¿Puede ser la justicia internacional una vía para detener el genocidio que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino?

Realmente nada puede detener a Israel, tampoco la comunidad internacional, que no ha hecho nada hasta ahora. Hay que empezar a investigar el genocidio que se está llevando a cabo en Gaza, en Cisjordania y también en Jerusalén Este. Todo el mundo debe suspender el envío de armas a Israel. La gente en Europa y en resto del mundo tiene que presionar a sus gobernantes para que sus países sean agentes activos para detener el genocidio en Gaza.

La gente, en la calle, en todo el mundo, nos está apoyando, poniendo a sus gobiernos bajo presión para que Israel detenga el genocidio. Lo que está pasando actualmente en Gaza, en Cisjordania y en Jerusalén Este es claramente un genocidio. Este genocidio afecta a todos los palestinos y a la tierra palestina.

«Desde el 7 de octubre también se ha endurecido la legislación militar, impidiendo a las familias acudir a los juicios, o a los abogados tener contacto cara a cara con los presos»

No se trata de un asunto religioso. No estamos contra los judíos, sino contra el sionismo y el colonialismo. Israel no respecta la Convención de Ginebra, especialmente en lo que se refiere a los presos. Esto es especialmente grave en la detención administrativa, en la que no hay límite de tiempo. No respeta el estatus de periodistas o a abogados. Los presos no pueden tener un juicio justo. Comparecen ante un tribunal militar israelí. Desde el 7 de octubre, se ha endurecido la aplicación de la legislación militar israelí, impidiendo a las familias acudir a los juicios, que se realizan mediante una transmisión en una pantalla. El abogado no puede tener un contacto cara a cara con el preso, sino que se realiza mediante el teléfono y una pantalla. Cuando los abogados han protestado por estas circunstancias, se les ha contestado que se encuentran en un estado de emergencia y bajo la autoridad militar.

En las cárceles israelíes se han extendido las enfermedades, especialmente las cutáneas. A los presos no les proporcionan las atenciones médicas necesarias. Nadie sabe qué ha pasado con los presos detenidos en Gaza. El Comité Internacional del Creciente Rojo solía realizar visitas para conocer el estado de los presos en cárceles israelíes. Desde el 7 de octubre no ha podido visitar a ningún preso palestino. Por todo ello, es imprescindible que los tribunales internacionales prohíban el comercio de armas con Israel.

Israel está conculcando la legislación internacional desde 1948, con la ocupación ilegal de territorio, por ejemplo. Pero, ¿son estos los peores momentos que vive Palestina desde la perspectiva de la conculcación de derechos?

Sí, sin duda. Desde el 7 de octubre, estamos viviendo los peores momentos. Antes del 7 de octubre, la vida diaria era complicadísima, con controles en los checkpoints, con las detenciones, las colonias ilegales. Pero hemos llegado, lamentablemente, a un punto en el que añoramos la situación que teníamos antes del 7 de octubre. Llevamos ya más de 400 días sufriendo una guerra atroz.

«Si la comunidad internacional no comienza a aplicar los principios de la legalidad internacional, se cuestiona si tiene algún valor»

¿La decisión del Tribunal Penal Internacional de procesar a Benjamin Netanyahu puede ser un paso adelante para que la justicia internacional comience a proteger los derechos del pueblo palestino?

Sí, puede ser un paso interesante. Aunque hablar de legislación internacional en los territorios palestinos es complicado. Si la comunidad internacional no comienza a aplicar los principios de la legalidad internacional a Israel para parar este genocidio se cuestiona el valor mismo de la legalidad internacional.

¿Está en juego, por tanto, el valor mismo de la legalidad internacional?

En Palestina, profesores universitarios que han dedicado años de su vida a la enseñanza de la legislación internacional dicen que no saben qué es lo que tienen que decir a sus estudiantes. Cuando les preguntan por su opinión sobre la aplicación de la legislación internacional en estos momentos, están completamente decepcionados. La comunidad internacional es inoperante. No actúa en los tribunales internacionales. No ha respondido a la iniciativa de Sudáfrica. Los palestinos que estudian legislación internacional dicen que es una pérdida de tiempo porque están decepcionados porque no se actúa y la hambruna y el genocidio en Gaza continúan.

«Hay una persecución también contra los abogados. Israel ha matado a más de 160 desde el 7 de octubre. También hay desaparecidos en Gaza, de los que no sabemos nada»

En Occidente, han tenido eco las denuncias de muertes de periodistas palestinos. Pero hay también una multitud de abogados a los que Israel ha matado.

Sí. Israel ha matado a más de 160 abogados desde el 7 de octubre. Doce de ellos eran mujeres. También hay abogados desaparecidos en Gaza, de los que no sabemos nada. A algunos de ellos los han matado junto a toda su familia. En Cisjordania tenemos 27 abogados arrestados bajo el régimen de detención administrativa. Esto quiere decir que no tienen juicio y que el arresto es ilimitado en el tiempo. La mayoría de ellos no han cometido ningún delito, sino que se enfrentan a detenciones «preventivas». Hay casos de abogados arrestados por publicaciones en Facebook.

¿Las detenciones de abogados forman parte de una estrategia de Israel para evitar que se denuncie lo que está ocurriendo?

Sí, del mismo modo en el que se persigue a los periodistas. Tenemos el caso de una periodista de la agencia oficial WAFA que ha sido detenida por un postear una foto de su hermano mártir. Está en detención administrativa, que se le ha prorrogado por seis meses más. Cuando se le acabe ese periodo de seis meses, probablemente se lo prorrogarán otros seis.

Como abogada, me han impedido también visitar los presos en las cárceles. Esto se debe a mi apellido, Bargouthi. Marwan Bargouthi es de mi familia. He tenido que dejar de usar Facebook para evitar ser detenida.

Tenemos, por ejemplo, el caso de un abogado de 70 años, padre de un mártir, al que detuvieron en 2013. Fue liberado la pasada semana y en su rostro se evidencia el maltrato recibido en prisión. Perdió 30 kilos, está enfermo, le han quitado la documentación que le acredita como residente en Jerusalén Este y el seguro médico. Es el caso de numerosos abogados palestinos.