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Imanol Pradales también carga contra el impuesto estatal a la banca y las eléctricas

Imanol Pradales se ha alineado con Josu Jon Imaz y ha criticado el impuesto a bancos y eléctricas porque «no son la manera más adecuada de favorecer que se desarrolle industrialmente el tejido en un país». Imaz avisa de que si se prolonga la medida «miles de millones se desviarán a otros países».

Imanol Pradales, en su intervención este martes en el Foro Metafuturo en Madrid.
Imanol Pradales, en su intervención este martes en el Foro Metafuturo en Madrid. (Diego RADAMÉS | EUROPA PRESS)

El lehendakari Imanol Pradales se ha posicionado contra el impuesto estatal a los beneficios extraordinarios de la banca y las compañías energéticas porque, a su juicio, «no son la manera más adecuada de favorecer que se desarrolle industrialmente el tejido en un país».

Se ha pronunciado así durante su intervención en el Foro Metafuturo, organizado por Atresmedia en Madrid, donde ha fijado su posición ante la posibilidad de que estos impuestos continúen vigentes y se hagan permanentes, como pretende el Gobierno español.

Tras precisar que fueron «gravámenes», ha señalado que surgieron con un horizonte «de carácter temporal» y que parece que «ahora se quieren consolidar».

A su juicio, ese tipo de gravámenes que están basados, sobre todo, en gravar las ventas y no en los dividendos que tienen las compañías, «no son la manera más adecuada de favorecer que se desarrolle industrialmente el tejido en un país».

Pradales ha dicho que, si se consolidan esos gravámenes y se convierten en impuestos, desde su Ejecutivo van a «exigir» su concertación porque tienen «capacidades fiscales propias» y para que el Gobierno de Lakua pueda tomar la «decisión más adecuada».

«Por lo tanto, en ese sentido, si ese escenario se da y parece que pudiera darse en función de lo que ocurra en el Congreso de los Diputados, lo que vamos a exigir es la concertación de esos nuevos impuestos para que, dentro del régimen del Concierto, hagamos lo que entendemos más conveniente, teniendo en cuenta que hay un tejido industrial que genera mucho empleo en Euskadi y que tiene que abordar grandes proyectos de descarbonización y de inversión a futuro», ha concluido.

Imaz avisa: «Millones de euros, a otros países»

El lehendakari se ha alineado así con el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, punta de lanza en los últimos meses contra el gravamen a las eléctricas y a la banca, que tampoco agrada al PNV.

Imaz continúa con sus críticas a la política energética del Gobierno español y este martes ha salido al paso contra el propósito del Ejecutivo Pedro Sánchez de hacer permanente el impuesto, en una tribuna en varios diarios. Así, ha advertido de que con la prolongación de esta medida, inicialmente prevista para los años 2023 y 2024 –en el caso de las energéticas, con la aplicación de un gravamen del 1,2% sobre las ventas, a liquidar con cargo a los ejercicios 2022 y 2023–, la inversión en el sector energético español «se ralentizará al mínimo».

«Miles de millones de euros se desviarán a otros países. Es posible que, ante la dificultad de descarbonizarse, el sector del refino español vaya teniendo dificultades para mantenerse antes de que acabe esta década. Crearemos muchos empleos en servicios de bajo valor añadido, posiblemente mal pagados. Nuestra cobertura social tendrá dificultades para sostenerse en un futuro, porque el tipo de empleo que se crea y la falta de recursos que genera el que se pierde nos aboca a un modelo de competitividad alejado de los líderes a los que deberíamos emular», ha asegurado.

Al consejero delegado de Repsol le «duele más todavía que su futuro se apague entre discursos demagógicos contra las grandes empresas y los ricos. O que sea simplemente por el peaje a pagar para que Sumar siga sosteniendo un Gobierno».

Ha señalado que «los debates sobre los impuestos son legítimos en una sociedad democrática» y ha dicho que siempre ha defendido «una visión redistributiva de la política fiscal. Quizá por eso me repugna particularmente la demagogia en torno a las cuestiones fiscales», añade.

Por ello, ha lamentado que los partidos que conforman el Gobierno hayan presentado una propuesta para hacer permanente el impuesto, «más allá del que, como cualquier otra empresa, pagan por sus beneficios en concepto de Impuesto de Sociedades», sin que haya debate ni «un análisis riguroso de las consecuencias».

«No hay siquiera interlocución franca con las empresas industriales. Simplemente el populismo y la demagogia al grito de ‘que paguen las empresas para favorecer a los que lo pasan mal’. Aquellos políticos que incluso en privado reconocen que esa doble imposición es un dislate, no se atreven a alzar la voz por temor a ser considerados defensores de los ‘ricos y de las empresas’, exponiéndose a que lancen a las masas contra ellos por ‘antisociales’», se ha quejado.

El consejero delegado de Repsol, considerando los «argumentos jurídicos» de que pagar dos veces por un concepto similar como el beneficio «será un día tumbado en los tribunales, cosa que previsiblemente sucederá», ha vaticinado que «los actuales gobernantes estarán posiblemente lejos de sus funciones» cuando esto suceda, por lo que «no tendrán que pagar las consecuencias de sus políticas populistas e ilegales».

Otxandiano responde vía Stiglitz

Desde EH Bildu, Pello Otxandiano ha respondido a Pradales de un modo curioso: citando al economista Joseph Stiglitz.

 

En ese pasaje, Stiglitz remarca que los gobiernos no pueden limitar a «corregir fallas del mercado», en un sistema en que este sea «el valor predeterminado, el lugar donde comienza y acaba nuestros análisis». «No necesariamente debemos dar prioridad a los mercados», constata el Premio Nobel de 2001.

 
 
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