
El Gobierno alemán ha anunciado este lunes la introducción temporal de controles en todas las fronteras terrestres del país con el objetivo de «reducir la migración por vía irregular y mejorar la seguridad interior» a partir del próximo 16 de septiembre.
El Ministerio del Interior germano ha notificado que ha comunicado a la Comisión Europea (CE) su intención de introducir controles temporales en las fronteras con el Estado francés, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca durante los próximos seis meses, unas tareas de control que se suman a las ya existentes en las zonas fronterizas con Suiza, Austria, República Checa y Polonia.
Alemania ocupa una posición central dentro del espacio Schengen, el área de libre circulación de la que participan 29 países que adquirieron el compromiso de levantar sus pasos fronterizos de forma permanente. Todas las fronteras alemanas son con estados que pertenecen a Schengen. De ahí que el Gobierno alemán solo pueda hablar de controles de carácter temporal.
La recuperación de forma irregular de los puestos fronterizos entre países que habían acordado la libre circulación de personas es un fenómeno del que Euskal Herria no es ajena.
La frontera entre Irun y Hendaia lleva con gendarmes desde la pandemia y los controles con sesgo racial han empujado a cientos de migrantes africanos a tratar de cruzar la frontera por el Bidasoa, lo que ha generó un goteo constante de fallecimientos desde 2022, con al menos nueve fallecidos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también ha tenido problemas con Italia por reimplantar la frontera con este país, para así contener en el lado italiano a decenas de miles de personas en situación irregular procedentes de antiguas colonias francesas en África.
La situación política en Alemania se ha vuelto particularmente delicada después de conocerse los resultados en dos de los länder más importantes, Turingia y Sajonia, donde la ultraderecha de la AfD consiguieron más de un tercio de los votos.

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