Ainara Lertxundi
GARAren edizio taldeko kidea / Miembro del equipo de edición de GARA
Elkarrizketa
Jadiyetu El Mohtar
Delegada del Frente Polisario en la CAV

«Celebramos este 50 aniversario con ilusión y ganas de seguir luchando»

Diplomática y miembro de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, Jadiyetu El Mohtar es la delegada del Frente Polisario en la CAV. El movimiento saharaui acaba de cumplir 50 años. Efeméride que se celebra en un contexto de represión, de cambio de postura de Madrid y de reanudación del conflicto.

Jadiyetu El Mohtar,  delegada del Frente Polisario en la CAV, durante la reciente presentación en Bilbo del documental «Insumisas», realizado por el Instituto Hegoa.
Jadiyetu El Mohtar, delegada del Frente Polisario en la CAV, durante la reciente presentación en Bilbo del documental «Insumisas», realizado por el Instituto Hegoa. (Miguel Angel HERRERA)

En medio de una frenética agenda por las celebraciones del 50 aniversario del Frente Polisario, Jadiyetu El Mohtar resalta en entrevista telefónica a NAIZ que «hoy más que nunca, estamos orgullosos de formar parte de este movimiento de liberación nacional» y censura el cambio de postura del presidente español, Pedro Sánchez, con respecto al Sáhara. Ayer se sumó a la manifestación que recorrió las calles de Bilbo en denuncia de la ocupación marroquí.

¿Cómo afronta el Frente Polisario su 50 aniversario?

Desde los territorios ocupados, campamentos de refugiados y la diáspora, los saharauis estamos celebrando este 50 aniversario con muchísima determinación, ilusión y ganas de seguir luchando y reivindicando nuestro derecho. Hoy, más que nunca, estamos orgullosos de formar parte de este movimiento de liberación nacional.

El Frente Polisario es el elemento aglutinador de todos los saharauis. 50 años después, los saharauis estamos orgullosos de haber resistido todas las embestidas.

El Frente Polisario sigue liderando una resistencia que cumple hoy 50 años y está dispuesto a cumplir otros 50 con tal de conseguir el respeto a la voluntad del pueblo saharaui de ser libre y soberano.

¿Qué radiografía hace de la situación en los territorios ocupados, en los campamentos y en las zonas liberadas?

En los campamentos, la radiografía es preocupante, porque hay una población de más de 200.000 refugiados que viven en condiciones extremadamente duras. Dependen de la ayuda internacional, que cada vez escasea más porque hay una crisis alimentaria mundial y porque, además, ciertas potencias financiadoras del Programa Mundial de Alimentos de la ONU presionan al Polisario para que acepte soluciones fuera del contexto de la legalidad internacional.

«Llevo 47 años sin poder ver a mi madre, a mis hermanos y tías. Solo puedo hablar con ellos por teléfono. Marruecos les prohíbe salir y a mí, entrar»

Lo más preocupante es la situación de la población civil saharaui en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, que sufre una oleada de represión, recrudecida tras la ruptura del alto el fuego el 13 de noviembre del 2020 y el apoyo de Pedro Sánchez a una autonomía para el Sáhara Occidental. Eso ha hecho que Marruecos aplaste la resistencia pacífica.

Activistas mujeres como Sultana Jaya, Mina Baali y muchas otras han sufrido el asedio, arrestos, incluso la violación sexual solo por reivindicar el derecho del pueblo saharaui. Todo esto tiene lugar en el más absoluto silencio de los medios de comunicación, y bajo una complicidad tremenda de la Unión Europeas.

¿Cómo valora el cambio de postura de Madrid? ¿Qué implicaciones tiene?

El rechazo de los saharauis es unánime. Un rechazo que también han expresado los diferentes pueblos del Estado español, fuerzas políticas, el Congreso. Incluso el Consejo de Seguridad ha afirmado que la solución del conflicto no puede estar fuera del marco de Naciones Unidas.

