Amaia Ereñaga
Erredaktorea, kulturan espezializatua
Elkarrizketa
Javier Celay e Ignacio Fernández Galindo
Pixelian

«Estar en contra de la IA es como cuando se estaba contra el cine sonoro o en color»

Javier Celay e Ignacio Fernández Galindo son, respectivamente, director académico y coordinador de Pixelian, la Escuela de Cine y Arte Visual que acaba de iniciar su andadura en Mutiloabeiti. Es la primera escuela superior de estas características en Nafarroa.

Javier Celay (derecha), en la presentación de la escuela, donde les apoyó el sector audiovisual navarro.
Javier Celay (derecha), en la presentación de la escuela, donde les apoyó el sector audiovisual navarro. (Iñigo URIZ | FOKU)

Hace cuatro años, el cineasta, productor y profesor, entre otros muchos oficios, Javier Celay, le propuso a Cristina Cristina Zariquiegui, directora del Club de Marketing de Nafarroa una idea «que a ella no le pareció una locura»: montar la primera escuela superior de cine del herrialde. Hay un sector fuerte, pero ¿qué pasa con la formación?

«El Club de Marketing es una asociación empresarial sin ánimo de lucro, que lleva cincuenta años impartiendo formación a las necesidades de toda Navarra», explica Celay. Con este apoyo, y con otros muchos mimbres –en la presentación del lunes en la sede de Mutiloa había una nutrida representación institucional y del sector–, se ha dado forma a Pixelian.

«Hay una demanda feroz de cine y rodajes por todo el planeta. Y si quieres crear industria, del sector que sea, hay que empezar por la base, que es formar a la gente para poder hacer un tejido industrial»

Este proyecto educativo estrena su oferta con dos másteres, uno en dirección de cine y otro en producción ejecutiva, que arrancarán en octubre.  Con un precio sobre los 8.000 euros –es una entidad privada–, apuntan que se han buscado vías y ayudas para facilitar su acceso a todos los bolsillos.

Antes, de marzo a junio, habrá charlas abiertas al público (solo es necesaria la inscripción previa) con profesionales de la industria del cine navarro, como Oskar Alegría (6 de marzo). Otros nombres: Iker Ganuza, Andrea Jaurrieta, Amaia Remírez, María Monreal y Puy Oria.

La idea de montar esta escuela en Nafarroa ha surgido por la demanda del propio sector audiovisual. ¿Eso significa que se está viviendo un auge del sector en el herrialde?

JAVIER CELAY: En Navarra y el mundo entero ahora se rueda más que nunca, hay rodajes por todo el planeta. Hoy en día, con las nuevas plataformas audiovisuales, hay una demanda feroz y lo que resultaba chocante es que desde el Gobierno de Navarra estuviera incluído el tema cinematográfico dentro de la S4 [la agenda de transformación económica] y que fuese considerado un sector estratégico, pero que no hubiese nada de formación. Cuando quieres crear industria, sea el sector que sea, hay que empezar por la base, que es formar a la gente para poder crear un tejido industrial estable y solvente.

IGNACIO FERNÁNDEZ GALINDO: Lo que ha sucedido es que ha habido tradicionalmente un tejido industrial vinculado a las productoras audiovisuales, sobre todo a las relacionadas con el vídeo institucional o el promocional y con el campo de la publicidad, pero ahora los nuevos modelos de productoras van bien por el aspecto filmaker y desarrollo de ficción, o bien con el tema de cine, a través de corto, documentales o dando el salto al largometraje.

Además, durante los años 80-90, hubo, de alguna manera, una diáspora de cineastas navarros que emigraron a las grandes urbes, porque no había un tejido cooperativo ni posibilidades de colaboración, mientras que ahora han surgido nuevas productoras y nuevos autores, también cineastas independientes, cada uno con su nivel y su capacidad económica, pero que están haciendo todos proyectos interesantes. A su vez, esa parte empresarial se ha visto acompañada por un impulso de la formación profesional, pero no es específicamente cinematográfica y esta es la demanda de la empresa: crear puestos técnicos a todos los niveles en los diferentes departamentos.

«Nuestra filosofía educativa está basada en el trabajo práctico y en que los profesionales del sector puedan participar como docentes, trayendo la realidad laboral»


Sus dos primeros masters serán de producción ejecutiva y dirección, ¿son entonces los perfiles más demandados?

J. C.: Sí, nosotros, de hecho, en el sondeo previo, porque llevamos cuatro años con esto, hemos hablado con todos los agentes profesionales y gubernamentales que hay en Navarra y una de las demandas más claras que hay desde el sector es la producción ejecutiva. Es un perfil que tal vez es menos artístico y menos conocido, pero queda ahí como un vacío. La producción ejecutiva es básicamente dirección de empresas;  es un puesto de dirección, de gestión, de presupuestos, financiación, de contrataciones... Como tampoco se conoce bien, se está dando el caso de que perfiles artísticos terminan haciendo producción ejecutiva sin tener mucha idea de ello.

La idea es lanzar estos dos postgrados con asignaturas transversales, de tal manera que tanto el alumnado que estudie producción ejecutiva como dirección de cine vayan a tener asignaturas comunes, y esto les va a ayudar a entenderse entre ellos. Porque este es otro problema que tenemos en el rodaje real, que muchas veces el lenguaje de la producción ejecutiva dista mucho del de dirección más artístico y siempre hay unos conflictos y roces. La idea de estos postgrados es que ambos remen en la misma dirección.

¿A quién van dirigidos, qué tipo de alumnos buscan?
I. F. G.: Tenemos una filosofía educativa basada en el trabajo práctico y en que los profesionales del sector puedan participar como docentes en proyectos, trayendo la realidad laboral más allá de que, obviamente, tiene que haber un mínimo enfoque respecto a una formación audiovisual. Desde esa premisa, lo más importante para poder participar en el proyecto es tener una motivación e intentar desarrollar un proyecto artístico y una carrera profesional propia. No hay un requisito de tener una formación previa audiovisual, únicamente tienen que tener una mayoría de edad.

J. C.: De hecho, esto tiene un  por qué. En el cine nos encontramos con que muchos profesionales, y me incluyo yo mismo, hemos sido autodidactas. En el proceso de admisión hay una entrevista personal donde veremos si esa persona encaja o no dentro del grupo de trabajo y del máster, pero sí que ese es el único requisito.

En cuanto a contenidos, hay una parte también enfocada a la investigación dentro de las artes visuales, porque no solo hay cine sino también creación artística, algo en lo que está muy fuerte Nafarroa, y veo que también hay Inteligencia Artificial. ¿Es algo que ha llegado para quedarse?

J. C.: Es la Inteligencia Artificial (IA) aplicada a los procesos nuestros. Ahora mismo hay herramientas superpoderosas e increíbles y tenemos que estar al corriente de ellas. Porque estar en contra es como cuando se pasó del cine mudo al sonoro y se estaba en contra del sonoro, o cuando se pasó del cine en blanco y negro al color, y era estar en contra del color... Esto siempre ha pasado, pero nosotros creemos que tenemos que estar ahí.

La IA ya se va viendo: de hecho, en series y películas, y yo mismo, en mi próximo cortometraje, meto inteligencia artificial. O sea que es una herramienta más de trabajo que hay que conocer y que, además, hay que controlar, porque nos va a ayudar a a desarrollar creativamente proyectos muy interesantes.