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Iga Swiatek sabe sufrir ante la checa Muchova para apuntarse su tercer Roland Garros

En una final de casi tres horas, la polaca se ha impuesto por 6-2, 5-7 y 6-4, después de haber sufrido dos roturas de saque en el tercer set. Pero la número uno del ranking WTA ha sabido lidiar mejor con la presión que su rival, que ha acabado cediendo con una inoportuna doble falta.

Iga Swiatek, sonriendo de oreja a oreja después de haber ganado su Roland Garros más sufrido.
Iga Swiatek, sonriendo de oreja a oreja después de haber ganado su Roland Garros más sufrido. (Thomas SAMSON | AFP PHOTO)

Iga Swiatek ha sumado, a sus escasos 22 años, su tercer entorchado de Roland Garros, después de sus títulos de 2020 y 2022. Pero a diferencia de aquellas finales que ganó con comodidad y sin ceder un solo set, en esta ocasión la checa Karolina Muchova ha hecho sufrir de lo lindo a la tenista polaca, al punto de que Swiatek ha sufrido dos roturas de saque en ese tercer set, pero la número uno de la lista de la WTA ha sabido pasar del 3-4 adverso con servicio de su rival a imponerse por 6-4 en el último asalto, cerrado por una doble falta que le ha quitado algo de emoción a una final de gran calidad.

Una gran calidad que ha tenido mucho que ver por la resistencia que ha puesto sobre la pista Karolina Muchova. la checa ha acusado en sus carnes el verse en su primera final de uno de los torneos del Grand Slam y en un abrir y cerrar de ojos ha cedido el primer set por 6-2 y se ha visto con un 3-0 en contra nada más empezar el segundo.

Pero hete aquí que, en vez de venirse abajo, ha emergido en su mejor nivel. Por un lado, el público que ha llenado la Philippe Chatrier se ha volcado casi por unanimidad por la tenista checa, que ha llegado a esta finalísima de Roland Garros después de haber ganado a dos Top 5 de la WTA, incluyendo en el lote el «match ball» que salvó en semifinales ante la bielorrusa Sabalenka. Asimismo, Muchova ha descubierto cómo hacer daño a una Swiatek que ha demostrado que también es humana.

La tenista checa, que ha empezado en este Abierto de París como número 43 de la WTA y que dará un salto hasta colocarse en el Top 20, ha visto que atraer a Swiatek a la red le podía dar pingües beneficios. La polaca no se encuentra tan a gusto cerca de la red como en el fondo de la pista, y Muchova se ha valido de esa pequeña debilidad.

Ahí han venido los saques que ha recuperado Karolina Muchova para recuperar el set perdido con su servicio. Por un lado, este 5-7 ha sido el primer –y único– set que ha cedido Iga Swiatek en pos de su tercera Copa de los Mosqueteros. Por otro, la intrahistoria de los partidos entre estas dos jugadoras recordaba que Karolina Muchova fue capaz de levantar un set de desventaja frente a Swiatek en Praga en 2019, el único partido de tierra batida que Swiatek ha perdido hasta la fecha después de haber ganado el primer set. ¿Se repetiría la historia?

Más aciertos; más errores

En total, Karolina Muchova ha sumado más puntos ganadores –19 para la polaca; 30 para la checa–, pero como sucede tantas veces, también ha coleccionado más errores no forzados –27 de Swiatek, 38 para Muchova–, y algunos de estos han llegado cuando ha tenido la final inclinada a su favor, tras haberle roto el servicio a Swiatek en el primer y en el séptimo juego del desempate. Esa táctica de arrimar a Swiatek a la red ha traído consigo algún que otro pelotazo que no ha pasado la red y alguna dejada que se diría que no venía a cuento.

Eso sí, negarle méritos a la tenista polaca sería injusto. La número uno del ranking WTA ha dado un paso adelante cuando más difícil lo tenía. Primero, le ha saco mucho partido al escaso porcentaje de primeros servicios de su rival, pudiendo pasar a dominar a partir del resto, sobre todo cuando ha logrado conectar su revés. Además, ha podido hacer gala nuevamente de su gama de golpes con los que ha logrado igualar el marcador una y otra vez.

Con todo, Karolina Muchova ha dispuesto de una pelota de break con el marcador empatado 4-4 en este tercer set. Una dejada mal echada por la checa, más el primer saque directo de la polaca y la fortaleza mental de Swiatek ha valido para ponerse 5-4 y, además, seguir empujando hasta disponer de un 15-40 para apuntarse su tercer Roland Garros –su cuarto título de Grand Slam–.

Una final tan buena y tan intensa quizás mereciera un cierre menos anticlimático que una doble falta, pero estas cosas pasan. Muchova ha lanzado su segundo servicio a la red y Swiatek ha dado rienda suelta a su emoción, después de haberse quitado un gran peso de encima.

También se ha venido abajo Karolina Muchova cuando la gran Chris Evert le ha entregado el premio de subcampeona. Lógico, tras casi tres horas de emocionante final.