Seguir instalado en puestos europeos es el objetivo del Athletic en su visita a un Girona que no es el del año pasado. El cuadro catalán enlaza cuatro derrotas y dos empates entre competición doméstica y europea.

Todo lo contrario que la escuadra vizcaina, que acumula esos mismos partidos, pero invicto, con cuatro triunfos y dos empates. De momento, todo le sale a pedir de boca al equipo de Ernesto Valverde, que está protagonizando un inicio competitivo muy bueno.

Y quiere seguir en esa misma línea, buscando asaltar Montilivi, un feudo que ya no es tan inexpugnable como el anterior ejercicio y en el que el equipo local está acusando no solo las importantes salidas que hubo este verano, sino también el cargado calendario al que debe hacer frente entre Liga y Champions.

El Girona, además, se le dio bien al Athletic en la campaña pasada. Empató en el campo gerundense y venció 3-2 en San Mamés, siendo uno de los pocos conjuntos que tuvo resultados positivos con el bloque enrachado de Míchel Sánchez.

Sin embargo, los leones no podrán contar con uno de sus futbolistas más en forma y pieza capital en el ataque rojiblanco. Nico Williams sufrió una contusión en la zona sacroilíaca izquierda durante el duelo contra el AZ Alkmaar y es baja para el encuentro. Berenguer sería su sustituto natural.

Con tanto trasiego de compromisos por lo apretado del calendario, lo lógico es que Valverde también aplique rotaciones ante el Girona. No sería descartable que diese descanso a Iñaki Williams, que ha disputado muchos minutos hasta el momento, al igual que otros titulares ante el rival neerlandés y el Sevilla, caso de Aitor Paredes y Mikel Jauregizar.

Ello abriría la titularidad a Álvaro Djaló, así como Unai Núñez y Beñat Prados, ya recuperado de las molestias musculares que le hicieron perderse esos dos últimos partidos.

El que será un fijo en el equipo titular es Álex Padilla, habida cuenta de la lesión de Unai Simón y la baja por sanción de Julen Agirrezabalaga, tras la roja que vio frente al Sevilla en una salida en la que no pudo controlar el balón e hizo falta a un rival.

El joven guardameta del filial, que ya ha sido citado para la absoluta de México por el seleccionador Javier Aguirre, no ha desentonado para nada cada vez que le ha tocado ponerse bajo palos y dispondrá de una nueva oportunidad para demostrar su valía.

También el que parece un fijo en el esquema de Valverde es el internacional Dani Vivian, insustituible para el técnico rojiblanco con la lesión de Yeray Álvarez, ya que quien suele rotar es Paredes.

Por su parte, el Girona afronta su séptimo encuentro en solo 22 días con las importantes bajas de Blind, Romeu, Portu y Tsygankov. Se espera el regreso al once de Alejandro Francés y Abel Ruiz, inéditos ante el Feyenoord.

«Seguir perseverando»

Valverde ha asegurado que la idea es «seguir perseverando» en la buena línea de juego y resultados del equipo. «Tenemos una prueba dura. Sabemos la dificultad que tiene ese partido porque venimos de enfocar de manera clara el regreso europeo a San Mamés y en poco tiempo nos toca enfocar al Girona», ha manifestado.

«Nuestra idea es reconocernos en el juego y hacerlo valer para conseguir resultados. En el comienzo hubo partidos de todo tipo, pero generalmente el equipo está bien. La semana de tres victorias nos ha ayudado mucho sobre todo a asentarnos», ha añadido.

Respecto al Girona, ha apuntado que, pese a los traspasos realizados en el mercado veraniego, sigue siendo «un equipo absolutamente reconocible. Míchel les ha dotado de una identidad de juego en la que se ven reconocidos y acertarán más o menos, pero les veo en buena línea».

Así, ha resaltado que el conjunto catalán conserva su «estilo ofensivo» y cree que las nuevas incorporaciones que se han fichado para suplir a «jugadores importantes» están en una fase de acoplamiento.

Finalmente, se ha referido a los últimos incidentes protagonizados por ultras en diversos estadios. «Está claro que hay que hacer algo porque parece que hay determinada gente que piensa que hay barra libre en cualquier sitio», ha expuesto.

«Debe haber unas normas básicas para, por lo menos, poder disfrutar de ir a un espectáculo como el fútbol. Creo que va siendo hora y tengo la sensación de que esta vez se van a poner ciertas medidas porque hay bastante ruido con todo esto. Y está bien que lo haya porque sino al final se va a convertir en algo que no queremos», ha concluido.