El terremoto derrumbó varios edificios en Antakya.
El terremoto derrumbó varios edificios en Antakya. (Hassan AYADI | AFP)
La gente camina junto a los edificios dañados en la ciudad histórica de Antakya en Hatay.
La gente camina junto a los edificios dañados en la ciudad histórica de Antakya en Hatay. (Bulent KILIC | AFP)
Un soldado turco camina entre edificios destruidos en Hatay.
Un soldado turco camina entre edificios destruidos en Hatay. (Yasin AKGUL | AFP)
Rescatan a una niña de 12 años en Hatay, Turquía.
Rescatan a una niña de 12 años en Hatay, Turquía. (Yasin AKGUL | AFP)
Una imagen aerea de la ciudad turca Antakya muestra el alcance del terremoto.
Una imagen aerea de la ciudad turca Antakya muestra el alcance del terremoto. (Hassan AYADI | AFP)
En la ciudad siria de Jableh, rescatistas emiratíes trabajan en la búsqueda de víctimas.
En la ciudad siria de Jableh, rescatistas emiratíes trabajan en la búsqueda de víctimas. (Karim SAHIB | AFP)
En Jableh, Siria, están contando con la ayuda de rescatistas emiratíes.
En Jableh, Siria, están contando con la ayuda de rescatistas emiratíes. (Karim SAHIB | AFP)
Tras el terremoto, están utilizando perros de rescate para localizar a las víctimas que han quedado sepultadas bajo los escombros.
Tras el terremoto, están utilizando perros de rescate para localizar a las víctimas que han quedado sepultadas bajo los escombros. (Karim SAHIB | AFP)
Una foto aérea muestra edificios derrumbados en Antakya.
Una foto aérea muestra edificios derrumbados en Antakya. (Hassan AYADI | AFP)
Rescatadores descansan alrededor de una hoguera en Hatay, Turquía.
Rescatadores descansan alrededor de una hoguera en Hatay, Turquía. (Yasin AKGUL | AFP)
Camiones de ayuda humanitaria preparados para viajar a Siria.
Camiones de ayuda humanitaria preparados para viajar a Siria. (Anwar AMRO | AFP)
Voluntarios recogen alimentos y demás productos para las víctimas del terremoto.
Voluntarios recogen alimentos y demás productos para las víctimas del terremoto. (Spencer PLATT | AFP)
Edificio derrumbado en Antakya.
Edificio derrumbado en Antakya. (Hassan AYADI | AFP)
NAIZ

La ONU reconoce que ha «fallado a la gente del noroeste de Siria»

El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, ha reconocido que la organización ha actuado deficientemente a la hora de gestionar la ayuda humanitaria destinada a la población afectada por el terremoto en el noroeste de Siria. En total ya hay más de 33.000 fallecidos.

Un convoy humanitario cruzando el pasado viernes la frontera que une Turquía con las zonas opositoras de Siria.
Un convoy humanitario cruzando el pasado viernes la frontera que une Turquía con las zonas opositoras de Siria. (AFP)

El número de víctimas mortales del terremoto que el lunes pasado arrasó grandes partes del sureste de Turquía y el norte de Siria ya supera los 33.000, al haberse contabilizado casi 30.000 muertos solo en Turquía. A esto se añaden 3.575 fallecidos en Siria, según las últimas cifras contabilizadas en ese país.

La ONU señaló el lunes que número total de fallecidos podría llegar hasta los 50.000.

En ese contexto, el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, ha reconocido este domingo que su organización «ha fallado a la gente en el noroeste de Siria», una de las zonas más afectadas por los terremotos que azotaron el país árabe y adonde apenas ha llegado ayuda humanitaria.

«Hasta ahora le hemos fallado a la gente en el noroeste de Siria. Con razón se sienten abandonados, buscando ayuda internacional que no ha llegado», ha escrito en su cuenta de Twitter Griffiths, que también ha indicado que se encuentra en la frontera turco-siria, sin especificar de qué lado.

Desde el seísmo del pasado lunes, el grupo de rescatistas Cascos Blancos denuncia que no ha recibido ayuda de las Naciones Unidas en las zonas opositoras del noroeste de Siria, de difícil acceso puesto que solo se puede llegar por un único paso fronterizo, el de Bab el Hawa, que conecta Turquía con la provincia siria de Idlib. Incluso el líder del grupo de rescatistas, Raed Saleh, dijo el viernes que «la burocracia de la ONU participó en la matanza del pueblo sirio».

Ante el aluvión de críticas contra las Naciones Unidas, Griffiths ha explicado en Twitter que su «deber y obligación es corregir esta falla lo más rápido que podamos».

El primer convoy de ayuda humanitaria de la ONU llegó al noroeste sirio el pasado jueves, casi cuatro días después de los seísmos que devastaron esta región del país árabe, pero el envío no incluyó comida ni maquinaria para las labores de rescate.

De hecho, no fue hasta este sábado cuando llegó el primer convoy del organismo con suministros específicos para los afectados por el terremoto en las áreas rebeldes y el tercero de la organización que entró a Bab al Hawa desde el terremoto inicial registrado la madrugada del lunes.