Ainara Lertxundi
GARAren edizio taldeko kidea / Miembro del equipo de edición de GARA
Elkarrizketa
Mohammad Farajallah - Igor Otxoa
Activista palestino y portavoz de Kulturatik

«El silencio y no llamar a las cosas por su nombre nos hace cómplices»

A iniciativa de creadores culturales, este domingo, Donostia acogerá una manifestación en solidaridad con Palestina y para exigir el fin del genocidio. La movilización, que partirá a las 12.30 desde Alderdi Eder, cuenta con la adhesión de más de doscientos artistas y creadores de Euskal Herria.

Mohammad Farajallah, activista palestino afincado en Euskal Herria, e Igor Otxoa, de Kulturatik, con el cartel de la manifestación de este domingo, día 17, en Donostia.
Mohammad Farajallah, activista palestino afincado en Euskal Herria, e Igor Otxoa, de Kulturatik, con el cartel de la manifestación de este domingo, día 17, en Donostia. (Andoni CANELLADA | FOKU)

La movilización propuesta por la iniciativa Kulturatik para este domingo tiene dos objetivos: expresar la solidaridad con el pueblo palestino y denunciar el genocidio. «Israel se ha saltado toda la legalidad internacional, estamos asistiendo en directo a todo tipo de crímenes de guerra y no pasa nada. La barra libre de la crueldad y la deshumanización está servida. ¿Qué somos como seres humanos si somos capaces de permitir esto?», se pregunta en entrevista a NAIZ Igor Otxoa, portavoz de Kulturatik.

A su lado, el activista palestino afincado en Euskal Herria Mohammad Farajallah pide a la ciudadanía que no deje de movilizarse para que «los palestinos no pierdan totalmente la esperanza».

El cartel de la movilización muestra a una mujer sujetando el cuerpo ensangrentado de un bebé, una imagen que lamentablemente se ha convertido en símbolo de lo que está ocurriendo en Gaza.

Igor Otxoa: Esta ilustración la había hecho Maitane Azurmendi para la canción ‘Palestinaren mina’ de Juantxo Zeberio y Maddi Oihenart. Nos gustó y le propusimos a Juan Luis Perotxena Malmo si podía incluirla en el diseño del cartel. Es muy expresiva y reflejo de lo que está ocurriendo.  

Mohammad Farajallah: Esta imagen duele, pero, desgraciadamente, es algo que se repite en la vida de los palestinos, véase 2008, 2012, 2014, 2021. La imagen duele e interpela, pero estamos ya en marzo y nada cambia. Reitero lo que dije en noviembre; estamos gritando al mundo en todos los idiomas y de nada sirve.

Bajo el título «No acostumbrarse, no olvidar», el comunicado de la plataforma incide en que «estamos ante un genocidio, un apartheid sistemático» y que «no queremos acostumbrarnos ante la pérdida de humanidad».

I. O.: No podemos normalizar este sufrimiento. Cada muerte en Gaza debería ser un motivo para seguir gritando más alto. Es un texto colectivo adaptado por Harkaitz Cano que refleja, como dice Mohammad, que lo que está sucediendo no es algo puntual. Son ya 75 años de un Estado racista y criminal en connivencia con Occidente.

Decimos también que el silencio y no llamar a las cosas por su nombre nos hace cómplices. El texto ha concitado un gran apoyo en el sector cultural. Lo han entendido muy bien todos los creadores y creadoras que se han adherido.

«Estamos asistiendo en directo a todo tipo de crímenes de guerra y no pasa nada»

Hay situaciones en las que puede haber más dudas, pero en esta no hay dudas, aún así no estamos viendo un posicionamiento como debería de los dirigentes mundiales, lo que contrasta con la respuesta a nivel social, aunque nos gustaría que esa sensibilidad y solidaridad fuera mayor aún porque, en este mismo momento, mientras hablamos, están bombardeando Gaza.

Lo preocupante es el precedente que sienta todo esto. Israel se ha saltado toda la legalidad internacional, estamos asistiendo en directo a todo tipo de crímenes de guerra y no pasa nada. La barra libre de la crueldad y la deshumanización está servida. ¿Qué somos como seres humanos si somos capaces de permitir esto?

¿Como palestino, cómo se siente ante esta inacción?

M.F.: Mi parte emocional esperaba una reacción, pero mi lado racional sabía que no iban a hacer nada. Mientras EEUU tenga el mando y derecho a veto, no va a pasar nada. Albergamos alguna esperanza de lograr un alto el fuego cuando Sudáfrica presentó su demanda ante la Corte Penal Internacional, pero al final nada.

Más de 12.300 niños han muerto en cuatro meses en Gaza. Esta cifra es superior al número de niños muertos en los últimos cuatro años en guerras en todo el mundo, 12.193. En cuatro meses, Gaza ha superado al mundo entero.

Mi gente se está muriendo de hambre y nos vienen con la propaganda de lanzar ayuda humanitaria desde aviones cuando la frontera está cerrada. ¿No es más fácil abrirla y permitir la entrada de los camiones? Nos están vacilando.

