarde, la dirección del SMN hacía ver que las negociaciones siguen vivas y se abría a lanzar otra contraoferta, en vistas al rechazo social suscitado por la de este martes, en la que centró la desconvocatoria de huelga en una subida salarial de mil euros.