José Luis Sánchez Vera ha hablado largo, tendido y claro en la primera rueda de prensa de la temporada propiamente dicha. Ha habido palo y zanahoria en la comparecencia de técnico, que se ha reconocido satisfecho con la calidad, versatilidad y actitud de «un grupo espectacular» y la profesionalidad y las infraestructuras que ha encontrado en Zubieta pero cree que en los últimos tiempos ha faltado exigencia a unas jugadoras de las que espera encontrar su mejor versión. Será el camino para «mejorar los resultados» de la pasada temporada, primer objetivo que se marca el equipo. «En fútbol puede pasar de todo pero no es realista pensar que vamos a pasar de top8 a top3 como si fuera magia», ha asegurado.

Y es que los resultados dependen de muchos factores y no todos pueden controlarse pero el entrenador madrileño tiene claro cuáles están en su mano. Y el principal es la exigencia. «Creo que hay un nivel fubolístico de jugadoras de mucho nivel –ha asegurado– y que la exigencia y responsabilidad que tienen creo que debe ser acorde a lo que han sido. Siento que la exigencia aquí no ha sido acorde a la que deberían de tener y creo que es un equipo con un nivel de futbolistas que con muchas de las cosas que están haciendo, no me vale, a mi no me vale. Creo que tenemos que sacar más y si podemos sacar esa mejor versión de la cantidad de futbolistas de gran nivel que hay aquí, se notará».

En esa línea, Sánchez Vera ha recordado que «una de las primeras cosas que dije cuando firmé es que como entrenador la propuesta futbolística era uno de mis menores quebraderos de cabeza por la base futbolística que hay, por el perfil de las jugadoras, más allá de la versión de las últimas temporadas. Me preocupaba más ese factor “externo”. Creo que hay que recuperar valores de la Real para ganar partidos. Es una Real que las dos últimas temporadas ha quedado a 28-30 puntos de los puestos de arriba. Y no puedes aspirar a ser top3, top4, si además de ser buenas futbolistas, no apretamos, corremos y estamos dentro». Ha explicado que «fue una de las lecturas que me gustó del Athletic» en la final de Euskal Herria Kopa. «A final del primer tiempo, un saque de banda nuestro –recordó– acabó con una ocasión de ellas. Y en el 94, un saque de esquina nuestro acaba con una jugadora suya sola con mi portera. Así se escapan los partidos». Por eso insiste en que «para jugar a fútbol, primero hay que recuperarla y para eso hay que correr mucho, apretar, saltar… Si las jugadoras entienden que el Barcelona en mujeres y el City en hombres son los equipos que más dominan desde el balón, que miren los datos de cuando no lo tienen, las distancias recorridas por Rodri, por los interiores… Yo la pierdo, yo la quiero».

Así que ese es uno de los grandes fundamentos que se han trabado en pretemporada, la «obligatoriedad de competir cada partido hasta el último miuto. Y para eso no solo hay que hacer bien el concepto balón, que lo tenemos, también hay que apretar, correr… –insiste–. Si quiero ser top5, tenemos que correr más que ninguna».

La posesión

La exigencia y el sacrificio se tienen que plasmar después en un juego en el que la versatilidad de las futbolistas resulta fundamental porque Sánchez Vera no piensa en «posiciones en el campo, sino en espacios. Hay días que una lateral juega por dentro, otro día desciende una interior o coge la media punta… Pretendemos generar espacios y ocupar espacios. Y a cada rival hay que hacerle un tipo de presión para que pierda rápido la bola y para que nosotras podemos progresar. Por eso quiero jugadoras que interpreten la versatilidad desde el puesto», algo que ha encontrado en la plantilla txuriurdin. «El otro día Lucía fue central, Andreia puede ser 6, 8, 10, Klara, Claire, Nerea ha jugado con Natalia de interior, puede ser media punta, extremo…, Lucía Pardo puede ser nueve pura o flotar y atacar a espaldas con Sanni… Trabajamos mucho en eso».

