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Un juzgado confirma que no protegieron del amianto a la plantilla en Lemoiz y otras fábricas

La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi ha dado a conocer que el Juzgado de lo Social Nº 1 de Bilbo ha desestimado los recursos de Petronor e Iberdrola contra la resolución que indicó que no cumplieron las medidas de seguridad y salud en la construcción de la central de Lemoiz, entre otras.

Asviamie se concentró en Bilbo en diciembre.
Asviamie se concentró en Bilbo en diciembre. (Marisol RAMIREZ)

El Juzgado de lo Social número 1 de Bilbo ha desestimado los recursos judiciales de Petronor SA e Iberdrola Generación SA contra la resolución del Instituto de la Seguridad Social que les impone a ambas una sanción de Recargo de Prestaciones del 30%, por la falta de medidas de seguridad y salud con el amianto en las obras de construcción de la central nuclear de Lemoiz, la refineria de Somorrostro y las centrales térmicas de Santurtzi y Pasaia.

El incumplimiento de las medidas de seguridad y salud causó la incapacidad absoluta y la muerte a un empleado de la subcontrata Itasa, según ha dado a conocer la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie).

Petronor e Iberdrola fueron condenadas a pagar solidariamente al trabajador afectado la cantidad de 324.540,69 euros en concepto de daños y el TSJPV confirmó la condena ante los recursos empresariales. El trabajador se dedicó durante su vida laboral a realizar actividades de aislamiento en construcción o mantenimiento de tuberías, tanques, conductos o depósitos de elementos calientes, para lo cual manipulaba o cortaba placas de amianto, donde se liberaban fibras, para adaptarlas a la superficie a aislar, y después lo forraba con aluminio. En las numerosas reparaciones que se realizaron, era habitual la operación «quita y pon del amianto», afirma Asviamie.

Como empleado de Itasa, trabajó entre 1979 y 1981 en el proyecto de central nuclear de Lemoiz (luego frustrado), sin recibir prendas de protección específicas, según recogen las sentencias, y tampoco se le informó del riesgo. No se señalizaba que estaban trabajando con amianto, ni tenían taquillas dobles para la ropa de trabajo o de calle.

Similar incumplimiento se produjo en las centrales térmicas de Santurtzi y Pasaia, durante los años 1985 y 1986, pese a que la legislación requería mayores exigencias de seguridad. En la refinería de Somorrostro, a la que el empleado acudió en 1970 y los años posteriores para realizar trabajos de mantenimiento, eran nulas las medidas de seguridad con el amianto. Durante 31 años y medio, el trabajador realizó esa actividad en diferentes centros de trabajo sin que la empresa Itasa, que lo empleaba, lo registrase en Osalan como «trabajador expuesto al amianto».

En 2017, al trabajador se le detectó un importante engrosamiento pleural y más tarde, un mesotelioma epitelioide pleural maligno. Un año más tarde, el INSS le reconoció la incapacidad permanente absoluta, derivada de enfermedad profesional.

Responsabilidad empresarial

En diciembre de 2020, el INSS de Bizkaia emitió una resolución declarando la existencia de responsabilidad empresarial en la falta de medidas de seguridad y salud en la causa de la enfermedad profesional, con cargo exclusivo a Iberdrola Generación SA y Petronor SA. En la misma, sancionó a ambas empresas a pagar un recargo del 30% en todas las prestaciones de Seguridad Social, es decir, en incapacidad absoluta, auxilio por defunción, pensión de viudedad e indemnización a tanto alzado de seis mensualidades.

Tanto Petronor como Iberdrola reclamaron anular el recargo. La primera afirmó que no le constaba la presencia del trabajador en la primera ni segunda ampliación de la refinería y añadía que no se usó amianto. Iberdrola alegaba la ausencia de responsabilidad, pese a los hechos probados y juzgados en la sentencia firme de 14 de enero de 2020. Asimismo, las empresas no acreditaron que cumplieran sus deberes preventivos en relación al amianto presente.

Asviamie ha manifestado su satisfacción por la sentencia, «que condena una vez más a las empresas, dejando al descubierto el grave incumplimiento empresarial de las medidas preventivas frente al cancerígeno». La asociación considera «escandaloso que estas grandes empresas, dotadas con importantes recursos técnicos y sanitarios, perfectas conocedoras del riesgo cancerígeno del amianto, mostrasen nulo interés en proteger los daños a la salud», ya que el amianto causa más muertes que los accidentes, han explicado.