Mariona Borrull

Reviven las leyendas de William Friedkin y Priscilla Presley

La Mostra ha celebrado al fallecido cineasta con ‘The Caine Mutiny Court-Martial’, Sofia Coppola ha estrenado ‘Priscilla’ y el oscarizado Ryusuke Hamaguchi ha entusiasmado con ‘Evil Does Not Exist’.

El director of fotografía Yoshio Kitagawa posa ante los fotógrafos.
El director of fotografía Yoshio Kitagawa posa ante los fotógrafos. (Tiziana FABI | AFP)

Damien Chazelle, presidente del Jurado Oficial, dedicaba las siguientes palabras a William Friedkin por la premiere de su película póstuma, seleccionada en Venecia antes de su fallecimiento (el 7 de agosto) y ahora vista Fuera de Competición: «Para mí, William Friedkin significaba miedo. Pero hoy pienso en su nombre y pienso en el amor. Pienso en el amor por el cine, el amor por todo el arte y una visión de cómo las artes pueden cruzarse e informarse entre sí. Una visión del cine que no está separada, sino indisolublemente ligada a la música, a la literatura, a la pintura, a la ópera».

Chazelle ha concluido que la pérdida del responsable de ‘El exorcista’ es universal: «Últimamente ha habido mucho [miedo] en el mundo del cine, especialmente en Hollywood. Parece que perdimos a Friedkin cuando lo necesitábamos más que nunca».

El cineasta llevaba ya dos décadas adaptando obras de teatro, desde ‘Bug’ en 2004. Para la que ha sido su excelente última película, sobria y de paso firme, partió de un texto de Herman Wouk de 1953, que luego fuera adaptado al cine como ‘El motín del Caine’ por Humphrey Bogart, Fred McMurray y Van Johnson.

Friedkin mantuvo el espíritu y el formato de la obra original: el juicio militar contra un arrogante primer oficial (Jake Lacy), que durante una tormenta creyó que su capitán (Kiefer Sutherland) estaba actuando fuera de sí y lo destituyó del cargo. Si bien la estética de la producción es peligrosamente plana y televisiva, la película conserva la esencia que hoy hace grandes clásicos como ‘Doce hombres sin piedad’ (1957): diálogo, reparto y convencimiento de la condición atemporal de la cancelación.

Ryusuke Hamaguchi critica el turismo irresponsable en ‘Evil Does Not Exist’

El director de ‘Drive My Car’ estrenará dos películas este otoño: ‘Gift’, en el Festival de ‘Ghent’, y la presente en Venecia. Quizás por ello ha decidido continuar con la escala de producción diminuta de ‘La ruleta de la fortuna y la fantasía’: una narración sencillísima, urdida a través de la contemplación y el retrato despreocupado de personajes.

Aquí, sigue a Takumi (Hitoshi Omika), un leñador de un pueblo rural en Harasawa, que cuida de su hija y actúa como intermediario desapasionado entre los coordinadores de un proyecto de camping de lujo y la población local, afectada por la construcción y desatendida por los despachos involucrados. Hamaguchi, sin embargo, no toma el relato como puente para justificar la premisa que da título a la obra.

Al contrario, aprovechará la entrada de la pareja de tokiotas al pueblo para componer un bellísimo retablo de todos los silencios y destellos de sol entre las ramas que van a perderse por el descuido de sus superiores, eso sí, urdido con la inteligencia brutal de quien sabe que no debe –bajo ninguna circunstancia– hacer cine de postalita.

‘Priscilla’ de Sofia Coppola aterriza pero no entusiasma

La nueva película de A24, basada en las memorias Priscilla Beaulieu y Sandra Harmon, con la propia Beaulieu en la producción ejecutiva, puede leerse solo como un ajuste de cuentas para con una figura históricamente relegada a un papel secundario, tras la sombra del ‘rey del rock’.

En su biopic, Sofia Coppola (‘Lost In Translation’) recorta instantáneas de los años que la joven pasó encerrada en la casa Presley y cómo esta fue devorando cualquier rasgo de personalidad que su protagonista pudiera tener, mientras que la faceta pública de su marido iba creciendo hasta alcanzar proporciones monstruosas.

De las banderas rojas que un patio de butacas del siglo XXI puede reconocer ya en los primeros acercamientos de un Elvis mucho mayor, al fantasma en que se convierte tras morir por éxito, se traza una película bienintencionada a la que le falta una premisa o un perfilado de personaje más atractivo para despegar… A sabiendas que Priscilla fue maltratada por un amante poderoso y tóxico, solo queda hacer una película realmente interesante al respecto.