Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El jurado popular del patio de butacas

SAINT OMER. EL PUEBLO CONTRA LAURENCE COLY
Estado francés. 2022. 122’ Tit. orig.: ‘Saint Omer’. Dtora.: Alice Diop. Guion: Alice Diop, Amrita David y Marie N’Diaye. Int: Guslagie Malanda, Kayije K.

Guslagie Malanda es la inmigrante senegalesa acusada de asesinato.
Guslagie Malanda es la inmigrante senegalesa acusada de asesinato. (n)

​La cineasta de ascendencia senegalesa Alice Dipo no ha podido tener un mejor estreno en la ficción, tras dirigir los documentales sobre inmigración ‘La permanence’ (2016) y ‘Nous’ (2021). Con su primer largometraje ha ganado el César a la Mejor Ópera Prima, a la vez que en la Mostra de Venecia se llevaba también el galardón a la Mejor Ópera Prima y el Gran Premio del Jurado. En el festival de Sevilla se hizo con el Giraldillo de Oro a la Mejor Película y el premio de Mejor Guion.

Puede parecer mucho reconocimiento internacional para una debutante, pero se lo ha trabajado a pulso. Han sido seis años desarrollando la idea de ‘Saint Omer’ (2022), que le vino cuando asistió en el año 2016 al juicio contra Fabienne Kanou, que condenó a esta inmigrante senegalesa a veinte años de cárcel por asesinato. La acusada protagonizó este caso real en el año 2013, cuando dejó que a su bebé se lo llevara la marea en una playa. Alice Diop estaba en aquel momento embarazada, y se sintió tan conmocionada por las circunstancias sociales y vitales de la condenada que empezó a escribir el guion para intentar superar la angustia que le produjo toda aquella fatalidad.

Alice Diop establece en la película un interesante juego metaficcional, en el que utiliza como alter ego a la actriz Kayije Kagame en el papel de una escritora situada entre el público presente en el juicio, y que se encuentra preparando una nueva adaptación del mito de Medea mientras cuida de su embarazo. Una persona a la que los testimonios de la acusada le resquebrajan sus convicciones, sintiéndose identificada con ella en muchos aspectos. La directora interpela desde su posición al espectador, invitándole a que se sienta como si fuera un miembro del jurado popular. Al escuchar las palabras de Laurence Coly en la interpretación de Guslagie Malanda, que no niega su crímen, pero afirma haber actuado bajo un hechizo o embrujamiento. La defensa esgrime su condición de mujer maltratada y sometida a ataques racistas.