El Red Bull de Max Verstappen sigue siendo insuperable, llueva, truene o haga sol. El Gran Premio de Mónaco se ha convertido en una improvisada pista de patinaje en la que los pilotos han tenido que afinar mucho su tacto. No han sido pocos los que han librado la carrera sin un golpe leve contra las paredes del circuito urbano de Montecarlo, aunque solo han abandonado dos.Tras el piloto neerlandés, que ha reforzado su liderato al no puntuar el mexicano de Red Bull Sergio ‘Checo’ Pérez, ha estado flanqueado por Fernando Alonso –Aston Martin– y Esteban Ocon –Alpine– en el podio. «Ha sido una carrera muy difícil y dura, pero también muy divertida», ha celebrado el flamante líder del Mundial de Fórmula Uno durante la vuelta de honor luego de terminada la carrera.

La prueba ha arrancado con el asfalto seco pero amenaza de lluvia, una amenaza que se ha cumplido mediada una prueba de 78 vueltas. Nadie ha arriesgado de más en esas primeras vueltas con el piso seco, de forma que, excepto un Pérez que ha buscado una remontada imposible, el resto de pilotos han llevado a cabo una carrera similar al de un tiovio. Verstappen se ha destacado desde el propio arranque, ante un Fernando Alonso que ha optado por neumáticos de compuesto duro y un Esteban Ocon que ha sabido mantener a raya al madrileño Carlos Sainz, que ha pagado su exceso de ambición con un trompo, cayendo a la octava plaza, en otra mala jornada para Ferrari, ya que Charles Leclerc tampoco ha podido pasar de la sexta posición.

Mientras, a la chita callando, los Mercedes de Hamilton y George Russell han ido escalando posiciones hasta acabar en la cuarta y quinta posición, respectivamente.

Las radios han echado humo a lo largo de las 78 vueltas del Gran Premio de Mónaco, ya que la lluvia ha tardado en caer. Pero cuando ha llegado, ha caído con ganas. Las partes más lentas del circuito monegasco se han puesto muy difíciles de controlar y solo la combinación de algo de pericia de los pilotos y sobre todo, por culpa de las estrecheces de un circuito en el que adelantar es poco menos que un milagro, las posiciones apenas han variado.

La mayoría de adelantamientos han tenido lugar en los múltiples cambios de neumáticos, con equipos que han estado más o menos atinados a la hora de elegir las gomas. Fernando Alonso, por ejemplo, no ha perdido posición alguna, pero sí es verdad que elegir neumáticos medios para seco cuando la lluvia ya estaba arreciando ha sido un tremebundo error, un fallo no solo achacable a Aston Martin, ya que el piloto y su escudería consensúan estas estrategias, incluso los cambios sobre la marcha, ya que para eso les sirve su comunicación por radio.

ese error ha obligado al ovetense a cambiar ruedas a lluvia intermedia –la parte más rápida de la pista estaba relativamente bien, la parte más lenta estaba para lluvia extrema–, algo que sus rivales también han hecho, ya que por momentos los coches han parecido ingobernables.

Después de varias vueltas de caos puro y duro, en el que milagrosamente no ha habido ningún accidente grave ni ha hecho falta el «safety car» –lo más probable es que la prueba hubiera sido muy distinta en ese caso, pero eso nunca se podrá saber–, la tormenta ha ido amainando y los puestos se han estabilizado definitivamente, lo cual ha servido para que Verstappen haya podido sumar un nuevo triunfo, con lo que aumenta todavía más su ventaja respecto de ‘Checo’ Pérez, segundo en la clasificación a 39 puntos, con Fernando Alonso en tercer lugar.

Todos los tiempos y clasificaciones se pueden consultar en la página especial de NAIZ sobre la Fórmula Uno.

La próxima prueba del calendario se disputará el fin de semana que viene, ya que el circuito de Montmeló acogerá el Gran Premio de Catalunya.