Afecta porque le da un balón de oxígeno a Marruecos para seguir violando los derechos humanos, burlando la legalidad internacional y explotando de manera ilegal los recursos naturales del pueblo saharaui. Esta explotación sirve para consolidar la ocupación y el muro de la vergüenza que divide el Sáhara Occidental. Pero el cambio inexplicable y vergonzoso de Sánchez no cambia la naturaleza jurídica del territorio saharaui, que sigue siendo un territorio pendiente de descolonización.

Rabat también cuenta con el apoyo de París.

Francia siempre ha apoyado las tesis expansionistas de Marruecos, pero en ningún momento ha reconocido la autonomía como una solución única y válida para el Sáhara Occidental, como lo ha hecho Sánchez. Eso hay que decirlo así. El único apoyo de Francia ha sido vetar, por ejemplo, que la misión de Naciones Unidas pueda supervisar la protección de los derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.  

Denuncia que después de Israel, Marruecos es el país que más violaciones de derechos humanos comete.

Los métodos de Marruecos son absolutamente idénticos a los que Israel usa contra los palestinos. En la zona del norte de África y, concretamente, en los territorios ocupados tenemos al Ejército de Israel asesorando al marroquí, que está asesinando a civiles saharauis con drones no pilotados.  

¿Qué le ha aportado su militancia en el Polisario?

Como saharaui me vi involucrada en un proceso de liberación a una edad muy temprana, en un momento en el que tenía proyectos personales ambiciosos de formación. Pero el abandono de España y la posterior ocupación han marcado nuestras vidas y nos han marcado un rumbo que quizás no hubiéramos elegido para nosotros. Te ves involucrada en el activismo cuando quizás nunca hubieras pensado llevar a cabo este rol político.

«Me siento orgullosa de haber formado parte de una élite de mujeres que de alguna manera hemos allanado el camino a las futuras generaciones de féminas saharauis»

Desde el punto de vista personal me siento realizada, estoy haciendo todo lo que puedo por mi pueblo y me siento orgullosa de haber formado parte de una élite de mujeres que, de alguna manera, hemos allanado el camino a las futuras generaciones de féminas saharauis para que se empoderen y para que tomen las riendas de sus vidas, no solamente como personas, sino también para formar parte de un colectivo de mujeres en una sociedad que siempre ha sido libre y que debe seguir siéndolo.

Es también miembro de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis. ¿Qué rol ha jugado y juega la mujer saharaui?

Cuando el Frente Polisario se constituye, allí estábamos las mujeres. Lucharon contra el colonialismo español, abasteciendo la retaguardia, estando en la primera línea de las manifestaciones pacíficas para reivindicar la autodeterminación. Cuando España abandona el territorio, las mujeres siguieron en primera línea de la resistencia. Somos fundamentales para la construcción del Estado saharaui.

¿Cuál ha sido el momento más difícil en estos largos años de militancia?

Lo más duro es tener la familia dividida. Una parte de mi familia está en los territorios ocupados. Llevo 47 años sin poder ver a mi madre, a mis hermanos y tías. Solo puedo hablar con ellos por teléfono. Marruecos les prohíbe salir y a mí, entrar.

«Los métodos de Marruecos son absolutamente idénticos a los que Israel usa contra los palestinos»

El muro de la vergüenza no solo divide el territorio, también fractura a las familias. A los saharauis que formamos parte del activismo contra la ocupación nos está vetado ir al Sáhara Occidental. No nos dejan entrar ni vivos ni muertos, Marruecos también prohíbe que seamos enterrados en nuestra tierra.

Esta fractura es una de las consecuencias menos abordadas de la ocupación.

Este aspecto humano es el que menos se aborda porque Marruecos ha intentado silenciar el drama del pueblo saharaui. En los medios de comunicación no se habla de esta fractura y del impacto psicológico que conlleva. La presencia colonial de Marruecos va más allá del expolio, de la adquisición ilegal de territorios y de la violación de la legalidad internacional. El daño moral, físico y cultural de la ocupación con la complicidad del Estado español –que no es capaz de apoyar una solución política– es algo que les tocará solventarlo a las generaciones futuras.