El president de la Generalitat, Pere Aragonès, sostiene que la mejor vía para convocar un referéndum acordado con el Estado es el artículo 92 de la Constitución española y que la pregunta que debería plantearse a los catalanes es: «¿Quiere que Catalunya sea un estado independiente?». La propuesta ha sido rápidamente rechazado por parte del Gobierno español.
En una comparecencia informativa en el Palau Centelles, Aragonès ha dado cuenta del contenido del informe que este martes le ha entregado el director del Institut d'Estudis d'Autogovern (IEA), Joan Ridao, en el que se identifica el «instrumento jurídico concreto» para llevar a cabo esta consulta.
«Las conclusiones son claras: votar sobre la independencia es posible en el actual marco legislativo y solo es cuestión de voluntad política», ha explicado Aragonès en relación con una propuesta de referéndum que no requeriría de un umbral mínimo de participación para ofrecer un resultado válido.
El artículo 92 de la Constitución dice: «Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados».
El Gobierno rechaza la propuesta de Aragonès
El Gobierno español, por boca de la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha rechazado de plano la propuesta de Aragonès y ha aclarado que «en absoluto es la posición del Gobierno» y tampoco de la mayoría de los catalanes.
Es más, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Alegría ha subrayado que «en absoluto está en la hoja de ruta» del Ejecutivo la celebración de una consulta sobre la independencia de Catalunya y ha aseverado que es «clara y radicalmente contraria» a las políticas que está impulsando desde la pasada legislatura.