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Venecia anuncia su León de Oro en una gala clausurada por J.A Bayona

El Festival de Venecia anunciará este sábado la película que se llevará el León de Oro de su 80 edición en una ceremonia de clausura en la que se proyectará ‘La sociedad de la nieve’, cinta del cineasta catalán J.A. Bayona. El bilbaino Víctor Iriarte compite en la sección Giornate degli Autore.

Estatua del león alado, al anochecer.
Estatua del león alado, al anochecer. (Tiziana FABRI | AFP)

Después de diez días de cine, la Mostra de Venecia se prepara para otorgar su codiciado León de Oro y el resto de galardones de su Selección Oficial, pero también del resto de categorías, como Horizontes, la segunda en importancia y dedicada a las nuevas vanguardias. La nota vasca la pone el bilbaino Víctor Iriarte con ‘Sobre todo de noche’, thriller protagonizado por Lola Dueñas y Ana Torrent que compite en la sección Giornate degli Autore.

En la carrera principal compiten el director chileno Pablo Larraín con ‘El Conde’ y el mexicano Michel Franco con ‘Memory’, además de otros 21 realizadores como Yorgos Lanthimos (‘Poor Things’), Sofia Coppola (‘Priscilla’), Bradley Cooper (‘Maestro’), Ava DuVernay (‘Origin’) o David Fincher (‘The Killer’).

La gala en el Palacio del Cine comenzará a las 19.00 y seguirá la proyección de la cinta elegida para el cierre, ‘La sociedad de la nieve’, reconstrucción del accidente aéreo en los Andes en 1972 que lleva la firma del cineasta catalán J.A. Bayona y que aspira a llevarse el Oscar a la Mejor Película Internacional.

El jurado que deberá fallar el palmarés está presidido por el cineasta Damien Chazelle y compuesto por la directora neozelandesa Jane Campion, la estadounidense Laura Poitras (León de Oro el año pasado), el argentino Santiago Mitre, el irlandés Martin McDonagh, la francesa Mia Hansen-Love, el italiano Gabriele Mainetti, la actriz taiwanesa Shu Qi y el actor palestino Saleh Bakri.

La épica y existencialista ‘La sociedad de la nieve’

«Reinventar la vida donde no es posible vivir»; es el dilema al que se enfrentaron los supervivientes de la tragedia aérea de Los Andes de 1972, tal y como lo ve el cineasta catalán Juan Antonio Bayona, que clausura el 80 festival con ‘La sociedad de la nieve’.

La historia, antropofagia incluida, se había contado en películas como ‘¡Viven!’ (1993), pero Bayona modifica el punto de vista y al hacerlo cambia el significado de lo que ocurrió durante aquellos 72 días en la nieve, desde que se estrelló el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya hasta que 16 personas fueron rescatadas con vida.

«El tema de la antropofagia no nos interesa tanto desde el punto de vista del que come como del que ofrece su cuerpo en vida para que el otro llegue ahí», explica el director, «entonces desaparece el morbo y se convierte en una decisión espiritual, humanista».

Bayona pone al espectador ante el reto de tener que imaginar lo inimaginable. «Esta es una película sobre la vida, pero también habla de aprender a morir», apunta, «estas personas tuvieron que reinventar la vida en un sitio donde no era posible vivir y ahí se construye todo una reflexión sobre qué significa todo esto, para qué vivir, para qué sobrevivir, cuál es el sentido de la vida».

La película se basa en el libro escrito por Paolo Vierci, excompañero de colegio y amigo de muchas de las víctimas y que recoge sus testimonios 40 años después de los hechos. Bayona, que lo leyó durante el rodaje de ‘Lo imposible’ y ya entonces empezó a concebir esta película, cree que contiene «una reflexión mucho más profunda sobre el proceso que vivieron los protagonistas» y asegura que cuando habló con ellos se convenció de que el filme podría contribuir a curar una herida.

Con un equipo de más de 300 personas, el rodaje de ‘La sociedad de la nieve’ se desarrolló a lo largo de 140 días entre Sierra Nevada (Granada), Uruguay y Chile. Bayona sostiene que es el rodaje más largo al que se ha enfrentado y en las condiciones más complicadas.

«Rodábamos cronológicamente, a mucha altura y dependiendo de la meteorología, el plan de rodaje se adaptaba constantemente», explica el director y señala lo importante que fue para él su primer viaje al Valle de las Lágrimas de los Andes, donde se estrelló el avión.

«Fue revelador, dormí donde durmieron ellos, en la misma época del año y una sola noche ya fue terrible, el mal de altura me hizo perder la noción del tiempo y pensar que ellos vivieron esos 72 días me ayudó mucho a entender la película que iba a hacer».