El Borussia Dortmund es el primer finalista de la Liga de Campeones tras haber vencido 0-1 al París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes con un gol de Hummels, menos de una semana después de haber vencido por el mismo resultado en su estadio.

El equipo germano regresa al estadio londinense, escenario de su última final de la Champions en la que cedió ante el Bayern de Munich (1-2). El muro amarillo vuelve a alcanzar una final de la Champions once años después al eliminar al PSG en las semifinales del campeonato.

El Dortmund, que en la liga doméstica es quinto clasificado, ha sido capaz de frustrar todos los planes de uno de los favoritos de la Liga de Campeones. El muro amarillo de Signal Iduna Park fue emulado por los jugadores para frenar las intentonas, que no han sido pocas, de los parisinos, que estaban obligados a remontar.

Los de Luis Enrique han sido superiores –al menos a la hora de generar peligro– tanto en la ida como en la vuelta pero han estado negados de cara a gol. Hasta cuatro disparos han estrellado en la madera los locales, tres de ellas una vez el Dortmund doblegase su renta gracias a un cabezazo de Matt Hummels –imperial en todos los aspectos– a la salida de un córner en el minuto 50.

Después de una primera mitad en la que ninguno de los dos equipos ha querido enseñar sus cartas, los visitantes han dado un golpe en la mesa en uno de sus primeros acercamientos a la portería defendida por Donnarumma que en la primera mitad se ha hecho grande al detener el mano a mano a Adeyemi, venido a menos en el partido de vuelta.

Y es que el jugador más destacado del flamante finalista fue el capitán, que además de marcar el 0-1 ha estado sensacional en cada batalla defensiva. El PSG ha pedido penalti en una acción suya con Dembélé pero hasta en eso ha sido efectivo el defensor alemán, pues la zancadilla ha sido realizada fuera del área.

El PSG, que se ha visto dos goles abajo en una competición que hasta la fecha había dominado –contra la Real apenas se le notó flaquear y remontó con autoridad al Barça–, le han empezado a aparecer los fantasmas de la Champions. Ha realizado 30 disparos en total, solo cinco han ido entre los tres palos y hasta cuatro lanzamientos han sido repelidos por el poste: el de Zaïre-Emery, el de Nuno Mendes, el de Mbappe –que se queda sin su ansiada orejona con la camiseta parisina– y el de Vitinha, una de las sensaciones del equipo francés durante esta temporada. La frustración se ha apoderado en el Parque de los Príncipes ante la impotencia de un equipo que tan solo ha alcanzado una final de la Champions en toda su historia.

El segundo finalista saldrá del duelo de este miércoles entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich, que empataron a 2 en la ida en Alemania.