Partidazo en el Santiago Bernabéu. Cualquier aficionado al fútbol –sobre todo el neutral– habrá disfrutado del espectáculo que han ofrecido el Real Madrid y el Manchester City en el partido de ida de las semifinales de la Champions League. Partido de gran alto nivel al que se ha ausentado Haaland, muy errático en todo el partido, bien defendido por Rüdiger y Alaba.

Al final, tablas en el marcador gracias a sendos zapatazos de Vinícius en la primera parte (min. 36) y de De Bruyne en la segunda (min. 67). Por tanto, el pase a la final se decidirá el 17 de mayo en el Etihad Stadium.

Mientras esperábamos al “cyborg” noruego de 22 años Erling Haaland, ha sido otro prodigio de la misma edad quien ha destacado. El brasileño Vinicius, único goleador en la final de la pasada edición ganada por el Madrid en el Stade De France (1-0 ante el Liverpool), ha proseguido su excelente temporada con un gol memorable que ha despejado el palo izquierdo de Ederson.

Por el contrario, Haaland, codiciado desde años por la “Casa Blanca” antes de su partida a Inglaterra el verano pasado, descubrió por vez primera el estadio Santiago-Bernabéu y ha experimentado su irracional efecto devastador en las noches de Champions League.

“El Rey y su copa”, mostraba el tifo desplegado por la curva norte antes del saque inicial, con una “Copa orejuda” grabada con el número 14, en referencia al récord de coronación europea del Madrid.

Y el coloso del City, todopoderoso como es, se ha mostrado casi transparente en la noche del martes, cansado por el impacto físico impuesto por David Alaba, Antonio Rüdiger, Eduardo Camavinga y Dani Carvajal, y desalentado por Thibaut Courtois.

Antes del gol de 'Vini', los merengues habían sufrido seis avisos del Citizen, incluidos cuatro lanzamientos a puerta. Pero el disparo de Rodri (min. 14) o los dos intentos de de Erling Haaland (min. 15 y 16) fueron contrarrestados por un portero belga de grandes noches.

Courtois y Henderson decisivos

Courtois ha multiplicado las intervenciones decisivas, como la atajada con la derecha sobre Kevin de Bruyne (min. 52), pero nada ha podido hacer ante el soberbio disparo de su compatriota en el 67, cuando el Manchester City parecía más cerca de encajar el 2-0 que hacer el empate.

Porque hasta entonces, el plan de Carlos Ancelotti había funcionado a la perfección. «Sacar la ventaja no está necesariamente en el marcador: cuando tienes buenas sensaciones, que no sufres demasiado, que evitas problemas y que le creas problemas al rival, también es positivo», declaró este lunes Carletto en la conferencia de prensa previa al partido.

Con 190 partidos, el técnico italiano también ha igualado este martes a Alex Ferguson como el entrenador que más partidos de Champions ha dirigido en la historia.

Pero a pesar de un cabezazo de Karim Benzema desde muy cerca que salvó Ederson (min. 78), un chut de su compatriota Aurélien Tchouaméni en el 90, y las repetidas arengas de Vinícius ante la grada norte del Bernabéu (63.437 espectadores), el Etihad Stadium será quien dicte sentencia entre el City y el Madrid.