También en la posesión pero no en la sirve para engordar estadísticas, sino en la que tiene consecuencias en el marcador. «Me gustaría un equipo superagresivo con la pérdida, que prácticamente defiende a pares, a pecho descubierto, que se expone, que roba muy alto siempre ante todos los rivales, que independientemente del rival todas las recuperaciones puedan ser en tres cuartos del campo contrario y que tras recuperar interpretemos bien las situaciones de cuándo tocar y cuándo atacar. La posesión me gusta más vertical que horizontal, no tener el balón por tener. Tener para atacar, mejor cuatro pases verticales que horizontales; te la quito rápido y ataco muchísimo».

Confía en que todo eso llegue a verse en esta Real porque le gusta la plantilla como le ha gustado la pretemporada y lo que ha encontrado en Zubieta. El verano «ha ido bien. Mucho entrenamiento, mucho partido, muchísima situación de cambio en cuanto a propuesta, dibujo… La sensanción en partido ha sido buena más allá de los resultados. Nos ha servido para ver cosas, para conocernos, meter futbolistas e ir encontrando la mejor versión de muchas futbolistas, que es lo que queremos alcanzar, sacar lo mejor de ellas», que conforman «un grupo espectacular».

Le gusta la versatilidad de la plantilla, a la que ya está dando uso por fuerza debido a la lesión en la rodilla de María Valle –le mantendrá de baja aún un buen tiempo aunque las últimas noticias, según ha explicado el técnico, son halagüeñas–, con la reubicación de Lucía Rodríguez en el centro de la defensa. Admite el entrenador madrileño, en este sentido, que se había traído a la defensa andaluza para ir conformando una dupla de presente y futuro, pensando que Vanegas se encuentra en el pico de su carrera y Etxezarreta en la recta final y que en la cantera no ha visto nadie lo suficientemente maduro como para dar el salto en este puesto.

Zubieta

Mirando a Zubieta ha destacado la participación de Guridi, aunque tenga ficha del filial, o de Intza Egiguren, que le tiene enamorado –jugó 35 minutos en la final de Euskal Herria Kopa mientras futbolistas del primer equipo se quedaban en el banquillo– pero a la que solo llamará si es realmente necesaria. Los minutos a las jóvenes no se repartirán «para que salga en prensa que Sánchez Vera toca Zubieta. Creo que hay cosas por abajo para que cuando haga falta nos puedan dar minutos de calidad. No soy de regalar nada a nadie, si juegan es porque pueden hacerlo bien».

En Zubieta no solo hay futbolistas y el entrenador blanquiazul ha reconocido que está «gratamente sorprendido en muchos aspectos» pese a que ya sabía que se trataba de «un club armado a nivel institucional como uno de los clubes más importantes a nivel nacional. En estructura, en medios…, no tenemos nada que envidiar al Atlético, por ejemplo. A nivel profesional interno me ha llamado mucho la atención el perfil profesional que hay en Zubieta. La gente que ha completado mi staff y que no venía conmigo, desde el primer contacto sientes que está más que preparada. Encontrar eso en el fútbol femenino no es habitual, muchas veces se trata de gente en sus primeras oportunidades. Pero aquí no, digamos que pasas filtros para poder estar. Todo el mundo me lo demuestra».

A la hora de fijar objetivos a los que dirigir todos esos mimbres, Sánchez Vera responde «lo mismo que haré todo el año, ganar mañana. Al Sevilla, luego al Barcelona, luego al Levante… Y si somos capaces de ganar cada día, el resultado nos irá poniendo donde sea en la clasificación. ¿Un equipo siendo octavo dos años puede ser ahora cuarto o tercero? En fútbol todo puede pasar pero los procesos no pasan por ahí, tenemos que ser realistas. El otro día competimos contra un top5 –recuerda, en referencia al Athletic–, que el año pasado nos ganó tres partidos, y vimos que estamos cerca. Ahora tenemos tres rivales seguidos que el año pasado acabaron por encima y tenemos que estar muy cerca en cada partido para el objetivo final, que es mejorar el resultado del año pasado. Claro que quiero jugar por los puestos Champions en las últimas jornadas, quiero jugar una final, tenemos la Supercopa… Pero lo importante es ganar mañana. Sí o sí».