Daniel   Galvalizi
Periodista

PP y Vox embisten contra el catalán en Balears y los colectivos comienzan la resistencia

El Gobierno balear ha comenzado una ofensiva contra los derechos lingüísticos y la inmersión, empujado por la ultraderecha que lo arrincona en el Parlament. El pacto de los presupuestos consuma el quiebre del consenso en la educación. La sociedad civil reacciona y ya hay un recurso en el TC.

La presidenta del Govern, Marga Prohens (PP), en su discurso de fin de año.
La presidenta del Govern, Marga Prohens (PP), en su discurso de fin de año. (Europa Press)

Lo había anunciado en los comienzos del verano el presidente de Vox, Santiago Abascal y lo demostró en los hechos. Las negociaciones iban a ser más duras con el PP en Extremadura o Murcia y no se tendría la generosidad que hubo en Illes Balears «porque allí hay reto soberanista».

Así ha sido. Marga Prohens es la única presidenta autonómica que no tiene «consellers» en su equipo de gobierno que no sean de otro partido sin tener mayoría absoluta. La ultraderecha allí se ha hecho con la presidencia del Parlament y cogobierna en los poderosos Consells insulares, pero no está en el gabinete autonómico. La guerra cultural para los de Abascal merece más esfuerzo y generosidad cuando hay disputa identitaria.

Pero este primer semestre de gestión en Balears ha dejado retratado lo que será la legislatura: el empate exacto en escaños entre todos los partidos de izquierda y el PP hacen que Vox no sea solo el «king maker» sino la ventanilla a la que hay que acudir a negociar para cada iniciativa. Idoia Ribas, lideresa de la derecha radical local, lo sabe y lo exprime.

Es así como tras una disputa de varias semanas finalmente se destrabó la aprobación de los Presupuestos gracias a la concesión de Prohens, accediendo a crear una partida de 20 millones de euros destinada a romper el consenso de inmersión lingüística de facto que existe allí para impulsar la separación de alumnos en determinadas materias que elijan estudiar en castellano con respecto a los que lo hagan en catalán.

Con la mira en la lengua

Lo de los presupuestos no es el primer ataque a los derechos lingüísticos. El más notable fue quitar el requisito para trabajadores sanitarios de tener un nivel básico de catalán, rompiendo otro consenso social establecido.

«Hasta ahora en Balears cualquier funcionario de cualquier ámbito debía saber catalán dependiendo, el nivel dependía de qué trabajo. Es verdad que en Sanidad hay especialidades que por el déficit de personal se permitía gente que no lo hablara, se excepcionaba el conocimiento y se daban dos años para que la persona aprendiera. Así que la eliminación del requisito no se puede escudar en el déficit de profesionales. Lo que están haciendo es eliminar el derecho a usar el catalán por parte de los pacientes y la única razón es ideológica» dice a NAIZ el coordinador general de Més per Mallorca y diputado autonómico, Lluís Apesteguia i Ripoll, que cuenta con parte de ascendencia vasca.

«Eliminan el derecho a usar el catalán de los pacientes y la única razón es ideológica», explica Lluís Apesteguia i Ripoll, dirigente de Més per Mallorca de ascendencia vasca

 

El líder del soberanismo balear señala que «el PP viene traumatizado de la legislatura de 2011-2015 con Bauzá, que fue muy beligerante contra el catalán y acabó con el peor resultado de la historia en 2015, perdiendo 20 escaños, entonces ahora (Prohens) llega con la intención de volver a ser el PP de antes de Bausá, que era básicamente una derecha que quería bajar impuestos, desregularizar el suelo y abrir las puertas de par en par al turismo, un PP de hacer dinero y en los temas identitarios sin hacer problemas».

De hecho, los ‘populares’ regionales fueron los que impulsaron la primera ley de normalización lingüística en su momento. Cuando llegó Bauzá y su cambio ideológico desestabilizó la política local de tal forma que se constituyó la Marea Verde, que acabó con la mayor manifestación en la historia de Balears: un domingo de 2013 en el que aquella protesta del centro de Palma concentró nada menos que al 10 por ciento de la población de la isla. Y luego ocho años fuera del Govern.

De allí los gestos zigzagueantes de Prohens al respecto y la dura negociación con Vox, que pedía 60 millones de euros para romper la inmersión lingüística y se acabó en 20 millones. «Lo que pasa es que Vox ha venido a hacer la guerra cultural, y tensiona en lo identitario y hay una pugna constante ahora entre las dos derechas.  El PP repite en sus discursos que no irá contra el catalán, que quieren convivencia lingüística, un discurso amable pero con Vox tirando», añade.

