Iñaki  Iriondo
Cronista político

Donostia admitirá en su red el agua de Zubieta prohibida para ser vertida a Arkaitzerreka

El Ayuntamiento de Donostia negó primero la autorización a GHK para verter a su red aguas de la incineradora que no cumplen condiciones para ir a Arkaitzerreka. Según Aguas de Añarbe, son «no domésticas». Pero GHK ha alegado que son aptas sin más aportación que su palabra y Donostia lo ha aceptado.

Imagen de las instalaciones de la incineradora de Zubieta.
Imagen de las instalaciones de la incineradora de Zubieta. (Gorka RUBIO | FOKU)

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) ya reconoce que en julio de 2022 se produjo «una fuga de lixiviado por el dren de fondo» de la incineradora de Zubieta que llegó a Arkaitzerreka. Ante ello, pidió al Ayuntamiento de Donostia permiso para «la construcción de un sistema de bombeo a la salida del tubo dren de fondo» de la incineradora. Se presenta como una «medida de seguridad adicional para garantizar que no lleguen vertidos de lixiviado a la regata de Arkaitz, en el supuesto muy improbable de que eso se produzca» y  «las aguas no cumplan» los «parámetros de vertido a río».

¿A dónde irían esas aguas no aptas para el río? ¿Bombeadas a la red que lleva a la depuradora de ‘Aguas de Añarbe’?

Primero, Donostia dice no

En una primera respuesta, del 16 de diciembre de 2022, vez, el Ayuntamiento de Donostia no autoriza la operación. Asegura que «la red de saneamiento de fecales existente en el polígono de Eskutzaizeta solo está prevista para vertidos domésticos o asimilables, y no para vertidos de carácter industrial o de naturaleza diferente. La incorporación de este tipo de vertidos a la red puede ocasionar problemas de riesgo difícilmente evaluable en el resto de usuarios de la zona (olores, gases,...) Además se trata una red limitada en su capacidad, por lo que incorporar caudales de cierta entidad puede suponer problemas de funcionamiento (atascos, vertidos incontrolados en otros puntos,...)».

La incineradora de Zubieta, en este momento, según el documento, «dispone únicamente de una acometida de fecales a la red de saneamiento municipal para dar servicio a los vestuarios y oficinas del completo, no para otros usos».

Ante esta respuesta, GHK alegó que «el agua bombeada desde el tubo dren sería básicamente agua de lluvia con trazas de posibles lixiviados, muy diluidos. Agua inodora en todo caso y sin riesgo de emanar gases». Y aunque no cumplen los parámetros de vertido a río, el director general del Consorcio, César Gimeno, firma que «las aguas fecales que trata ‘Aguas de Añarbe’ presentan un nivel de contaminación mayor».

Pues entonces sí

Ante estas alegaciones, el 13 de febrero rectificó su posición, apuntando que «con la documentación aportada parece previsto un control continuo de la calidad del vertido a recoger que se pretende incorporar con posterioridad a la red de saneamiento de fecales existente en el polígono de Eskutzaizeta, y que dicho vertido es asimilable a doméstico».

Por ello, «autoriza la incorporación de este nuevo vertido a la red de saneamiento municipal, siempre que su carácter sea asimilable a un vertido doméstico».

Según el Reglamento de Saneamiento de Donostia este tipo de vertidos no se pueden hacer sin un tratamiento previo, que en las alegaciones de GHK no aparece. La incineradora solo dice que las aguas serán como de un vertido doméstico, sin explicar cómo lo garantizarán.

Para Añarbe: «no doméstico»

Sin embargo, se da el hecho que cuando GHK se ha dirigido a Aguas de Añarbe para pedir una «autorización puntual de vertido a la red de saneamiento» de «aguas pluviales utilizadas en pruebas de estanqueidad» su clasificación ha sido la de «no doméstico singular», como ocurrió en octubre de 2022 y enero de 2023.

El Ayuntamiento de Donostia debería conocer este dato, puesto que forma parte de Aguas de Añarbe. Con su autorización permite estos vertidos sin la debida petición de permiso a Añarbe, que GHK podría suponer que seguramente no se la daría.

Ante estos hechos, GuraSOS pide al Ayuntamiento que rectifique, porque «va a permitir que sustancias tóxicas terminen vertiéndose en Mompás-Zurriola donde desemboca la red de saneamiento».