
Surne Bilbao Basket ha llevado a cabo este lunes un desayuno de trabajo ante la prensa para evaluar la temporada 2023/24. Una campaña que ha merecido los parabienes tanto de la presidenta Isabel Iturbe como del director deportivo, Rafa Pueyo, recordando que la salvación ya estaba en el bolsillo «a falta de seis jornadas».
Pero como siempre hay un pero, las lesiones han afectado más de la cuenta en la recta final de la temporada el rendimiento de los hombres de negro, una decimotercera plaza que los compromete de cara a participar en competición europea la próxima temporada, una circunstancia importante de cara a confeccionar la plantilla para el curso 2024/25.
Por tanto, los rectores de Bilbao Basket han desvelado que han consultado a la FIBA las condiciones para organizar en Miribilla una de las previas de la FIBA Europe Cup de la próxima temporada, para repetir participación en la segunda competición de la Federación Internacional de Baloncesto, en la que han alcanzado las semifinales en la presente edición, cayendo frente a Niners Chemnitz alemán, equipo a la postre vencedor.
Isabel Iturbe ha avanzado que están a la espera de conocer las condiciones y el coste económico de ser anfitrión para valorar la organización de esa clasificación para poder repetir presencia en la fase final de una competición que requiere una «inversión importante», pero «compensable» tanto a nivel de club como de confección de plantilla.
Por más que la FIBA Europe Cup sea una competición más bien modesta, renunciar a ella de plano se ha juzgado contraproducente por parte de Iturbe y Pueyo. «La mayoría de los jugadores valoran disputar dos competiciones» y por eso «la primera pregunta de los agentes» cuando se interesan por un jugador es si el equipo «va a jugar en Europa», ha explicado el director deportivo de la escuadra bilbaina.
«El club valorará después si compensa, pero está claro que jugar en Europa te revaloriza y es un atractivo para jugadores de alto nivel. Si no les garantizas esa opción, te dan largas y buscan otras opciones», ha insistido Rafa Pueyo, que ha valorado que esta doble competición ha ayudado al «crecimiento» de lo jóvenes como Pantzar, De Ridder y Kullamae.
También ha querido poner en valor el haber sido «de los equipos de la mitas de la tabla para abajo», que menos han fichado, con la única –y satisfactoria– incorporación de Keith Hornsby, al estimar que «no compensaba» hacer un desembolso para tres semanas de competición, para lo que ha empleado el ejemplop de otros equipo que han obtenido peores resultados, «con jugadores que han tenido que salir del equipo o apenas si han tenido relevancia».
Un «quinteto» para empezar
Sobre el equipo de la próxima temporada, el máximo responsable deportivo ha avanzado que cuenta con que «seguirán un mínimo de cuatro y un máximo de seis» jugadores de la plantilla de esta campaña.
«Melwin Pantzar, Xabi Rabaseda y Thijs de Ridder tienen contrato garantizado, mientras que Tryggvi Hlinason, Denzel Andersson y Kristian Kullamae tienen también tienen contrato en vigor hasta 2025, pero en esos casos tienen cláusulas de salida», ha revelado Pueyo, ideando un teórico «quinteto» de continuidad sobre el cual erigir las nuevas incorporaciones que vayan a formar Bilbao Basket el curso que viene.
En el caso del escolta estonio el club bilbaino cuenta con él, pero está a la espera de conocer la decisión del jugador. Además Keith Hornsby, la única incorporación realizada en el transcurso de la temporada, «es una de las posibilidades de continuidad» que se plantean, al admitir que la llegada del escolta estadounidense «nos cambió la cara y nos ha ayudado a conseguir buenos resultados».
Sobre el resto de jugadores, Bilbao Basket da por perdido a Sacha Killeya-Jones, un jugador «atractivo para otros equipos, no solo de ACB» y por el que «incluso ha preguntado algún ojeador de la NBA». «Ni nos han dado pie a entrar en la puja», ha admitido, rotundo.
Además, con las bajas ya conocidas de Alex Reyes y Georgios Tsalmpouris, en los próximos días se irá conociendo el futuro de Adam Smith, Tomeu Rigo y Alex Renfroe.
También se ha referido Pueyo al canterano Unai Barandalla y subrayó que la Liga EBA, en la que ha jugado este año con el equipo de formación del Bilbao Basket, «se le ha quedado pequeño y debe dar un salto a otra liga superior, LEB Oro o Plata», abriéndole, por tanto, la puerta de salida, aunque ha preferido ser cauteloso en cuanto tomar una resolución.
«No hay una decisión tomada, pero mi punto de vista es que tiene que jugar. Si se queda solo por imagen le estamos perjudicando. Si va a otro equipo tendrá nuestro seguimiento y apoyo y estaremos pendientes de su evolución», ha recalcado.
Presupuesto «continuista»
Por último, a nivel institucional, la presidenta Iturbe ha destacado que Bilbao Basket se encuentra «al final de la hoja de ruta» marcada para liquidar la deuda del club, aunque aún quedan «dos años de travesía del desierto». Poer tanto, ha avanzado que en esa línea el presupuesto de la próxima temporada será «continuista». De hecho, ha tasado, aunque sea de forma genérica, un plazo de «dos años» antes de plantearse subir un escalón hacia «objetivos más ambiciosos».
Ha destacado también que se han sumado al proyecto «25 patrocinadores privados más», aunque ha señalado que el club cuenta con la «intención clara» de plasmar la «muy buena relación con las instituciones» en una «colaboración», aunque recordando que «alrededor del 95%» del patrocinio del club «es privado».
«Está claro que en el entorno de nuestro baloncesto están los clubes que dependen del fútbol, los que tienen grandes mecenas detrás y los que cuentan con apoyo institucional como puede ser el caso del Tenerife con el Cabildo. Nosotros somos una entidad con impacto», ha destacado la presidenta de Bilbao Basket.
«Estamos creciendo en solidez. Han sido años de sanear el club, de ver un trabajo profesional. Estamos en un buen momento para que haya ese entendimiento y estoy convencida de que en poco tiempo lo va a haber», confía la presidenta de la entidad bilbaina.
En esa hoja de ruta, Isabel Iturbe ha admitido un sitio en el futuro para el equipo femenino, pero yendo con pies de plomo. «Hasta hace seis años no teníamos ni cantera. Hemos realizado un trabajo tranquilo y sólido y ahora está dando frutos. En el caso del equipo femenino deberíamos analizar si sería un proyecto para competir al primer nivel o más centrado en la formación. En el proyecto que estamos trabajando con las instituciones el equipo femenino tiene que estar. Pero habría que hablar con el Gernika y el resto de equipos», ha señalado la máxima rectora de Bilbao Basket.

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