Gaizka Garitano no seguirá al frente del Eibar

El club ha comunicado que la marcha del entrenador se produce de mutuo acuerdo. Garitano cierra su segunda etapa alcanzando los 228 partidos, habiéndose quedado a un punto del ascenso directo en las dos últimas campañas.

Gaizka Garitano durante una rueda de prensa en Ipurua.
Gaizka Garitano durante una rueda de prensa en Ipurua. (SD Eibar)

Gaizka Garitano no seguirá al frente del Eibar. Todo invitaba a pensar que no se ejecutaría la tercera temporada opcional contemplada en su contrato y así lo ha confirmado el club azulgrana, que ha anunciado que tanto el técnico como su ayudante Patxi Ferreira abandonarán la entidad de mutuo acuerdo.

Garitano cierra con regusto amargo esta segunda etapa al frente del Eibar. Regresó al club  dando el relevo a José Luis Mendilibar con el encargo de devolver el equipo a Primera, algo que solo él había conseguido antes, cuando enlazó los ascensos a Segunda A y Primera en dos años consecutivos. Pero no ha habido manera de que consiguiera el objetivo en esta ocasión aunque tanto la temporada pasada como en la que acaba de concluir solo un punto ha separado del ascenso directo a los armeros, que en ambos casos han caído después en la primera eliminatoria del play-off.

Es difícil saber cuál de los dos desenlaces ha resultado más frustrante aunque posiblemente el golpe fue más duro el curso pasado por lo inesperado. El equipo ocupó plaza de ascenso directo durante 28 de las 42 jornadas, siendo líder durante 16. De hecho, llegó liderando la clasificación a la última jornada, cuando visitó al Alcorcón, colista y descendido ya desde hacía semanas. Pero cayó derrotado en un encuentro pésimo, que le costó caer a la tercera plaza y le obligó, por tanto, a buscar el ascenso por la vía del play-off. En apenas cuatro días, fue capaz de recuperarse y disputar un buen partido en Montilivi, donde se impuso por 0-1. Pero lejos de rematar la eliminatoria en Ipurua, se llevó otro mazazo con la victoria del Girona, que se impuso por 0-2, alcanzando la final, en la que se adjudicó, a la postre, el tercer billete a Primera.

El camino ha sido diferente en esta ocasión aunque durante muchas semanas el Eibar también ha parecido el principal candidato al ascenso. Líder durante doce jornadas, segundo en otras cuatro, el pasado veinte de marzo celebraba su quinta victoria consecutiva, con la que reforzaba el liderato y le permitía aventaja en cuatro puntos al tercer clasificado. Pero a partir de ese momento, el equipo se cayó inexplicablemente, enlazando nueve jornadas en las que fue incapaz de ganar un solo partido y en las que apenas pudo sumar seis puntos. De hecho, el empate ante el Sporting en la penúltima jornada le dejaba ya sin opciones de ascenso directo. Se reencontró con el triunfo en el último choque de la Liga regular, en Huesca, recuperando algo del ánimo que había ido perdiendo en los dos meses anteriores, pero no tanto como para superar la primera eliminatoria del play-off, en la que ha vuelto a caer. Merecidamente porque el Alavés ha sido superior en el cómputo general de los dos partidos y, como les ha pasado en otros encuentros clave de las dos últimas temporadas, con los eibarreses dando una muy pobre impresión aunque también con el equipo muy mermado por las bajas.

Una situación, esta última, que ha sido habitual a lo largo de la campaña y que deberá analizarse en el club. Porque se puede apelar al infortunio en lesiones como la de Imanol García de Albéniz o en la coincidencia puntual de ausencias por lesiones o sanciones pero no cuando media docena de jugadores no ha estado disponible durante buena parte del curso o lo ha estado bajo mínimos.

La cuerda, en cualquier caso, se rompe habitualmente por el mismo lado. El de un entrenador que además, en este caso, siempre ha tenido una corriente en contra dentro de la masa social armera. Incluso su regreso hace dos años, pese a tratarse del único entrenador que ha conducido al Eibar a Primera y con un notable rendimiento también como jugador con la camiseta azulgrana, ya fue recibido con recelo en muchos ámbitos y durante estos 24 meses ha sido el saco de golpes habitual.

Garitano se marcha habiendo dirigido al Eibar en un total de 228 partidos en sus dos etapas en el banquillo armero. Desde el club, en una escueta nota, han agradecido al técnico y a Patxi Ferreira «su profesionalidad y compromiso durante todo este tiempo», deseándoles «la mayor de las suertes para el futuro».

A rey muerto…

Un futuro en el que el Eibar contará, lógicamente, con nuevo entrenador. No parece que vaya a tardar demasiado en hacerse público su nombre y hace semanas que en los mentideros suena con fuerza el de Joseba Etxeberria, que tras año y medio al frente del Mirandés, donde ha realizado un gran papel, no ha renovado con el club rojillo.