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Saski Baskonia busca ganar para afianzarse a sí mismo y dejar en la cuneta a un rival directo

Los gasteiztarras afrontan en el Buesa Arena un duelo crucial, porque ganar los alejaría en cuatro victorias sobre Armani Milano, quizás incluso con el basket average, al tiempo que la derrota embarraría las cosas dado que la semana que viene hay que visitar las canchas de Partizan y Zalgiris.

Maik Kotsar se cuelga del aro en uno de los duelos ante Armani Milano.
Maik Kotsar se cuelga del aro en uno de los duelos ante Armani Milano. (Raúl BOGAJO | FOKU)

Es obvio que en un partido entre dos equipos de baloncesto, uno gana y el otro pierde; es decir, ni ganan los dos ni pierden los dos. Bajo esa lógica elemental, que después del duelo de este jueves entre Saski Baskonia y Armani Milano el resultado clasificatorio sea ver a los gasteiztarras con 16 victorias por 12 de los pupilos de Ettore Messina poco tendrá que ver si la relación de triunfos al final del envite es de 15-13.

Solo restan seis jornadas para finalizar la Fase Regular de la Euroliga y los pupilos de Dusko Ivanovic están bien plantados en la octava plaza con un balance de 15-13, con dos triunfos de margen respecto de la décima posición de Valencia Basket y tres sobre un Armani Milano que ocupa la duodécima plaza. A pesar de su innegable y tantas veces desesperante irregularidad, ahí está el Baskonia, con un mínimo margen de error que ha podido labrarse luego de haber ganado el pasado viernes al Alba Berlín, mientras que la escuadra lombarda se redimió superando a Partizan 85-83 una semana después de haber metido la pata hasta el fondo, ya que se vio sorprendido por el Asvel Villeurbanne por 81-77.

Por eso, quizá la frase más clara de Dusko Ivanovic en la previa a este duelo es que «dependemos de nosotros mismos. si hacemos bien nuestro trabajo podemos ganar a cualquiera». En cambio, el balance de Armani Milano de 12-16 le impide el lujo de fallar, y la tensión extra que pudiera suponer en el conjunto italiano esa necesidad imperiosa de sumar otra victoria puede ser a su vez una buena herramienta para lograr la victoria.

Eso sí, lo último que cabe hacer es confiarse. El pasado 28 de diciembre, un Armani Milano sin Mirotic, Napier ni Shields, entre otros, ganó a Saski Baskonia por 76-67 después de haber tenido hasta 24 puntos de ventaja, en uno de los días más desacertados de los gasteiztarras, que firmaron un 3 de 17 en triples, y sin saber cómo frenar a Melli ni al exbaskonista Johannes Voigtmann.

«Milán nos ganó en su juego interior y querrán sacar provecho ahí», ha insistido Dusko Ivanovic, recordando que el conjunto italiano «ha jugado muchos partidos sin jugadores importantes. Napier, Shields y Mirotic son tres piezas clave y a nosotros nos ganaron sin cinco jugadores importantes, eso habla de la grandeza del equipo».

Pero en el duelo de este jueves volverán a jugar Shields, Napier o Mirotic, jugadores clave de la última victoria lombarda en la Euroliga. Sobre el hispano-montenegrino, Ivanovic ha indicado que «es un jugador que él solo puede desequilibrar el partido y es muy difícil de defender». A lo que se suma la experiencia del equipo lombardo, que busca siempre sus mejores opciones.

Cuestionado por la inminente entrada de Dubái en la competición continental, el de Bijelo Polje ha considerado que «hay cosas positivas y negativas y hay ver qué tiene más valor. Siempre que dé calidad es bueno, pero no le llamaremos Euroliga, hay que buscar otro nombre para esta competición».

Sprint de cuidado

Es evidente que no merece la pena ir más allá del siguiente partido, pero contemplar el calendario baskonista, asusta. Después de Armani Milano, la semana que viene los gasteiztarras visitarán el Stark Arena de Belgrado para vérselas con un Partizan que tras la derrota del fin de semana pasado arranca esta jornada 29 en undécima posición, con un balance de 13-15, para que 48 horas después, el Zalgirio Arena le haga los honores a los de Dusko Ivanovic, un equipo tal vez sin opciones para entonces –tiene un balance de 11-17 y visita este viernes la cancha del Bayern de Múnich, en el regreso de Andrea Trinchieri a la capital bávara–, pero que en casa siempre es muy peligroso y luchador.

De los tres partidos que le van a quedar para terminar la Fase Regular, Zurbano tendrá solo la visita de Anadolu Efes que quema sus últimas naves, dado que también arranca la jornada 29 con un balance de 12-16, al tiempo que las dos últimas salidas, ya en el mes de abril, llevarán a los de Dusko Ivanovic a las canchas del Real Madrid y una Virtus de Bolonia que, con 17 triunfos, pelea por colarse entre los seis primeros y lograr plaza directa en los play-offs de cuartos de final.