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Cientos de kilómetros cuadrados anegados y primeras víctimas del desplome de la presa Kajovka

Cientos de kilómetros cuadrados bajo el agua, primeros reportes de víctimas y futuros problemas en el suministro de agua, sanitarios y en el ámbito de la seguridad alimentaria. Son algunas consecuencias de la destrucción de la presa Kajovka, de la que Ucrania y Rusia se responsabilizan mutuamente.

Imagen tomada en la ciudad de Jerson, bajo control ucraniano.
Imagen tomada en la ciudad de Jerson, bajo control ucraniano. ( Aleksey FILIPPOV | AFP)

El gobernador ucraniano de la región de Jerson, Oleksandr Prokudin, ha anunciado este jueves que la destrucción de la presa de Kajovka ha inundado un área de más de 600 kilómetros cuadrados en el sur de Ucrania, tanto en la margen derecha del río Dniéper, controlada por Kiev, como en la margen izquierda, a manos de Moscú.

«Seiscientos kilómetros cuadrados están inundados en la región de Jerson. El 32% está en la margen derecha y el 68%, en la margen izquierda», ha señalado Prokudin.

Los servicios de rescate han cifrado en 20 las localidades y 2.629 las casas inundadas en el lado ucraniano, así como una parte de la capital, Jerson.

El alcalde de Nova Kajovka, Vladimir Leontiev, ha indicado en declaraciones al periodista ruso Vladimir Soloviov que las inundaciones han dejado al menos 5 muertos y más de 40 heridos. Previamente, Leontiev había hablado de siete personas desaparecidas por las inundaciones, concretamente pastores que trabajaban en la zona.

Nueva Kajovka, bajo control ruso, es la localidad más cercana a la presa y está totalmente anegada.

El alcalde ucraniano del municipio de Olenski, también en la margen izquierda «rusa», ha informado de la muerte de al menos tres vecinos. Yevguen Reshchuk, que trabaja desde territorio controlado por Kiev, augura que el balance de víctimas podría aumentar a medida que baje el nivel del agua.

Por su parte, la jefa de la Administración Militar ucraniana de la localidad, Tetiana Hasanenko, ha hablado de varias víctimas mortales que no pueden ser enterradas al haberse inundado el cementerio, mientras que la morgue permanece sin electricidad.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha viajado por sorpresa a la región de Jerson para examinar en persona los daños provocados por el «desastre».

Horas antes, durante su alocución diaria nocturna, Zelenski denunció que Rusia continuaba bombardeando la parte de la provincia bajo control ucraniano en plena evacuación, acusó a Moscú de abandonar a su suerte a los afectados en la otra orilla y urgió a que «organizaciones internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja se unan inmediatamente a la operación de rescate y ayuden a la gente en la parte ocupada de la región».

Acceso al agua potable

El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha señalado que están llevando a cabo gestiones para «llegar a las zonas de Ucrania que están bajo control ruso y hemos trabajado con socios locales, pero –ha recordado– supone un gran desafío».

Dujarric ha alertado de que el acceso al agua potable es una de las principales preocupaciones porque «miles de personas dependen del embalse de Kajovka para beber agua y los niveles están descendiendo rápidamente».

El portavoz de la Secretaría General de la ONU ha subrayado que «las inundaciones pueden provocar también una contaminación de las fuentes de agua, lo que obviamente tiene un impacto negativo a nivel sanitario».

Ha resaltado finalmente que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido, ya que la destrucción de la presa «probablemente» tendrá un impacto sobre la seguridad alimentaria.

En medio de las acusaciones recíprocas, Rusia ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya una denuncia contra Ucrania por «lanzar ataques de artillería masivos y por elevar el nivel del agua a un punto crítico».

Su representante y embajador ruso en los Países Bajos, Alexander Shulgin, no ha presentado pruebas concretas para cimentar sus acusaciones. Tampoco lo hizo la parte ucraniana al interponer su demanda ante la misma corte, aunque hay que recordar que la presa en cuestión está bajo control ruso.

El Estado Mayor del Ejército ucraniano, que insiste en acusar a Moscú de volar la presa desde su interior, ha asegurado que varias unidades de dos divisiones del ejército ruso en la zona de Nova Kajovka sufrieron varias bajas y perdieron armamento y munición durante el desbordamiento.

«Los ocupantes no estaban preparados para los efectos de la voladura de la central hidroeléctrica de Kajovka, que provocó bajas en la 7 División de Asalto Aéreo y el 22 Ejército, y pérdidas de varios depósitos de munición y vehículos ligeros y blindados», ha asegurado en su parte militar.