También advierte que la embestida podrá ser mayor aún porque PP y Vox han firmado en su acuerdo de investidura la eliminación del requisito en toda la función pública, aunque de momento sólo se ha materializado en el ámbito de la salud. No es casualidad: Balears es fuera de Catalunya en donde más lejos se ha llegado con la denominada normalización lingüística, desde el punto de vista legal existe una inmersión similar a la catalana, con un 75% de facto de escolaridad en catalán (decidido por los consejos de cada escuela entre docentes y padres).

Lo cierto es que «en los territorios donde Vox tiene capacidad de gobierno, que es en ayuntamientos y en los Consells, es donde más se percibe» el intento de la derecha radical españolista, con supresión de subvenciones, menos campañas, quita de cursos y menos impulso a la cultura en catalán: «La existencia de Vox en ‘les illes’ se basa en ir contra el catalán es su gran obsesión aquí, todo lo demás pasa a un segundo plano para ellos».

Vox presionó a tope en los presupuestos para conseguir el hito de la partida para segregar alumnos en castellano

 

Vox arrinconó al PP rechazando el techo de gasto y votó en contra de la mitad de los artículos de los presupuestos en una estrategia de tensión y arrinconamiento para conseguir el hito de la partida para segregar alumnos en castellano. Los soberanistas de Mallorca y Menorca ofrecieron sus escaños para negociar las cuentas y así liberar al PP de Vox si se aceptaba no ceder en la segregarción, pero Prohens eligió a la ultraderecha.

«En la visión madrileña de la política sería un escándalo pero aquí no. No queremos un pacto con el PP, somos antagónicos, pero no hay mayoría alternativa al PP, ellos solos tienen los escaños de toda la izquierda sumada (el PSOE, los soberanistas y Podem). Tenemos que dar un paso más allá de las trincheras ideológicas. Hemos votado al director general de IB3 (la TV pública) y lo apoyamos porque garantizó que no iba al bilingüismo como hizo Bauzá. Creemos que es nuestra responsabilidad», explica Apesteguia.

Comparecencia de Obra Cultural Balear en defensa de la lengua. (OCB | Europa Press)


La reacción

La sociedad civil y los colectivos están comenzado a reactivarse. De hecho, a fines de 2023 la Obra Cultural Balear (una entidad similar a lo que es Omnium en Catalunya) presentó un recurso en el Tribunal Constitucional contra el decreto ley de Prohens para eliminar el requisito en la sanidad, y fue apoyado por Més: «Va en contra de nuestro estatuto de autonomía, que dice que todo el mundo tiene derecho a utilizar el catalán y que se puede dirigir a cualquiera en las dos lenguas. Si la persona no te entiende, no tienes ese derecho garantizado».

También asegura que hay más de 130 centros de educación que se han manifestado en contra de la segregación. Hace pocos días, ha expresado lo mismo en un comunicado formal la Universitat de les Illes Balears (UIB).

Ya hay más de 130 centros de educación contra la segregación y se vaticinan movilizaciones

 

«Nadie sabe cómo se podrá hacer lo de la segregación porque no hay ni cantidad de docentes ni espacios para hacerlo. Somos la comunidad autónoma que más crece en población, en 40 años se ha doblado la población y no alcanza la infraestructura. No hay tampoco demanda social para este cambio, es solo un grupo pequeño de gente que representa Vox», considera Apesteguia. La derecha radical obtuvo el 13,9% de los votos en las regionales de mayo.

Según el legislador, la última vez que se vivió un proceso así fue en tiempos de Bauzá, aunque incluso en ese entonces fue «menos intensa» la embestida.«En el resto de España pueden creer que aquí hay división social con motivo del idioma, porque lo leen desde allí, pero no es así. Un padre normalmente aquí lo que suele querer escoger es que su hijo estudie en catalán porque el castellano está asegurado por el contexto social» afirma.

Por ahora no hay manifestaciones convocadas, aunque en la última Diada de Mallorca de finales de año hubo una fuerte reivindicación y defensa de la lengua. Més tiene como estrategia dejar a la Obra Cultural Balear y a los sindicatos docentes que tengan la iniciativa de convocatorias. «Tenemos una sociedad civil suficientemente organizada, apoyaremos desde el respeto y la complicidad», recalca. Todo parece indicar que la batalla recién empieza.