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Anjel Lertxundi y la mexicana Ribera Garza reciben el premio Gutun Zuria

El escritor vasco Anjel Lertxundi y a la autora mexicana Cristina Rivera Garza han recibido este viernes los segundos premios de honor BBK Gutun Zuria Bilbao por sus respectivas trayectorias literarias.

Rivera Garza y Lertxundi han recibido sus ‘makila’-s en la Alhóndiga bilbaina.
Rivera Garza y Lertxundi han recibido sus ‘makila’-s en la Alhóndiga bilbaina. (AZKUNA ZENTROA)

El escritor vasco Anjel Lertxundi y a la autora mexicana Cristina Rivera Garza han recogido este viernes en la Alhóndiga bilbaina las ‘makila’ que simbolizan los premios de honor BBK Gutun Zuria Bilbao.

Tras recibir la distinción, el novelista, ensayista y crítico literario, y Premio Nacional de Ensayo 2010 y Premio Euskadi de Literatura en 1983 y 2001, Anjel Lertxundi (Orio-Gipuzkoa, 1948), ha realizado un discurso muy crítico con el capitalismo «despiadado» y motor de la globalización que solo busca el beneficio, que no tiene en cuenta a las personas y que olvida las periferias, como el arte y la cultura.

Ha señalado que los que no participan o quedan excluidos de la globalización deben de adecuarse a la velocidad a la que funciona el mundo y mirarlo con los ojos actuales «aunque yo, cada vez que aparece la palabra globalización, automáticamente pienso en la periferia y en que tenemos que cuestionar permanentemente esa globalización».

Lertxundi también ha agradecido al Festival de las Letras de Bilbo su empeño, desde su nacimiento, «por tener en cuenta a esa periferia y a esa literatura olvidada por el capitalismo y la globalización».

La novelista, poeta, cuentista y ensayista mexicana Cristina Rivera Garza, nacida en 1964 en Matamoros, junto al río Bravo que separa el país azteca de los Estados Unidos, donde vive y escribe desde hace 30 años, y presentada por el Festival como una «voz comprometida con las personas y los derechos humanos», ha agradecido a las instituciones que «sigan creyendo en la literatura y en su importancia para la sociedad».

Ha apuntado que su trabajo literario en Estados Unidos, donde produce tanto libros en español como en inglés, le ha servido para «estar siempre en un estado crítico y de alerta, respecto a lo que el lenguaje hace en nuestro mundo a lo que nosotros mismos somos capaces de hacer a través de él».

«En todo caso -ha enfatizado- para mí lo importante es la capacidad del lenguaje para poner en cuestión y subvertir, cuando se pueda, las narrativas del poder, con las que pretenden convencernos de las cosas son así y que así se van a quedar».

«Yo creo que una de las grandes virtualidades de la literatura es poner en cuestión lo que parece que así es y así se va a quedar. Esta es la gran virtud de la literatura y lo que a mi me tiene volviendo una y otra vez a ese trabajo en apariencia solitario que es la escritura», ha concluido.