El certamen es mucho más que un aparador de estrellas y un contador de aplausos. Dentro del marco del Marché du Film, que este año ha acogido a España como País de Honor, se cuecen las habas que alimentarán nuestra cinefilia, donde los contactos se establecen y los pactos se afianzan. Hoy a las 16.00, dentro del marco de España como País de Honor en el mercado, se ha celebrado un encuentro con profesionales de toda la industria para difundir el buen estado del cine fantástico vasco y para discutir qué es y cómo se rueda en Euskal Herria. Han debatido, como máximas cabezas de la industria, Josemi Beltrán, responsable de la Unidad de Cine del Ayuntamiento de Donostia; Iñaki Gómez, productor en la antigua Irusoin (‘La trinchera infinita’); y los directores Carlota Pereda (‘Cerdita’) y Paul Urkijo (‘Irati’), en una mesa redonda moderada por Mónica García Massagué, directora de la Fundación Sitges. Las conclusiones de la charla –que no debemos relajarnos ante la explosión de producciones fantásticas vascas– habrán importado menos que la asistencia que ha tenido el evento.

‘Extraña forma de vida’ de Pedro Almodóvar causa estragos

En Cannes se mueven las fichas de los titulares del mañana, y así nos enterábamos hoy de que ‘Robot Dreams’, del bilbaíno Pablo Berger (‘Blancanieves’) ha sido adquirida en el Mercado por Neon, responsable de grandes fenómenos como ‘Parásitos’, ‘Yo, Tonya’ o ‘El triángulo de la tristeza’, por lo que verá su estreno internacional en las manos de un gigante. En Sección Oficial, el gran gigante de la velada fue ‘Extraña forma de vida’, nueva muestra de que, tras estrenar ‘La voz humana’ y a pesar de la cancelación de su proyecto con Cate Blanchett, Pedro Almodóvar se ha hecho al formato corto y al reparto internacional. Aquí, Pedro Pascal y Ethan Hawke dan vida a dos vaqueros que tuvieron un affair veinticinco años atrás y que vuelven a encontrarse, hoy con segundas intenciones. La película, un melodrama de raíz teatral, encapsula en 31 minutos el potencial emotivo de un serial entero: del sexo placentero y desenfadado a los abismos trágicos de aquellas decisiones tomadas porque no había otra. Almodóvar cultiva perlas entre los films expansivos de la Competición.

Con ‘Monster’, Hirokazu Koreeda sube la apuesta

Después de la templada recepción crítica de ‘La verdad’ y ‘Broker’, el cineasta japonés necesitaba un éxito rotundo para volver a esa primera línea cinéfila a la que ‘Un asunto de familia’, Palma de Oro en 2016, lo había elevado. Si bien las primeras reacciones en medios han sido positivas pero no entusiastas, ‘Monster’, opaca y existencialista como sus ‘El tercer asesinato’ o ‘Nadie sabe’, podría ser la pieza que sorprendiera al Jurado Oficial, presidido por el nihilista Ruben Östlund. Replicando la narrativa caleidoscópica de ‘Rashomon’, ‘Monster’ recoge la caída en desgracia de un niño, Minato (Soya Kurokawa), después de que confiese a su madre que su profesor le ha maltratado en clase. Jugamos a que desde la perspectiva del docente los hechos sean percibidos de forma radicalmente opuesta –ahí no hay sorpresa alguna–, pero nos sorprendemos por la tenacidad de la propuesta: sobre la mesa de montaje, Koreeda ha depurado su narrativa hasta llevarla a la mínima expresión posible, confiando en la inteligencia del patio de butacas para hacerla avanzar. Así es que, aunque perdamos los cabos, al final de la película la lágrima caiga por méritos propios, no por impostura.

Harrison Ford vive, la fiesta sigue

Con sus ochenta años, el actor acaba de subir las escaleras que llevan al Gran Teatro Lumière, donde proyectará su última película con el sombrero de arqueólogo aventurero. Le han acompañado James Mangold, quien ha sustituido a Steven Spielberg en la dirección, Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen y otras cabezas del reparto, en la que se sabe será la proyección más larga de toda la saga (de las dos horas de promedio, a más de dos y media). Su presencia ha avivado la alfombra roja como el año pasado lo hizo Tom Cruise, y sus grupo de cazas, por el estreno de ‘Top Gun Maverick’.