«En esta agresión se junta todo lo peor de la humanidad: racismo, colonialismo, imperialismo»

Una amiga me ha enviado un video de su hermano llegando a casa bailando de felicidad porque ha conseguido un saco de harina. Esto no lo deberíamos de estar viendo. Un misil te mata directamente, pero el hambre lo hace todos los días.  
Hace poco supimos que tres chicas han quedado embarazadas en Gaza tras ser violadas por soldados y nadie ha dicho nada. Si esas chicas hubieran sido alemanas o francesas, la historia cambiaría.

Pedimos un alto el fuego porque es lo que necesitamos ahora, pero ¿luego? ¿Quién nos dice que en tres meses o en un año Israel no nos bombardeará de nuevo? El mundo ha permitido que estemos en este punto porque lleva en silencio desde 1920. La solución es acabar con la ocupación.

Remarca que «ni un sicólogo podría entender» la respuesta de su primo, quien le dijo que «gracias a Dios solo han muerto dos». ¿Cómo se sobrelleva esto desde la diáspora?

M.F.: Estamos traumados, estamos conectados al móvil las 24 horas, intentando ayudar en algo aunque no podemos, tenemos pesadillas… Si les pasa algo estando yo aquí, jamás volveré a estar bien.

«Más de 12.300 niños han muerto en cuatro meses en Gaza. Esta cifra es superior al número de niños muertos en los últimos cuatro años en guerras en todo el mundo, 12.193»

Desde el 7 de octubre no tenemos vida. Lo que está pasando no solo está afectando a los palestinos de Gaza o Cisjordania, sino a todos los palestinos que estamos en la diáspora.

¿Les sorprende la censura en redes sociales o el despido incluso de rectores de universidad por sus posicionamientos a favor de Palestina?

I.O.: Están pagando a periodistas, campañas mediáticas contra quienes denuncian el genocidio, cancelaciones de concierto, despidos... se ha generado mucho miedo para dejar claro que moverse a favor de Palestina tiene un precio.

Estamos hablando de una potencia como Israel, que cuenta con importantes lobbys, redes y tentáculos que llegan a muchos lugares. El opresor tiene total licencia, mientras que el oprimido no puede ni alzar la voz.

«¿Qué peor tortura hay que dejar morir de hambre a bebés? Parecía que no podían superar su crueldad y la están superando»

En esta agresión se junta todo lo peor de la humanidad: racismo, colonialismo, imperialismo. ¿Qué peor tortura hay que dejar morir de hambre a bebés? Parecía que no podían superar su crueldad y la están superando.

Lo que nos queda es alzar nuestra voz para tratar de generar un estado de opinión diferente al que quieren imponer. No acostumbrarse, no callar y llamar a las cosas por su nombre.

¿Cómo se ha ido tejiendo esta iniciativa de Kulturatik?

I.O.: La plataforma Yala de Nafarroa hizo un vídeo con deportistas, a la par que Esti Urresola hizo declaraciones en favor de parar el genocidio en los premios Gaudí y Goya. Juntamos las ideas y pensamos en hacer algo desde la cultura, que ha sido punta de lanza de diferentes reivindicaciones sociales, políticas, de solidaridad, de denuncia.

«Si les pasa algo estando yo aquí, jamás volveré a estar bien. Desde el 7 de octubre no tenemos vida»

Nos parecía oportuno y adecuado convertirnos en agentes y proponer a la ciudadanía. Vimos la posibilidad de hacer una manifestación nacional, de dar una respuesta contundente como país y de alzar nuestra voz en el panorama mundial. Queríamos que fuera una iniciativa lo más plural posible, pero sin que eso condicionara el comunicado.

La respuesta ha sido muy buena. Personalidades de diferentes sensibilidades se han sumado. La lista de adhesiones es muy significativa.

¿Qué se va a encontrar la gente este domingo en Donostia?

I. O.: Siendo esta una iniciativa que surge desde los artistas y creadores vimos que podíamos hacer algo diferente. Queremos que el recorrido sea un ejemplo de ello.

A lo largo del mismo, habrá diferentes intervenciones artísticas: músicos, cantantes, bertsolaris, una orquesta de cámara, coros, ilustradores pintando en directo, bailarines… 

«La respuesta ha sido muy buena. Personalidades de diferentes sensibilidades se han sumado. La lista de adhesiones es muy significativa»

La plataforma se fijó dos objetivos: uno, mostrar solidaridad; otro, gritar ‘STOP genozidioa’. Al llegar al Peine del Viento, nos tumbaremos en el suelo para escenificar a los y las asesinadas en Gaza y Cisjordania.

M.F.: Me gustaría mandar un mensaje a mi gente en Palestina de que aún hay personas luchando por ellos. Aunque estén en guerra, ellos ven las noticias. Por cada cosa que pasa en Euskal Herria, me mandan un mensaje y me preguntan qué opina la gente aquí. 

Acabamos de empezar el ramadán. En Gaza, los palestinos llevan 60 días ayunando obligatoriamente. Los dos millones de musulmanes que hay en el mundo pueden sentir el hambre que se está sintiendo en Gaza. A ver si eso les hace cambiar porque el mundo árabe está en silencio. Todos los árabes y musulmanes nos han traicionado, nos han dejado solos.

Siempre pido a la gente que no pare de salir para que los palestinos no pierdan totalmente la esperanza. El mosaico gigante en forma de bandera palestina que se hizo en Gernika fue un boom para los palestinos. Me llegaron un montón de mensajes con las imágenes. Los palestinos vieron gritar por ellos.