Ramón Sola

El Padre Nuestro del Athletic acelera el debate sobre los ritos religiosos en el fútbol

Se hace cada partido desde hace un siglo, buena parte de la afición del Athletic lo sabía y probablemente no sea el único equipo, pero la viralidad alcanzada por el Padre Nuestro difundido por las cámaras en el vestuario de San Mamés ha avivado la discusión.

Jugadores y cuerpo técnico, rezando en el vestuario antes del Athletic-Real Madrid del sábado.
Jugadores y cuerpo técnico, rezando en el vestuario antes del Athletic-Real Madrid del sábado. (Movistar Plus)

La Liga ha conseguido este año que, a cambio de una importante cantidad de dinero para los clubes que han aceptado, las cámaras entren en los vestuarios de los equipos en directo y puedan captar otros momentos hasta ahora «secretos», como las charlas de los entrenadores en las pausas de hidratación. Y esto es lo que permitió que el sábado llegara a los hogares esto que ocurre en San Mamés antes de cada partido.

 

El Padre Nuestro es entonado por el capitán del equipo masculino, y también la capitana del femenino, desde hace en torno a un siglo. Un rito tan antiguo como el de homenajear a Pichichi por parte de los equipos que visitan el estadio del Athletic (la «catedral») por vez primera. Pero que desprende un aroma más que rancio, tanto por el contenido religioso como por la utilización del castellano. Y ello ha hecho que el debate no tarde de surgir en redes, con opiniones que muestran escándalo y abogan por suprimirlo y otras que lo justifican como una tradición. Estos son algunos ejemplos:

Hay que matizar que posiblemente el Athletic no sea el único equipo que reza antes de los partidos. A su llegada a Osasuna en los años 80, Michael Robinson ya se quedó estupefacto al descubrir esa costumbre, e ironizó en varios libros al respecto: «Me preguntaba si es que éramos tan malos que teníamos que rezar antes del partido». El resto de los principales equipos vascos también mantienen la costumbre de acudir al patrón de su localidad o herrialde a ofrecer sus éxitos o desearse una buena temporada.

El asunto se mezcla incluso en las redes con cuestiones políticas, porque desde espacios de la derecha española no se han cortado en aplaudir el polémico rito.

 

Así que el debate está servido, y probablemente no será el primero que genere esta apertura a la televisión de lo que ocurre en vestuarios y banquillos, hasta ahora totalmente opaco.