Surne Bilbao Basket afronta su último partido de febrero, que tendrá lugar este sábado a las 18.00 en el Bilbao Arena frente a Covirán Granada. Será este su último encuentro del mes, ya que a cuenta de la Copa, que se celebrará la semana que viene en Badalona entre el jueves y domingo, más el la semana siguiente ligada a las «Ventanas FIBA», la Liga ACB volverá a retomar su actividad habitual el primer fin de semana de marzo, días 4 y 5, mientras que no será el martes 7 del mismo mes de marzo cuando los hombres de negro reciban a Lenovo Tenerife en la cuarta jornada de la liguilla del Top 16 de la FIBA BCL en su grupo L, duelo que se disputará en Miribilla. Con este largo parón en mente, los bilbainos esperan afrontar las próximas semanas sin partidos con la tranquilidad de haber sumado la novena victoria en la competición doméstica.

Con un balance de 8-11, los hombres de negro están bien lejos de los puestos más candentes, toda vez que Manresa y Fuenlabrada comparten la última plaza con solo tres victorias, por cuatro del Betis, cinco de Zaragoza y seis de propio Granada. Por ahora, los de Jaume Ponsarnau ocupan la undécima plaza, mantienen la octava posición a dos triunfos y, como se ve, la zona de peligro está muy lejos.

El propio Covirán Granada es testigo de que, incluso estando inmerso en una racha horrible, no hace falta perder la calma. Es decir, no hay que ocultar que los hombres de negro han perdido sus cuatro últimos duelos, y que después de haber sumado seis victorias en las diez primeros jornadas, los vizcainos han añadido solo dos triunfos en las nueve jornadas siguientes. Sin olvidar eso, hay que volver a poner el foco en el rival de este sábado de los hombres de negro, ya que la escuadra que entrena Pablo Pin conseguía su sexto triunfo el pasado domingo, rompiendo así una racha nefasta de diez derrotas consecutivas

Jugadores clave

«Hemos ido varias jornadas con las ruedas deshinchadas», ha sido la metáfora que ha empleado Jaume Ponsarnau en su alocución semanal para identificar su mal momento. Sabido es que Ludde Hakanson no está físicamente bien, lo cual ha hecho que se perdiera los partidos de Liga ACB ante Obradoiro y de FIBA BCL frente a Lenovo Tenerife, todo ello después de haber estado jugando mermado, ya que Nikola Radicevic no podía sustituir al armador sueco porque el serbio estaba todavía más tocado que este.

Cierto es que ha añadido que «cada vez estamos jugando un poco mejor en esa circunstancia» y ha afirmado que «creo que el sábado vamos a estar mejor al margen de la ayuda que nos va a brindar Miribilla».

En todo caso, mejor si puede contar con Hakanson. Así, sin asegurarlo al 100%, y a sabiendas de que en ningún caso estaría en plenitud de facultades, Jaume Ponsarnau ha dado a entender que el base nórdico volverá frente al conjunto nazarí, con la esperanza añadida de que la selección sueca no se lo llevará en las «Ventanas», sino que podrá ultimar su recuperación durante las dos semanas sin jornada liguera ni continental que van a disfrutar los hombres de negro.

Y si la ausencia de Ludde Hakanson se ha notado mucho en Bilbao Basket, qué decir del pívot Cristiano Felicio en Granada. El interior brasileño se lesionó de cierta gravedad la rodilla mediado el mes de diciembre y todavía le quedan dos meses largos para volver a la competición, amén de tener que volver a ponerse en forma.Hay que recordar que en el choque de primera vuelta, Covirán Granada se impuso al cuadro bilbaino por 99-84 –la que fue la primera derrota bilbaina esta temporada después de que la lesión de Nikola Radicevic cuando los hombres de negro habían logrado adelantarse en el inicio del tercer cuarto mediatizara el partido– con 17 puntos y 7 rechaces del pívot de Minas Gerais.

Ya para cuando se lesionó Granada estaba inmerso en una mala racha de resultados, en buena medida porque un poco antes que Cristiano Felicio se había lesionado Luke Maye, un Luke Maye que escenificó su retorno el pasado domingo después de dos largos meses de ausencia.

Esas bajas, más el constante entrar y salir de un Dejan Todorovic que no podrá vestirse de corto en Miribilla, sumergieron a los entrenados por Pablo Pin en una crisis de resultados que se quebró el domingo pasado, en buena medida gracias al nuevo fichaje Youssou Ndoye y al escolta cedido por el Barça Michael Caicedo.

Por todos estos motivos, Jaume Ponsarnau ha querido subrayar la «trascendencia» del partido del sábado. «Todos los partidos son importantes, pero este es, tal vez, el más trascendente que hayamos jugado hasta ahora», ha indicado el técnico targarino. «Llevamos varios partidos perdiendo, creemos que vamos a estar mejor porque jugamos en casa y ellos más que nadie –en referencia a los aficionados bilbainos– entenderán la trascendencia», ha añadido.

Para poder volver a ganar por primera vez desde el 8 de enero y así cerrar su febrero particular con buen sabor de boca, el técnico bilbaino ha insistido en que «las claves el choque serán coartar la voluntad y habilidad del Granada de correr, tratando de controlar el rebote, las pérdidas y, sobre todo, no hacer errores no forzados».